¡Hola, malditos y malditas! Las vacaciones navideñas están ya al caer, pero eso no significa que vuestras dudas tecnológicas vayan a quedarse sin respuesta. ¿Quieres llevar a reparar tu teléfono que se ha roto en vez de pedir un móvil nuevo como regalo y te preocupan tus datos personales? ¿Crees que los más pequeños de tu familia consumen demasiado tiempo frente a la pantalla y que eso puede ser perjudicial? Quédate por aquí porque respondemos a estas preguntas.
Si tenéis más dudas, estaremos encantados de responderlas. Nos las podéis hacer llegar a través del correo [email protected], completando este formulario o mandándonos un mensaje a nuestro Twitter, a Facebook o a nuestro bot de WhatsApp: +34 644 229 319.
¿Cuando llevo mi móvil a arreglar, están mis datos, fotos y vídeos seguros?
Una pantalla de móvil rota, esa catástrofe que aunque pequeñita nos parte a todos por la mitad pensando en cuánto nos va a costar el arreglo y cuánto tiempo estaremos sin teléfono. No nos queda otro remedio que llevar a repararlo y estar unos días sin él. Pero dentro tenemos nuestras fotos y vídeos, además de conversaciones y archivos que pueden ser privados. ¿Cómo nos aseguramos de que no hay accesos indebidos mientras el móvil se está reparando?
Para empezar, gran parte de ello depende del tipo de protección de bloqueo que tengamos en nuestro dispositivo. Nuestro maldito y experto en ciberseguridad y criptografía Carlos Tomás explica que “si tenemos un bloqueo biométrico en el teléfono, como puede ser la huella, en principio el técnico no podrá acceder al contenido”. En el caso de un PIN o un patrón, “quien repare el dispositivo podría acceder bien porque lo averigüe o bien porque nosotros se lo demos”. Evidentemente, “si no tiene bloqueo y el reparador enciende el teléfono, podrá acceder a todo”, apunta Tomás.
Vale, ¿y qué pasa si alguien conecta el teléfono a otro dispositivo? Puede pasar y en este caso y dependiendo del terminal se podría acceder a cierta información. Eso sí, el resultado puede ser que la tienda en cuestión se meta en un buen lío, teniendo en cuenta que hay legislación que protege a los consumidores en el servicio de reparación de aparatos de uso doméstico.
Camino García, abogada especializada en derecho digital, privacidad y protección de datos, nos explica que “los servicios de asistencia técnica están obligados a devolver a los usuarios los aparatos en el mismo estado en el que fueron entregados, salvo con las lógicas modificaciones que hayan sido consecuencia de las reparaciones y/o servicios que sobre el mismo se hayan realizado”.
Esto quiere decir que si el fallo es del hardware, que son los componentes físicos del teléfono, como la pantalla, el resto del teléfono tiene que mantenerse intacto, lo que implica el sistema operativo, las aplicaciones y nuestros datos. Aquí hay que tener cuidado porque si es al revés y el fallo está provocado por el software, como un bug -un error técnico-, hay posibilidad de que nos devuelvan el sistema operativo a valores de fábrica y se pierdan todos los datos.
Por ello, García incide en la necesidad de “realizar copias de seguridad de los datos de nuestro teléfono fuera del mismo, por ejemplo, en un dispositivo externo” porque “entiendo que no resultaría exigible a la empresa que mantuviese la integridad de los datos cuando para realizar la reparación fuera necesario restaurar los valores de fábrica o alguna otra actuación que implicase la pérdida de datos, y hubiese informado previamente al usuario sobre este extremo”.
Es uno de los consejos que nos da Apple cuando lo llevamos a su soporte técnico: que hagamos copias de seguridad de todo lo que tengamos en el teléfono en caso de que sea necesario resetear el dispositivo para arreglarlo. En el caso de dispositivos Android, sólo aquellos dispositivos Huawei con este sistema operativo ofrece un modo (llamado “modo de mantenimiento”) que permite formatear temporalmente el teléfono antes de enviarlo a reparar, oculta nuestros datos personales como si el móvil estuviese nuevo, pero que se pueden recuperar cuando nos devuelvan el terminal.
Además de contar con métodos de bloqueo seguros y una copia de nuestros datos, ambos expertos también recomiendan extraer la tarjeta microSD antes de llevarlo a reparar, en el caso de que tuviésemos una en nuestro móvil. Estas pequeñas tarjetas nos ofrecen almacenamiento extra al que trae nuestro teléfono y podemos guardar en ellas fotos, vídeos aplicaciones y otros archivos.
“Si dejamos la microSD puesta, el técnico podría acceder a los datos tuviésemos el método de bloqueo que tuviésemos, porque se puede consultar su contenido fuera del dispositivo”, añade Tomás. Por ejemplo, con un lector de tarjetas, un dispositivo externo en el que se introduce directamente la SD.
