El proceso de darnos de alta en un servicio lo tenemos prácticamente automatizado: nombre, correo electrónico o teléfono, contraseña, aceptar las condiciones y la política de privacidad y ¡listo! Pero, espera, ¿hemos leído esos contratos legales para saber a qué nos atenemos cuando nos registramos y qué van a hacer con nuestros datos? Los datos de varias encuestas sobre el tema reflejan que no.
¿Cuántas personas se leen todos los avisos legales que hay que aceptar para darse de alta en un servicio?
Una encuesta realizada en 2018 por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) mostraba entonces que el 62,7% de los españoles no lo hacen nunca o rara vez, mientras que solo el 13% lo suele hacer siempre o casi siempre. En parte esto es entendible (aunque en Maldita.es siempre os recomendemos leerlos o al menos fijarnos en los puntos clave) porque habitualmente nos encontramos con largos documentos con una redacción enrevesada diseñada para evitar su lectura. Por eso, terminamos aceptando unos términos que, si leyésemos a fondo o entendiésemos bien, puede que no aceptáramos.
En el caso de Estados Unidos, un informe realizado por Visual Capitalist recoge que el 97% de las personas de entre 18 y 34 años aceptaban los términos y condiciones sin habérselos leído previamente.
De hecho, algunas organizaciones y empresas han realizado experimentos en los que introducen cláusulas muy raras para comprobar si realmente se leen. Por ejemplo, unos investigadores configuraron una red wifi pública en cuyos Términos y Condiciones se recogía que “los usuarios cederán su primer hijo nacido” a cambio de conectarse a través de este sistema. Estos trucos vienen de largo: en 2005, una empresa de seguridad informática prometió regalar 1.000 dólares a quien enviase un correo electrónico a una dirección que se encontraba en medio del documento. Pasaron más de cuatro meses (e hicieron falta 3.000 descargas) para que alguien llegara a enviar el mensaje en cuestión.
Términos y condiciones de las aplicaciones populares: ¿cuánto se tarda en leerlos?
Desde Visual Capitalist han intentado medir el tiempo que deberíamos dedicar a leer los pliegos de los términos de uso. El caso más llamativo es el de Microsoft: tardaríamos algo más de una hora en leer su documento de Términos y Condiciones al completo. Con Spotify, por ejemplo, tardamos una media hora. Si nos queremos dar de alta en las redes sociales más utilizadas, como Facebook, Instagram, Twitter y TikTok, en total estaríamos leyendo una hora y veinte. Para que nos hagamos una idea, leer Macbeth, de Shakespeare, nos llevaría en torno a una hora.
Un americano medio invertiría alrededor de 250 horas en leerse estos documentos: ¡unos 10 días y medio! Y eso que todo esto se refiere únicamente a los términos y condiciones del servicio en cuestión. Es decir, fuera de esta medición se quedaron las políticas de privacidad y los avisos legales, por lo que el tiempo total de lectura de todos los documentos sería aún mayor.
Tal y como os recomendamos en Maldita.es, podemos fijarnos en algunos puntos para no invertir tantísimo tiempo en leer y descifrar el acuerdo legal. Pero si queremos ir a tiro hecho y no tener que buscar los puntos concretos, podemos usar el servicio Terms of Service; Didn’t Read (No he leído los términos y condiciones), que resume las políticas de uso de muchas aplicaciones y páginas web y nos muestra las claves de lo que aceptamos en cada una.
Primera fecha de publicación de este artículo: 09/12/2021