Si bien la teleconsulta se ha reducido a unos pocos experimentos aislados en la sanidad pública, en la privada las aseguradoras han tratado de captar a un mayor número de clientes apostando por este tipo de herramientas. Sobre todo tras las restricciones de movilidad surgidas durante la pandemia.
A la hora de gestionar recetas, la mayoría de empresas sanitarias privadas ofrecen una app donde puedes contactar con tu médico y, después, recibir un código Bidi o QR con la receta que se puede presentar en la farmacia.
En el ámbito público, este tema “está ya superado con el sistema de receta electrónica”, según explica a Maldita Tecnología el doctor Fernando León, portavoz de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
“No hace falta mandar la receta en formato papel sino que se cursa la orden de dispensación a través de un módulo de prescripción y el paciente puede recogerla en cualquier farmacia”, sintetiza León.
Las recetas se inscriben en nuestra tarjeta sanitaria y, pese a que no hay una app que permita gestionar las recetas, el paciente no necesita el clásico papel para retirar la medicina.
Fuentes del Consejo General de Farmacéuticos también señalan a Maldita Tecnología que la receta privada “sí que permite que puedas recibir la receta electrónica a través del móvil (también al correo electrónico) con el código datamatrix” pudiendo ir después a cualquier farmacia para que te dispensen el medicamento.
“En la pública no. Hoy por hoy el acceso en la mayoría de las comunidades autónomas es a través de la tarjeta sanitaria o tecleando los datos disponibles en la Hoja de Información al paciente”, concluyen.
No vale presentar una foto de la receta o un PDF
Vale, entonces sí podemos recibir nuestra receta de la sanidad privada en el móvil. ¿Todas y en cualquier momento? Profundiza en el tema Óscar López Moreno, vocal en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid: “No vale todo, deben ser prescritos por un médico u odontólogo a través de una plataforma autorizada y al paciente se le puede enviar una hoja de información con todo lo necesario para el conocimiento y uso adecuado del medicamento”.
No valdría, por tanto, “una foto de la receta” para enseñar desde el móvil o un archivo PDF. Este tipo de documentos no se pueden comprobar, según explica López, y son fácilmente falsificables. Así que antes de ir a la farmacia debes comprobar que el documento cuenta con todos los requisitos legales.
Juan Coll, vocal de Salud Conectada en la Sociedad de Informática de la Salud, nos explica que también es posible para los ciudadanos de algunas comunidades autónomas acceder a sus recetas a través de la denominada Carpeta Ciudadana. En este documento se puede comprobar “los fármacos prescritos con su posología y condiciones de administración”. Esta app de la Junta de Andalucía es ejemplo de ello.
Primera fecha de publicación de este artículo: 08/03/2021