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MALDITA TECNOLOGÍA

Encontrar nuestro gemelo perdido con Twin Strangers: lo que tenemos que tener en cuenta al usar estas (y otras) aplicaciones para cuidar nuestros datos

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¿Un gemelo nuestro perdido por el mundo? Más de una vez habremos pensado en que en algún lugar del planeta existe alguien que se parece a nosotros, o hemos debatido con amigos sobre gente que se parece mucho entre sí y no tiene nada de relación. Sin ir más lejos, el youtuber Ibai suele publicar habitualmente en sus redes las imágenes que le envían personas que guardan un gran parecido con él. O Jordi Évole, que en la presentación de la última temporada de su programa mostró un “clon” suyo.

Encontrar a personas que se parecen mucho a nosotros desde luego es emocionante y tiene su punto. Pero cuidado con las herramientas que prometen ayudarnos en la búsqueda de este gemelo. Es el caso, por ejemplo, de Twin Strangers, una web que afirma utilizar inteligencia artificial para encontrar a personas que se parezcan. Según se refleja en su página web, para usar el servicio, hay que subir una fotografía tipo DNI de nuestra cara y añadir otros datos personales como el país, el género, un nombre de usuario y una dirección de email

Twin Strangers afirma tener una base de datos con 9 millones de personas con las que comparar

Una vez hecho esto, hay que realizar un pago para que el programa de inteligencia artificial se ponga a escanear en su base de datos rostros parecidos. Según el servicio, hay más de 9 millones de usuarios que se han dado de alta en Twin Stranger y con los que la IA comparará las caras. Recordamos que los datos biométricos, como nuestros rasgos faciales, tienen una protección especial dentro de la ley porque son más sensibles.

En la política de privacidad de Twin Strangers aclaran que todos los datos subidos a la plataforma “sólo se comparten, con la autorización del usuario, con otro usuario en el caso en el que se encuentre un rostro similar”. También afirman que terceros no tienen acceso a los datos “salvo que estén legalmente obligados a ello, en el caso de que un usuario viole los Términos y Condiciones del servicio o que el interesado dé el consentimiento”. 

En este documento afirman que el tratamiento de los datos se realiza por parte de una empresa ubicada en Irlanda, lo que implica que estaría sujeto al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Eso sí, según Cristina Palomino, consultora experta en protección de datos, “la política de privacidad no puede considerarse completa según el RGPD, pues no se informa de los datos de contacto del delegado de protección de datos, del plazo durante el que se conservarán los datos, la existencia de derechos en materia de protección de datos ni si existen o no transferencias internacionales de los mismos”. 

Una política de privacidad "insuficiente", según los expertos consultados por Maldita.es

En este sentido también coincide Ángel Benito, también abogado especialista en protección de datos, que comenta a Maldita.es que “la política de privacidad es excesivamente escueta y no desvela las finalidades futuras de la recopilación de nuestros datos, principalmente los de nuestro rostro”. 

Tal y como explicó en otro caso el abogado especializado en tecnología Jorge Morell cuando os contamos los riesgos de la aplicación FaceApp, “entrenar algoritmos para el reconocimiento de imágenes o para entrenar sistemas de videovigilancia es la opción más razonable de lo que pueden hacer, ya sean propios o incluso para otros, aunque no lo digan”.

“No sólo para entrenar algoritmos de la propia empresa responsable de la aplicación, sino en otras compañías o entidades a las que Twin Strangers App pudiera estar cediendo dichos datos, que como se ha mencionado, tampoco hay una declaración en la Política de Privacidad”, continúa Benito. Añade que “todos estos rasgos que se pueden obtener de nuestro rostro pueden generar perfiles para clasificar y segmentar a la gente, que posteriormente pueden ser utilizados por un organismo y empresa que los obtenga para fines comerciales o sociales”. 

Al usar el servicio, concedemos una licencia perpetua e irrevocable sobre nuestras imágenes

Para Palomino, también tenemos que tener en cuenta que nuestra imagen “puede utilizarse de forma fraudulenta, porque nada prohíbe que se utilice y se publique por terceros en otros sitios webs, ni nada nos garantiza que la persona con la que hagamos match sea la que aparece en la web, porque puede haber manipulado o generado su imagen y quiera ganarse nuestra confianza para intentar que caigamos en un fraude”.

También tenemos que tener en cuenta que, al usar el servicio y subir fotografías a Twin Strangers, automáticamente le damos licencia no exclusiva, irrevocable y perpetua “para usar, reproducir, almacenar, publicar y distribuir el contenido en relación con el uso de la web”. Esto también sucede cuando subimos una fotografía o un vídeo a las redes sociales, por ejemplo.

Maite Sanz de Galdeano, abogada experta en protección de datos y derecho digital añade que “si nos dirigimos directamente a la página web principal de la empresa, Vision Independen Productions, nos encontramos con que esta se dedica a numerosas actividades de producción de entretenimiento en países como Rusia y China, y que, sin embargo, no cuenta con ninguna política de privacidad”. 

Para esta especialista, resulta “sospechoso que una empresa que utiliza sistemas de inteligencia artificial para ofrecer este tipo de servicios y que realiza necesariamente transferencias de datos internacionales no cumpla la normativa en algo tan básico como la información que debe dar en su página web, su escaparate virtual”. 

Si queremos darnos de baja, podemos eliminar el perfil pero además es importante ejercer el derecho de supresión de nuestros datos

¿Qué pasa si ya hemos utilizado el servicio pero queremos eliminar la cuenta y todas las imágenes que hemos subido a Twin Strangers? En la propia política de privacidad se señala que “se puede cancelar la cuenta en cualquier momento enviando un email o una carta postal”. 

¿Esto es suficiente? ¿Qué ocurre con los datos obtenidos de nuestras imágenes? Todos los expertos consultados por Maldita.es coinciden en la necesidad no sólo de eliminar nuestro perfil sino de ejercer el derecho de supresión contemplado en el RGPD. Benito añade que “si, transcurrido un mes, la empresa no accede a nuestra solicitud o no recibimos contestación, podremos ir en vía administrativa ante la AEPD y reclamar que nuestros derechos de protección de datos no han sido debidamente atendidos”. Palomino también apunta que “en la página web de la AEPD nos indica cómo podemos hacer efectivos nuestros derechos en materia de protección de datos y, en su caso, cómo podemos retirar fotos o vídeos publicados en internet”.

Sanz de Galdeano señala que “como tampoco sabemos si estos datos personales que hemos entregado se han usado por parte de otras empresas u organizaciones, ya que la política de privacidad no lo contempla, nunca podemos estar seguros al 100% de que todos nuestros datos han sido eliminados”. 

Por ello, Benito recuerda que “siempre tenemos que leernos la política de privacidad de cualquier aplicación, máxime si es de este tipo, porque aunque no seamos expertos en la materia, siempre proporcionan indicios sobre el tratamiento que recibirán nuestros datos, y si sentimos que perdemos el control sobre ellos al darnos de alta, nos pone en sobreaviso antes de usarla”. 

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