Los dominios son los encargados de llevarnos a la dirección IP del servidor donde está alojada la página web que queramos visitar. De esta forma, a través de un nombre amigable, fácil de recordar y reconocible, evitamos tener que memorizar miles de números para poder visitar un contenido. De ahí a que tener un dominio que se asocie con tu marca sea importante. El de Maldita.es es el que le da nombre a nuestro medio, por ejemplo.
Anteriormente nos preguntasteis qué pasaría si una persona comprase un dominio que contenga nuestro nombre. Esta vez, nos preguntáis por la especulación y compra-venta con los nombres en los inicios de Internet.
“Allá por los años 90, la aparición y crecimiento de las ‘.com’ atrajo la atención de aquellos que vieron el valor potencial de los nombres de dominio, y en ese momento muchos de los nombres genéricos más valiosos comenzaron a ser registrados”, comienza a explicar a Maldita.es Alberto Amado, ingeniero informático y maldito que nos ha prestado sus superpoderes.
Se aseguraban palabras clave como "vacaciones", "internet" o nombres de ciudades
Se trataban de palabras clave como “vacaciones”, “hoteles” o “seguros”, principalmente en inglés. Tal y como recopilan en este blog de Telefónica sobre las ventas de dominios más altas, los nombres que ocupan los primeros puestos del ránking son “insurance.com” (en español podríamos traducirlo como seguros.com), que se vendió en 2010 por 35,6 millones de dólares; “vacationrentals.com” (alquilerdevacaciones.com), que lo hizo por 35 millones de dólares; o “internet.com”, por 18 millones de dólares.
Nos da más ejemplos David Carrero, inversor y cofundador de Stackscale, que cuenta que “en su momento, registramos dominios de palabras o cosas que pudiesen tener interés para desarrollar algún proyecto si no llegaba ningún interesado en comprarlo, como recursosgratis.com o programacion.com”. “Empezamos en 1998 con los .com, y luego hicimos lo mismo con los .es en 2005”, añade Carrero.
Además de inversores particulares, también existen o existieron empresas especializadas en comprar una gran cantidad de nombres de dominio con palabras clave. Por ejemplo, World Accelerator es una empresa fundada por Gary Miller, un empresario estadounidense que desde los inicios de la red se hizo con miles de dominios con palabras específicas como “england.com” o “world.com”. Ahora, con los que no ha vendido, se dedica a alquilarlos o prestarlos temporalmente a empresas interesadas en ese dominio a cambio de un porcentaje de los derechos de propiedad.
Registrar los dominios para luego venderlos a un precio más alto según la importancia del nombre
Nuestro maldito e ingeniero informático Alberto Amado comenta que “el negocio es y era sencillo: o bien se permanece alerta para hacerse con los dominios más jugosos si sus dueños se deshacían de ellos o se descuidaban de renovarlo, o bien se centraban en comprar dominios libres que no han sido registrados y esperar a que alguna empresa o particular estuviese interesado y fuese a buscarlo”. “Lo peor en estos casos es que estos dominios nunca lleguen a ser utilizados y se mantengan registrados y sin ser usados”, añade.
¿Pasaba lo mismo con los nombres relacionados con empresas? Aquí la situación cambia en función de si las marcas estaban registradas. En el portal especializado DNDisputes (“disputas de nombres de dominio”, por su traducción del inglés), recogen todos los casos de reclamaciones de estos dominios ante la Organización Internacional de Propiedad Intelectual. Es decir, empresas que reclaman a la autoridad que les sean transferidos estos dominios que consideran que sólo ellos pueden poseerlos por tener registrada la marca.
Las marcas registradas pueden reclamar los dominios que contengan sus nombres o productos
“La ciberocupación consiste en el registro, el tráfico o el uso de un nombre de dominio de internet con la intención de mala fe de beneficiarse de la buena voluntad de una marca comercial perteneciente a otra persona”, aclara Amado, “tal y como se recogió en la Política uniforme de resolución de disputas de nombres de dominio, creada en 1999 por la ICANN, el organismo internacional de nombres de dominio, para tratar estos asuntos, y que ha resuelto más de 50.000 casos desde entonces”.
Por ejemplo, la empresa que más dominios ha reclamado ha sido Lego, con un total de 1.582, que usaban nombres como legohub.store, lego.tech o masquelegos.com. Eso sí, ello no implica que todos los que reclame le sean transferidos por los derechos de propiedad. Esta empresa, por ejemplo, no ha logrado ganar el 30% de los casos que ha comenzado. En la misma lista encontramos otras empresas conocidas, como Instagram o Meta, que suelen reclamar cualquier dominio que contenga el nombre de algunos de sus productos o pueda llevar a la confusión, como verify-instagram.com o instagrarn.net.
Es decir, que en el caso de nombres relacionados con marcas registradas o empresas, el negocio es bastante menor porque la autoridad competente suele ordenar, si así lo considera, la transferencia del dominio, sin que exista un pago a quien registró el dominio para obtener ganancias.
Existen dos casos paradigmáticos. El primero, el del dominio mtv.com, que registró uno de los empleados del canal de televisión, Adam Curry. Según su versión, se lo había comunicado antes a sus superiores, que no se opusieron. Eso sí, en cuanto la compañía se dio cuenta del potencial de Internet, reclamó y obtuvo el dominio a cambio de pagar una suma que nunca se ha revelado.
El otro fue mcdonalds.com, registrado por Joshua Quitter, un periodista que incluso llegó a acudir a las oficinas centrales de la cadena de comida rápida antes de comprarlo para advertirles de que podía adquirirlo, “igual que podría hacerlo Burger King si quisiese [su principal rival en el sector]”. McDonalds, al igual que MTV, tampoco vio interés en ese dominio y no fue hasta años más tarde cuando se lanzó a por él, a cambio de suministrar ordenadores al colegio donde estudió Quitter.
“Hoy en día este mercado está lejos de ser lo que fue, aunque siguen existiendo oportunidades para dominios .com y .es entre otros”, aclara Carrero. “Con la llegada de multitud de extensiones como .tech, .biz, o .news, se ha relajado esta compra-venta”, añade el cofundador de Stackscale.
A pesar que esta compra-venta de dominios ha ido decayendo con respecto al boom que tuvieron al principio, todavía encontramos subastas y compras de nombres característicos. Por ejemplo, en Sedo, un portal para registrar dominios, se realizan constantemente subastas. En el momento de redactar esta pieza, los usuarios están pujando por nombres como “teatro.net”, “seguromotos.es” o “crypto24.com”, con ofertas entre los 100€ y los 1.600€.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Alberto Amado, ingeniero informático.
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