¿Cómo podemos combatir el bombardeo de publicidad diaria al que nos suelen someter las plataformas? En realidad, no hay una sola receta mágica para evitar recibir publicidad sobre un tema específico, sino que la clave está en acostumbrarse a incluir cierta higiene digital en nuestra rutina, ya sea usando redes sociales, haciendo búsquedas, trabajando...
Implementa cambios en tus redes sociales y navega en incógnito
En este artículo te damos algunas claves sobre como evitar que Google (y todos los servicios que funcionan bajo su paraguas, como YouTube) personalice los anuncios. En este portal, la multinacional te ofrece una gran selección de temas que, debido a tus búsquedas y a tus hábitos en la web, están siendo utilizados para ofrecerte publicidad: desde tu edad aproximada y sexo hasta viajes, coches, deportes… En tu mano está eliminar estas categorías para que no salga publicidad dirigida relacionada con esos temas.
Navegar en modo incógnito, pese a no ser un método infalible, también ayudará a que no se guarde tu historial de navegación y las cookies de las páginas web que visites. Esta función no te hace anónimo ni mucho menos, ya que tanto tu proveedor de internet como los de las páginas web que visites sabrán que has estado ahí, pero aporta un granito de arena más al proceso de “despersonalizar” nuestra publicidad.
Respecto a las redes sociales, en Facebook, Instagram o Twitter los usuarios pueden seleccionar manualmente cada anuncio y, en los tres puntos que aparecen en la parte superior derecha de la publicación, se puede ocultar para evitar que aparezca de nuevo.
Las redes sociales también te asocian a diferentes categorías de intereses en función de las cosas con las que interactúas y las que compartes. Pese a que estas categorías sólo representan una pequeña fracción de lo que estas compañías realmente saben sobre ti como usuario, podemos optar por eliminarlas o ajustarlas. Te hablamos de este proceso y cómo hacerlo en esta edición del consultorio tecnológico.
Acostúmbrate a rechazar las cookies y borrarlas de los navegadores
Las cookies tienen un papel protagonista en todo lo que tiene que ver con la publicidad que ves en Internet. Te hablamos de ellas a fondo en este artículo y también te contamos qué relación tienen con que veas unos precios u otros al navegar por diferentes páginas web. También citamos el famoso caso de los aviones y la pregunta que seguro que te has hecho alguna vez: ¿por qué cambian los billetes de precio tan frecuentemente?
Lo mejor es incorporar a nuestra rutina la acción de rechazarlas cada vez que nos metemos en páginas web. En Europa, es obligatorio que en cada sitio web se nos ofrezca la opción de configurar las cookies y rechazar las que no son esenciales. Además, todos los navegadores cuentan con la opción de hacer un borrado integral de las cookies, lo que también puede ayudar a evitar que los algoritmos de las redes sociales nos asignen contenido demasiado personal.
En el caso de Google Chrome es necesario hacer clic sobre los tres puntos que hay en la parte superior derecha, junto a la dirección web del sitio que estamos visitando. Ahí hay que seleccionar “Más herramientas” > “Borrar datos de navegación”. Para que se eliminen los datos recogidos desde que empezamos a utilizar el navegador hay que seleccionar también “Todos los periodos”.
Para Mozilla Firefox el proceso es similar. Dirígete a al menú (tres líneas horizontales situadas en el margen superior derecho de la pantalla) y ahí selecciona “Ajustes” > “Privacidad y seguridad” > “Cookies y datos del sitio”. En la pestaña de administración podemos eliminar las cookies de un sitio web concreto o de todas al mismo tiempo.
Ofuscación de datos: confunde a quien te rastrea
Hasta aquí la parte más mecánica, pero existe otro método para engañar en la medida de lo posible a las plataformas que nos rastrean. Hablamos de la ofuscación de datos: una técnica que consiste en camuflar nuestros intereses entre muchos otros temas que en realidad no nos gustan o no se corresponden con nuestro perfil. Esto se consigue mandando un exceso de información al hacer búsquedas o interactuar con páginas en internet, intercalando cosas que sí que nos interesan y cosas que no.
Esto se consigue prácticamente mintiendo: haciendo clic en anuncios que no nos interesan nada de nada, viendo vídeos de YouTube enteros de recetas aunque no hayamos cocinado nunca, apuntándonos con nombres y correos falsos a ofertas o páginas que sí que nos interesan, etc. Algunos buscadores que se erigen como alternativas a Google y buscan ser más respetuosos con tu privacidad funcionan así: camuflando tus búsquedas entre otras que no tienen nada que ver para que no puedan personalizarte.
¿Qué conseguimos con la ofuscación de datos? Pues que los algoritmos que hacen funcionar diferentes programas informáticos, como los sistemas de recomendación de publicidad de las redes sociales no sean precisos y no puedan catalogarnos.. Como dice Helena Matute, investigadora y psicóloga especializada en sesgos: "Con malos datos, los algoritmos son chatarra".
Esta especualista da una opción en su cuenta de Twitter para automatizar este proceso: usar aplicaciones cuya función es pinchar en todos los anuncios que nos encontramos por Internet, de modo que elaborar un perfil sobre los usuarios sea más difícil.
Hay que tener en cuenta que las alternativas que te proponemos necesitan de la proactividad del propio usuario para funcionar. Aurora Gómez, psicóloga especializada en comportamientos digitales, considera que esto es injusto ya que pone el foco sobre la persona y no sobre los anunciantes y las plataformas.
“Una legislación a favor de los consumidores debería prohibir que se recogieran datos demográficos cuando de verdad no lo deseas. Y hay momentos en los que parece inevitable. A nivel de usuario podemos tener comportamientos higiénicos, pero no se puede pedir a la persona que sea el encargado de activar todos estos mecanismos, hay que mirar a instancias superiores”, concluye.
Primera fecha de publicación de este artículo: 11/09/2021