El 20 de abril de 2023 tuvo lugar el primer vuelo de prueba de Starship, un sistema de lanzamiento que está desarrollando SpaceX, la empresa espacial de Elon Musk. Este sistema, que tiene el objetivo de ser totalmente reutilizable, está formado por el propulsor Super Heavy y la nave Starship. Juntos forman el mayor cohete de la historia con 120 metros de altura, 10 metros más que el cohete que nos llevó a la luna en la misión Apolo 11, el Saturno V. Sin embargo, a los pocos minutos de levantar el vuelo tanto el propulsor como la nave saltaron en llamas, después de fracasar en la fase de desacople.
Mientras que SpaceX y Elon Musk han celebrado el lanzamiento, mucha gente se pregunta si la explosión se debería considerar un fracaso. Desde Maldita.es resolvemos las preguntas sobre la prueba de lanzamiento de Starship.
¿En qué consistía la prueba de lanzamiento?
Este lanzamiento de prueba tenía por objetivo probar, por primera vez, las capacidades del sistema Starship. Como decimos, este prototipo está formado por dos partes. Por un lado, el propulsor Super Heavy, encargado del despegue inicial y de elevar a la nave hasta la órbita. Una etapa compleja, ya que la potencia del cohete tiene que ser capaz de contrarrestar la fuerza de la gravedad. La segunda parte está formada por la nave que tiene el mismo nombre, Starship, capaz de transportar hasta 150 toneladas de carga.
Al contrario de los cohetes utilizados hasta ahora en la historia de la exploración espacial, ambas partes están diseñadas para ser completamente reutilizables. Es decir, que tanto el propulsor Super Heavy como la nave Starship están pensadas para ser capaces de aterrizar y volver a ser empleadas en diferentes ocasiones, abaratando así los costes de las misiones espaciales. Aunque tanto el propulsor como la nave ya se habían probado por separado, en este lanzamiento era la primera vez que se probaba el sistema en su conjunto.
Nos hemos puesto en contacto con Julia Marin-Yaseli de la Parra, astrofísica y maldita que nos ha prestado en sus poderes, que nos explica que este lanzamiento “hubiera sido la primera prueba completa de lo que es el cohete más grande construido hasta la fecha”, que cuenta con 120 metros de altura.
El aspecto clave de esta prueba era la fase de desacople, es decir, el momento en el que el propulsor se separa de la nave una vez que ha alcanzado la altura suficiente para continuar la travesía por sí sola. El plan original era que el Super Heavy se desacoplara a los pocos minutos de despegar y realizara un aterrizaje controlado, mientras que Starship iba a realizar un vuelo orbital (es decir, fuera de la atmósfera terrestre) de 90 minutos para caer cerca de las costas de Hawaii [min 9:53]
¿Qué es lo que ha salido mal?
Aunque la prueba iba a tener lugar el 17 de abril, finalmente se retrasó hasta el 20 de abril. El lanzamiento tuvo lugar alrededor de las 15:30 horas (CET), después de varios minutos de retraso. Aunque la nave fue capaz de despegar, a los pocos minutos de levantar el vuelo el sistema explotó.
En concreto, el lanzamiento parece haber fracasado en la fase de desacople, como hemos indicado una de las más críticas de esta prueba. Al contrario que en los lanzamientos tradicionales, donde esta separación se realiza a través de cargas explosivas, SpaceX había previsto que el desacople se realizara a través de una maniobra que, empleando la fuerza centrífuga, separara el propulsor de la nave sin daños, lo que permitiría su reutilización según los planes de la compañía [min 3:26].
Aún se desconoce exactamente a qué se ha debido la explosión, pero entre las hipótesis se encuentra la posibilidad de que SpaceX hubiera activado el sistema de destrucción para controlar los daños, después de ver que la fase de desacople había fracasado. En una publicación la empresa ha asegurado que se ha producido una "desintegración rápida no programada".
Marin-Yaseli detalla que “se sabe que varios motores se apagaron antes de perder altitud y comenzar a dar vueltas”. Aunque por ahora no hay fuentes oficiales que expliquen en detalle el fallo de estos motores, la experta asegura que Space X sabrá claramente qué ha pasado gracias a los sensores con los que contaba la nave.
¿Supone esto un fracaso para SpaceX? ¿Cuáles eran las expectativas de Elon Musk?
