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Tal y como te hemos contado y explicado en Maldita.es, este lunes se produjo un apagón global de todas las aplicaciones de Facebook. Ni la propia red social, ni WhatsApp ni Instagram estaban disponibles para sus usuarios. Tampoco lo estaba su versión para empresas, Facebook Workplace, ni su entorno de realidad virtual Oculus.
Pero no fueron los únicos afectados por esta caída. Todas aquellas cuentas creadas en otros servicios (independientes de Facebook) en las que nos hayamos registrado con nuestra cuenta de la red social también sufrieron el impacto de esta interrupción en el servicio. Por ejemplo, sin ir más lejos, redes sociales como Pinterest, periódicos como El País o El Mundo o aplicaciones como Spotify o Candy Crush también quedaron inaccesibles para aquellas personas que tienen habilitada esta opción y que en su momento crearonun perfil en ellas a través de su cuenta de Facebook.
Al no estar disponible la página de inicio de sesión de Facebook, no podríamos acceder a nuestras cuentas vinculadas a la red social
¿Por qué? Para acceder a ellas, la aplicación nos redirige a la página de inicio de sesión de Facebook, donde tenemos que ingresar nuestras credenciales. Esta página, como el resto de servicios de la red social, no estaba disponible durante la caída de ayer. Esto significa que si para acceder a una de estas aplicaciones dependías de tu cuenta en Facebook, no se podría entrar. Esto no afectaba, sin embargo, a las sesiones ya activas.
En Maldita.es ya te hemos contado qué hay detrás de iniciar sesión con cuentas de Facebook o Google en aplicaciones que no dependan de estas compañías. A los riesgos para nuestra privacidad y la posible fuga de datos personales se le suma este apartado: si dependemos de un tercero para acceder a nuestra cuenta, por mucho que el servicio que queramos utilizar esté activo y sin reportar problemas, no podremos entrar al mismo si ese tercero (en este caso, Facebook) está sin conexión.
La comodidad de tener varias cuentas de diferentes aplicaciones dependiendo de la de Facebook también agrupa un punto único de fallo, como advierte en Twitter Chris Wysopal, experto en seguridad informática. Es el caso de la caída de ayer, pero también podemos perder nuestra cuenta de Facebook o que nos roben las credenciales: si nos cambian la contraseña, nos dejarían sin conexión a todos aquellos servicios a los que la habíamos conectado.
La centralización de Internet en unas pocas compañías nos genera dependencia en nuestra conexión
La centralización de Internet en unas pocas compañías y la dependencia que nos genera nos sitúa en una posición vulnerable en el momento que puedan fallar. Por ejemplo, en diciembre de 2020, el sistema de autenticación de Google comenzó a dar problemas y nos quedamos fuera de nuestras cuentas de Gmail, Drive o YouTube. Pese a que la caída de Google en ese momento no se asemeja a lo ocurrido con los servicios de Facebook esta semana, ambos eventos demuestran que dependemos de que su infraestructura no sufra fallos, ya que podrían terminar por afectar a nuestra actividad en otras aplicaciones y páginas web.
En ese momento tampoco podíamos iniciar sesión en otras aplicaciones en las que nos hubiésemos registrado a través del botón “Iniciar sesión con Google”, por lo que, al igual que con esta caída de Facebook, nos podíamos ver desconectados de medio Internet.
De esto hablamos con Carlos Fernández Barbudo, doctor en Ciencias Políticas especializado en tecnología y privacidad, en nuestro programa de Twitch: hay un puñado de empresas, entre ellas Google, que se encargan en cierto modo de "organizar" la información de Internet y "repartir el juego de acceso a las diferentes páginas web", por lo que su capacidad de poder sobre cómo experimentamos nosotros la navegación por la red se limita a lo que nos enseñan estas compañías.
