La digitalización de la banca, el hecho de que cada vez más trámites se hagan a través de los cajeros o la aplicación móvil o el cierre de sucursales son factores que están afectando especialmente a las personas mayores. Cada vez se ofrecen menos servicios de manera presencial y esto supone un problema para las personas que no se desenvuelven bien con la tecnología o directamente no saben usarla.
En la Maldita Twitchería hemos hablado con varios especialistas sobre las consecuencias que esto está teniendo en la población de avanzada edad y qué alternativas tienen para hacer frente a la situación.
Formación para ir adaptándonos a la digitalización
Para los más jóvenes puede parecer raro que haya otras personas que no sepan utilizar una tarjeta bancaria o los cajeros automáticos, pero hay gente mayor que no está familiarizada con esta tecnología y a la que es necesario enseñarles, afirma Marcelo Cornellá, presidente de la Asociación Cultural de Mayores de Fuenlabrada (ACUMAFU). “Estamos hablando de franjas de edades en las que es complicado, porque hay una pérdida de memoria” y si no no practica, es muy posible que para la siguiente ocasión en la que tengan que usar una tarjeta o una aplicación móvil ya no lo recuerden.
Aun así, Cornellá opina que las nuevas tecnologías se están imponiendo en la sociedad y que, por lo tanto, tenemos que ir adaptándonos a ellas. ¿De qué manera? “Debemos transmitir la confianza de que la tecnología es una buena aliada”, afirma. Por ello, desde su asociación realizan cursos específicos para personas mayores que no sepan manejar del todo esta tecnología. Además, durante un tiempo contaron con un servicio de acompañamiento para personas que, por distintos motivos, no pueden tirar de redes familiares a la hora de ir a realizar esas gestiones.
¿Es necesario un marco regulatorio?
Sobre las reclamaciones y sobre cómo están enfrentando esta situación las personas que se ven afectadas hablamos con Rubén Sánchez, secretario general de FACUA. "Cada vez hay más quejas, de personas de zonas rurales sobre todo, gente muy mayor con dificultad para acceder a determinados servicios", apunta. Por este motivo, opina que "lo mejor sería crear un nuevo marco regulatorio" con el que tener una cuenta bancaria garantice ciertos servicios como el de sacar dinero en ventanilla de manera gratuita.
Sánchez nos habló también de los casos de fraude de los que pueden ser víctimas estas personas: "Gente mayor que no está familiarizada con el uso de un cajero y que no va con un familiar o un amigo a hacerlo [el trámite] se puede encontrar con que alguien que supuestamente va a ayudarle lo que pretende es robarle".
Las condiciones deben estar plasmadas en el contrato
Las condiciones de los servicios que nos ofrece nuestro banco tienen que estar debidamente plasmadas en el contrato que firmamos. El problema es que según nos contó nuestro maldito Miguel Vieito, abogado especializado en derecho antidiscriminatorio que nos ha prestado sus superpoderes, "los contratos bancarios son potencialmente discriminadores". ¿En qué sentido? En "el uso de la letra pequeña, la terminología legal que nadie entiende" o en "que no hay nadie en concreto disponible para explicar las cláusulas". Además, añade, esos contratos "excluyen la participación de los usuarios y las usuarias".
En cuanto al cierre de oficinas en el ámbito rural, ¿sólo nos queda aceptarlo o podemos hacer algo para revertir esta situación? Según afirmó Vieito en la Twitchería, "a nivel usuario las opciones que tenemos son muy pocas". En cambio, también cree que sí hay un ámbito de actuación en este sentido que puede ser factible, que es la actuación desde el ámbito político: "Hagamos presión política para que no cierren entidades en el rural. Creo que se puede luchar contra esto", señaló.
La importancia de reducir la brecha digital
Para muchas personas mayores aprender a usar la tecnología es realmente difícil, como nos comentó Lucía Gómez, formadora en brecha digital: "Yo creo que perdemos de vista todo el rato que la tecnología es algo contraintuitivo" para esas personas. Señaló que las personas más mayores suelen relacionarse con los dispositivos "desde el miedo". "Miedo a que les roben, a estropear el dispositivo, a no hacerlo bien"... Por eso coincide con Cornellá en la importancia de la formación y, añadió, de tener empatía hacia estas personas.
Desde su experiencia como formadora, Gómez afirmó que el principal problema al que se enfrentan los mayores en su relación con la tecnología es el del propio uso del smartphone. Si cada vez más gestiones bancarias tienen que hacerse desde la aplicación del banco, mayor será el problema. Porque, además, Gómez cree que la digitalización de la banca, de momento, no se va a frenar y cada vez estará más instaurada.
Primera fecha de publicación de este artículo: 15/10/2021