La abogada también aconseja que “entreguemos el dispositivo sin la tarjeta SIM, para evitar males mayores, y no mantener iniciada la sesión en las aplicaciones, como redes sociales o programas de mensajería”.
Con todo, García recuerda que el Reglamento General de Protección de Datos nos avisa de que “en cumplimiento del principio de responsabilidad proactiva (artículo 24), la empresa debería aplicar las medidas que correspondan para garantizar en la medida de lo posible, una adecuada custodia y manejo del dispositivo”. Es decir, que no deberán trastear con nuestro móvil si no quieren enfrentarse a una denuncia en base a esta normativa de protección de datos.
¿Cómo podemos evitar que los niños usen demasiado las pantallas?
El uso de las pantallas en los más pequeños siempre suele ser un factor de preocupación para padres y madres. En un mundo rodeado por la tecnología, a veces es difícil evitar que pasen demasiado tiempo delante de las televisiones u otros dispositivos electrónicos. ¿Qué consejos se pueden seguir, como padres, para que los pequeños hagan un uso adecuado y responsable de las pantallas?
Laura Cuesta Cano, experta en Educación Digital y profesora de Cibercomunicación en la Universidad Camilo José Cela, remarca a Maldita.es que “es imprescindible que el menor entienda que aunque haya sido ‘un regalo de Navidad’, el dispositivo no es un juguete, sino una herramienta y como tal, debe tener unas condiciones de uso y límites”. “Es importante que las condiciones de uso queden claras desde el principio, como el tiempo total de uso, durante qué franjas horarias se puede utilizar o que no se utilice en la habitación por las noches”, añade Silvia Álava, psicóloga especializada en Psicología Educativa.
Usar pantallas cerca de la hora de dormir puede afectar a la calidad del sueño y al tiempo que tardamos en dormirnos, como refleja este estudio conjunto de universidades estadounidenses. Este uso puede aumentar la prevalencia de falta de sueño, desplazar la hora en la que se acuestan y la estimulación psicológica del contenido aumenta la actividad cerebral y perjudica el sueño profundo.
Una opción útil es establecer, conjuntamente, los tiempos y los límites del uso del dispositivo. Hacerlo a través de la creación de un contrato en el que se reflejen los compromisos de los hijos y de los padres fue una opción que propuso María Lázaro, profesora de Márketing Digital y directora de Desarrollo Corporativo del Real Instituto Elcano, en la emisión de la Maldita Twitchería tecnológica sobre la relación entre niños e Internet.
Otros estudios han ampliado la relación entre el uso de pantallas y hábitos poco saludables. Una investigación de la Universidad Federal de Pelotas (Brasil) encontró una relación “entre el tiempo invertido por niños en ver la televisión, jugar a un videojuego o usar un ordenador y una dieta basada en bebidas azucaradas y productos altos en grasas y azúcares”. En el mismo sentido, otra del Instituto de Investigación y Educación Médica de la India también relaciona “un mayor tiempo de consumo pantallas entre los menores de cinco años y comportamientos sedentarios”.
Silvia Álava comenta a Maldita.es que “igual que se enseña sólo a cruzar por pasos de peatones y a hacerlo cuando el semáforo esté en verde, o a usar los cubiertos para que no haya peligro con el cuchillo o el tenedor, la educación digital también tiene que entrar en juego cuando los más pequeños acceden a la tecnología”.
Para Cuesta, el paso de reflexión previo a la decisión de comprar un dispositivo con pantalla para nuestros hijos es fundamental: “tenemos que pensar si estamos preparados como padres, si tenemos el tiempo suficiente para adquirir ciertas competencias digitales que nos ayuden a hablar con ellos sobre su uso adecuado y responsable".
¡Esperad un minutito más!
No somos técnicos o ingenieros pero contamos con mucha ayuda de personas que son expertas en su campo para resolver vuestras dudas. Tampoco podemos deciros qué servicio usar o dejar de usar, solo os informamos para que luego decidáis cuál queréis usar y cómo. Porque definitivamente, juntos y juntas es más difícil que nos la cuelen.
Si tenéis cualquier duda sobre esta información o cualquier otra relacionada con la manera de la que te relacionas con todo lo digital, háznosla llegar:
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Carlos Tomás, experto en ciberseguridad y criptografía.
Gracias a vuestros superpoderes, conocimientos y experiencia podemos luchar más y mejor contra la mentira. La comunidad de Maldita.es sois imprescindibles para parar la desinformación. Ayúdanos en esta batalla: mándanos los bulos que te lleguen a nuestro servicio de Whatsapp, préstanos tus superpoderes, difunde nuestros desmentidos y hazte Embajador.
Primera fecha de publicación de este artículo: 21/12/2021