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Apuntar nuestros gastos del mes siempre puede venir bien para saber en qué hemos gastado más y para organizarnos nuestras finanzas. Incluso, repartir de forma rápida y equitativa las cosas que compramos entre amigos o familiares puede resultar útil para evitar que unos paguen más que otros o para saber qué debe cada uno a quién. En ese punto, surgieron aplicaciones que nos permiten hacer justo estas funciones. Nosotros ganamos en claridad y orden en nuestras finanzas, ¿pero ellas?
Es la pregunta que nos hemos hecho en una investigación conjunta de Maldita.es, Tactical Tech y SocialTIC: qué saben de nuestra vida y de nuestros hábitos y con quién comparten esa información. Repasamos los principales resultados de la investigación en una serie de tres artículos en los que explicamos las categorías de datos que recogen las aplicaciones, con quién las comparten y cómo usan la información estas empresas de terceros y también las complicaciones a las que nos enfrentamos en el transcurso de la investigación. En la Maldita Twitchería hablamos paso a paso de cómo hemos realizado este estudio y repasamos las conclusiones que hemos sacado.
Desde comidas o regalos conjuntos a drogas o pastillas anticonceptivas: analizando datos reales de usuarios
Tricount, Splitwise, YNAB, Fintonic y Revolut fueron las aplicaciones analizadas en la investigación. Algunas funcionan como una gran base de datos en la que apuntamos nuestros gastos y calculan nuestro saldo, otras se comportan también como un agregador y analizan los movimientos de nuestras cuentas. El acceso de estas aplicaciones a nuestro día a día es muy detallado.
Con los datos que hemos analizado, resulta muy fácil trazar, por ejemplo, el viaje que ha realizado un usuario, con quién lo ha hecho, qué ha visitado y en qué se han gastado más dinero. O si anota varias veces a la semana gastos relacionados con 'alcohol' o ha tenido que recurrir a una pastilla anticonceptiva. Todo eso volcamos en las aplicaciones, y son datos muy valiosos para analizar nuestros hábitos y generar perfiles que luego pueden ser compartidos con terceras partes, como empresas de publicidad.
Ejercer el derecho al acceso a nuestros datos: la colaboración de la comunidad ha sido fundamental para la investigación
Los ejemplos que se han mostrado en el programa son reales, extraídos de cuentas reales de usuarios reales. ¿Cómo hemos tenido acceso a ellos? A través del derecho de acceso y gracias a la colaboración de nuestra comunidad.
El derecho de acceso es un instrumento muy útil recogido en el Reglamento General de Protección de Datos que permite a los ciudadanos europeos solicitar a cualquier entidad o empresa toda la información que tengan sobre ellos. Así que nos pusimos manos a la obra, como explica Bea Lara, nuestra coordinadora de Comunidad en Maldita.es.
"Como necesitábamos datos de personas activas en estas aplicaciones, recurrimos a nuestra comunidad: les explicamos en qué consiste este derecho de acceso, para emplear esta herramienta legal de forma que las empresas tengan la obligación de suministrar los datos que tengan sobre ellos", explica. "El reto al que nos enfrentamos fue explicar de forma sencilla cómo podían autorizarnos a nosotros para ejercer, en su nombre, este derecho de acceso, para así poder tratar, de forma anonimizada, sus datos para la investigación", señala. Gracias a la confianza y la colaboración de los malditos y las malditas que participaron, pudimos completar el proceso y analizar estos datos.
Un análisis técnico para averiguar con quién se compartía nuestra información
Paul Aguilar y Diego Morabito son miembros de Social TIC, una de las dos organizaciones centradas en la defensa de los derechos digitales con las que hemos realizado la investigación. Durante el programa, nos explicaron cómo llevaron a cabo el análisis técnico de las aplicaciones, con quién se comparten nuestros datos datos y a qué servidores se envía la información.
"Hemos realizado un análisis de red de cada aplicación para saber a dónde se conectaba cuándo lo usábamos", comienza explicando Aguilar. El jefe de seguridad digital de esta organización comenta cómo se capturan este tipo de datos: "Fuimos instalando las aplicaciones en entornos controlados, y a través de unas herramientas de red, analizábamos el comportamiento cada vez que abríamos y utilizábamos la aplicación, para poder visualizar a qué servidores se conectaba y a quién pertenecían estos".
"Además de las empresas que siempre aparecen cuando hablamos de rastreo y publicidad, como Amazon y Google, también encontramos otros rastreadores menos conocidos, que recopilan toda la información técnica que pueden, como tiempo de uso, sistema operativo, tamaño de la pantalla o dónde pinchamos dentro de la app", señala Morabito. La cuestión es que esto va más allá: "estos rastreadores te dicen que cruzarán los datos que obtengan de cada usuario en esa aplicación con otros que tengan de otras apps para generar un perfil completo del mismo y poder modificar su comportamiento dentro de las aplicaciones".
¿Tienes dudas sobre la investigación, su metodología o quieres comentarnos alguna reflexión al respecto? Escríbenos a [email protected] y aclaramos todas tus preguntas.
Primera fecha de publicación de este artículo: 24/03/2022