Pese a la explosión, el dueño de Space X, Elon Musk, ha realizado una publicación en Twitter felicitando al equipo y ha asegurado que con este lanzamiento ha aprendido “un montón para el siguiente lanzamiento de prueba que tendrá lugar en los próximos meses”, sin hacer mención a la explosión.
La cuenta oficial de SpaceX también ha celebrado el lanzamiento y ha dado las gracias a los trabajadores de la empresa por “una emocionante primera prueba de vuelo integrada de Starship”.
Es complicado determinar si esta prueba ha sido o no un fracaso. Es cierto que una de las partes cruciales del vuelo, la fase de desacople, no ha tenido lugar. Una maniobra clave en el diseño de SpaceX y su idea de sistemas de lanzamiento reutilizables.
También es cierto que esta es la primera prueba del sistema en su conjunto (la combinación del propulsor Super Heavy y la nave Starship), y que ha conseguido realizar un despegue exitoso hasta alcanzar los 39 kilómetros de altura. Un hito teniendo en cuenta la envergadura del que es el cohete más grande de la historia, con sus 120 metros de altura.
“Obviamente no es un éxito, pero el poder haber encendido los 33 motores a la vez es un paso adelante, por supuesto. La plantilla de SpaceX era muy consciente de que esta prueba podía acabar así”, argumenta Marin-Yaseli.
Las expectativas respecto a esta primera prueba tampoco eran muy altas. El propio Elon Musk aseguró durante una entrevista el pasado 19 de abril que consideraría una “victoria” cualquier resultado que no fuera “la destrucción de la plataforma de lanzamiento”, la conocida como Starbase. “El éxito no es lo que debería esperarse mañana. Eso sería una locura”, ha asegurado el magnate durante la conversación en Twitter Space [min 2:05] .
Musk también aseguró en otra entrevista que el sistema tenía un “50% de probabilidades de alcanzar la órbita”, sugiriendo la posibilidad de que podría explotar, tal y como ha terminado sucediendo. La propia SpaceX comentaba durante la transmisión en directo que no esperaban muchas imágenes después de la fase de separación, “si es que siquiera llegamos tan lejos” [min 10:44].
Lo que sí se ha visto afectado es el proyecto de Elon Musk junto al millonario japonés Yusuku Maezawa,denominado dearMoon, cuyo objetivo es realizar una órbita a la Luna. Un vuelo civil que estaba planeado para 2023 a bordo de Starship y que probablemente no ocurrirá este año.
Queda en duda si el resultado de esta prueba afectará al proyecto Artemis, ya que la nave Starship forma parte de la tercera fase de esta operación, que tiene previsto despegar en 2025. Aunque es debatible si esta prueba se trata de un fracaso, desde Maldita.es hemos recogido otros proyectos en los que a Elon Musk no le salieron tan bien las cosas.
¿Qué tal han salido las pruebas anteriores de SpaceX?
No es la primera vez que una prueba de lanzamiento de SpaceX acaba en un incidente similar. Como hemos mencionado, tanto el propulsor Super Heavy como la nave Starship han sido probadas por separado antes de este lanzamiento. En concreto, Starship ha terminado explotando en cuatro de las cinco pruebas que se realizaron en 2021.
Otros cohetes de la compañía, como el Falcon Heavy, también han volado por los aires en diferentes fases de prueba. Marin-Yaseli asegura que no es raro que estas pruebas puedan acabar con un resultado fatal para el cohete. Por ejemplo, Falcon 9 ha tenido 186 lanzamientos exitosos de un total de 197, aunque “la tasa de éxito depende de la compañía o asociación responsable de las pruebas”, explica la experta.
“Soyuz tiene el récord de mayor tasa de éxito con más de 1900 lanzamientos con algo más de 100 fallos. Arianne 5, nuestro lanzador de la Agencia espacial Europea [ESA] tiene una tasa de éxito del 95,4%”, detalla la astrofísica, si bien argumenta que “es difícil compararlos porque hay empresas que ‘arriesgan’ más porque innovan más”.
En este artículo han colaborado con sus superpoderes la maldita Julia Marin-Yaseli de la Parra.
Julia Marin-Yaseli de la Parra forma parte de Superpoderosas, un proyecto de Maldita.es en colaboración con FECYT que busca aumentar la presencia de científicas y expertas en el discurso público a través de la colaboración en la lucha contra la desinformación.
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