En 2020, TikTok publicó un post en el que explicaba más o menos de forma detallada cómo funciona su algoritmo de recomendaciones. Esta red social se diferencia de otras en que suele tratar de encasquetar publicaciones de personas que no tenemos entre nuestros contactos si cree que nos van a interesar. Por tanto, no hace falta seguir a gente o tener amigos, como en Facebook, sino que siempre nos va a mostrar contenido.
TikTok ha tenido problemas por ser tan opaco con el contenido que promocionaba: desde investigaciones que concluían que pedía a sus moderadores que limitasen la visibilidad de imágenes de gente “fea” o con aspecto “pobre” a esconder vídeos de personas con discapacidad. Hasta el momento, no se sabía nada de qué hacía con las recomendaciones.
TikTok divide los datos que recoge y analiza en primarios y secundarios
Los datos básicos que recoge y que usa para mostrarte un contenido u otro son los datos que le das tú como usuario: qué te gusta, qué no, con quién interactúas más, a qué usuario buscas más, qué temas sueles compartir, cuáles buscas pero no compartes…
En el siguiente nivel están los datos “secundarios” de los vídeos, por así decirlo: qué hashtags utilizas, qué doblajes usas más… ¿Ves el vídeo hasta el final o te quedas a medias? Además hay que tener en cuenta otra cosa muy importante: una vez lleves un tiempo usando la red social, ésta va a crear su propio perfil de usuario sobre ti en base a lo que hagas ahí dentro. Este perfil le sirve para mostrarte contenido y también para colocar publicidad, por ejemplo. De modo que llegará un momento en el que también puede mostrarte cosas en función de lo que a otras personas les guste, si llega a la conclusión de que esas personas tienen un perfil parecido al tuyo.
La tercera pata son los datos de tu dispositivo, porque sí, a las redes sociales también les interesa saber en qué idioma hablas, desde dónde te conectas físicamente, si es a través de un ordenador o un móvil, si estás solo o acompañado, etc. Puede que no sea el factor más importante, pero suma al conjunto.
La red social hace pruebas para comprobar qué contenidos se pueden viralizar más
TikTok, específicamente, dice que hace pruebas para contribuir a que un vídeo pueda hacerse viral. Cuando se sube uno nuevo, se lo enseña a una pequeña muestra de personas. Dependiendo de cómo lo acojan (si lo comparten, lo comentan, interactúan con él, etc.), seguirá buscando perfiles similares a los de esos conejillos de indias para que también le den coba. Si no tiene buen recibimiento, no potenciará el que se comparta por ahí.
Recientemente, The Wall Street Journal ha investigado los algoritmos de recomendación de TikTok poniéndolos a prueba con la creación de un centenar de cuentas automatizadas (bots) que consumían contenido sin parar. Su conclusión es que los sistemas de recomendaciones de la plataforma son capaces de perfilarnos con muchísima más rapidez que el resto de plataformas: en unos tres cuartos de hora puede saber cuáles son los temas que más nos van a interesar y empezará a mostrárnoslos.
Como el resto de redes sociales, TikTok no hace público el código de sus algoritmos de recomendaciones, por lo que nadie salvo la empresa que la gestiona, ByteDance, puede saber realmente qué parámetros se están analizando para perfilar a los usuarios y mostrarles un contenido determinado.