El coronavirus y el confinamiento han afectado a personas de todas las edades, incluidos los niños. De hecho, con la llegada del estado de alarma en marzo de 2020, el traslado de la vida social a internet hizo que las consultas de casos por ciberacoso aumentaran más de un 200% con respecto al año anterior, según el informe publicado en base a las consultas por teléfono y chat de la Fundación ANAR recibidas durante ese tiempo.
El aumento en el uso de la tecnología, como ya vienen anunciando, juega un papel fundamental: cada vez hay más consultas de casos de acoso o violencia en los que la tecnología se encuentra implicada.
La vida social en Internet se traduce en un incremento del ciberacoso, del grooming y del sexting
Los casos de ciberacoso detectados por ANAR aumentaron un 264,4% desde el comienzo del estado de alarma, el 14 de marzo, hasta el 26 de abril (cuando se permitieron las primeras salidas a los niños, el día 27) en comparación con el año 2019. Debido al cierre de los centros educativos, los casos de consultas por acoso escolar desaparecieron, según este informe.
A pesar de estos datos, ANAR incluye algún aspecto positivo: durante esta etapa “las familias protectoras, al tener más tiempo para dedicar a sus hijos/as pudieron detectar problemas” ocultos como el ciberacoso, entre otro tipo de violencia.
Desde el 27 de abril al 20 de junio, coincidiendo con las primeras salidas de los niños, también se incrementaron “las consultas relacionadas con violencia sexual en entornos tecnológicos”, traduciéndonse en un aumento de las relacionadas con el grooming (acoso y, en ocasiones, abuso sexual a menores y adoslescentes): un 466% en comparación con los datos del año anterior.
Este aumento de consultas de grooming no cesó durante la nueva normalidad (del 21 de junio al 20 de septiembre de 2020), en la que siguió creciendo (72,8%). No obstante, en esa etapa hubo una mayor subida de las consultas por casos de sexting (182,8%), el envío y recepción de mensajes, imágenes, vídeos u otros recursos, con contenido sexual. Estas prácticas, como ya os hemos explicado en Maldita.es, pueden dar lugar a que la víctima sufra desde daño emocional o psicológico hasta extorsión, chantaje o grooming (acoso y, en ocasiones, abuso sexual a menores y adoslescentes), por lo que es importante conocer sus riesgos antes de hacer el envío de algún contenido íntimo.
También en los últimos meses del 2020 (desde finales de septiembre hasta fin de año), el grooming sigue aumentando con respecto al año anterior. Sin embargo, el informe arroja mejores datos en relación a los casos de ciberacoso y sexting, los cuales disminuyen de forma considerable (20,8% y 60,4%, respectivamente).
En casi un 30% de los casos de consultas había implicación de la tecnología
Según ANAR, en 2019 ya habían detectado un crecimiento de las consultas de niños en las que estaba implicada la tecnología. Un aumento que según explican, se ha visto acentuado “especialmente al inicio del confinamiento estricto”.
Primera fecha de publicación de este artículo: 26/10/2021