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MALDITA TECNOLOGÍA

Cómo nos aseguramos de que nuestros datos están seguros cuando llevamos nuestro móvil a arreglar

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Una pantalla de móvil rota, esa catástrofe que aunque pequeñita nos parte a todos por la mitad pensando en cuánto nos va a costar el arreglo y cuánto tiempo estaremos sin teléfono. No nos queda otro remedio que llevar a repararlo y estar unos días sin él. Pero dentro tenemos nuestras fotos y vídeos, además de conversaciones y archivos que pueden ser privados. ¿Cómo nos aseguramos de que no hay accesos indebidos mientras el móvil se está reparando?

Para empezar, gran parte de ello depende del tipo de protección de bloqueo que tengamos en nuestro dispositivo. Nuestro maldito y experto en ciberseguridad y criptografía Carlos Tomás explica que “si tenemos un bloqueo biométrico en el teléfono, como puede ser la huella, en principio el técnico no podrá acceder al contenido”. En el caso de un PIN o un patrón, “quien repare el dispositivo podría acceder bien porque lo averigüe o bien porque nosotros se lo demos”. Evidentemente, “si no tiene bloqueo y el reparador enciende el teléfono, podrá acceder a todo”, apunta Tomás.

Vale, ¿y qué pasa si alguien conecta el teléfono a otro dispositivo? 

Puede pasar y en este caso y dependiendo del terminal se podría acceder a cierta información. Eso sí, el resultado puede ser que la tienda en cuestión se meta en un buen lío, teniendo en cuenta que hay legislación que protege a los consumidores en el servicio de reparación de aparatos de uso doméstico.

Camino García, abogada especializada en derecho digital, privacidad y protección de datos, nos explica que “los servicios de asistencia técnica están obligados a devolver a los usuarios los aparatos en el mismo estado en el que fueron entregados, salvo con las lógicas modificaciones que hayan sido consecuencia de las reparaciones y/o servicios que sobre el mismo se hayan realizado”.

Esto quiere decir que si el fallo es del hardware, que son los componentes físicos del teléfono, como la pantalla, el resto del teléfono tiene que mantenerse intacto, lo que implica el sistema operativo, las aplicaciones y nuestros datos. Aquí hay que tener cuidado porque si es al revés y el fallo está provocado por el software, como un bug -un error técnico-, hay posibilidad de que nos devuelvan el sistema operativo a valores de fábrica y se pierdan todos los datos

Realizar copia de seguridad de nuestros datos previamente es fundamental

Por ello, García incide en la necesidad de “realizar copias de seguridad de los datos de nuestro teléfono fuera del mismo, por ejemplo, en un dispositivo externo” porque “entiendo que no resultaría exigible a la empresa que mantuviese la integridad de los datos cuando para realizar la reparación fuera necesario restaurar los valores de fábrica o alguna otra actuación que implicase la pérdida de datos, y hubiese informado previamente al usuario sobre este extremo”.

Es uno de los consejos que nos da Apple cuando lo llevamos a su soporte técnico: que hagamos copias de seguridad de todo lo que tengamos en el teléfono en caso de que sea necesario resetear el dispositivo para arreglarlo. En el caso de dispositivos Android, sólo aquellos dispositivos Huawei con este sistema operativo ofrece una función llamada “modo de mantenimiento” que permite formatear temporalmente el teléfono antes de enviarlo a reparar, oculta nuestros datos personales como si el móvil estuviese nuevo, pero que se pueden recuperar cuando nos devuelvan el terminal. 

Además de contar con métodos de bloqueo seguros y una copia de nuestros datos, ambos expertos también recomiendan extraer la tarjeta microSD antes de llevarlo a reparar, en el caso de que tuviésemos una en nuestro móvil. Estas pequeñas tarjetas nos ofrecen almacenamiento extra al que trae nuestro teléfono y podemos guardar en ellas fotos, vídeos aplicaciones y otros archivos. 

“Si dejamos la microSD puesta, el técnico podría acceder a los datos tuviésemos el método de bloqueo que tuviésemos, porque se puede consultar su contenido fuera del dispositivo”, añade Tomás. Por ejemplo, con un lector de tarjetas, un dispositivo externo en el que se introduce directamente la SD.

La abogada también aconseja que “entreguemos el dispositivo sin la tarjeta SIM, para evitar males mayores, y no mantener iniciada la sesión en las aplicaciones, como redes sociales o programas de mensajería”.

Con todo, García recuerda que el Reglamento General de Protección de Datos nos avisa de que “en cumplimiento del principio de responsabilidad proactiva (artículo 24), la empresa debería aplicar las medidas que correspondan para garantizar en la medida de lo posible, una adecuada custodia y manejo del dispositivo”. Es decir, que no deberán trastear con nuestro móvil si no quieren enfrentarse a una denuncia en base a esta normativa de protección de datos.

En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Carlos Tomás, experto en ciberseguridad y criptografía. 

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