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En el primer debate sobre el estado de la nación desde 2015 y primero al que se enfrenta Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, el jefe del Ejecutivo ha anunciado varias medidas que su Gobierno quiere implantar de aquí al final de la legislatura. Entre ellas, ha hablado de la puesta en marcha de un impuesto extraordinario sobre los beneficios a las compañías eléctricas con el que el Gobierno pretende recaudar unos 2.000 millones de euros al año [min 57:37], y otro que gravará a las entidades bancarias, con el que esperan recaudar aproximadamente 1.500 millones de euros anuales [min 58:31]. Según ha dicho el presidente, estos dos impuestos tendrán una aplicación temporal durante los años 2023 y 2024.
Pero no es la primera vez que Sánchez propone el impuesto a la banca. En enero de 2018, como secretario general del PSOE y líder de la oposición, dijo en un acto del partido en Valencia que los bancos tenían que “rescatar parte de las pensiones de este país”, igual que “la clase media y trabajadora ha pagado 77.000 millones de euros para rescatar a la banca”. El líder socialista aseguraba que si se hacía como “un recargo a los beneficios de la banca, no repercutirá en los clientes”.
En ese mismo mes de enero, Pedro Sánchez habló, junto al impuesto a las entidades bancarias, de otro tipo de transacciones financieras.
El PSOE vota en contra de un impuesto a la banca
Por su parte, Unidas Podemos registró en mayo de 2018 en el Congreso de los Diputados una Proposición de Ley para el establecimiento de un recargo de solidaridad a las entidades de crédito con la que pretendían hacer que los bancos devolvieran el rescate bancario de 2012. Pero el PSOE, junto al Partido Popular y Ciudadanos votaron en contra de esta propuesta de Unidas Podemos que no salió adelante.
En septiembre de 2018, dos meses después de ganar la moción de censura contra el expresidente popular Mariano Rajoy y asumir la presidencia del Gobierno, Sánchez, en una entrevista en la Cadena SER, no mencionó el impuesto a la banca y solamente se refirió a que su Ejecutivo aprobaría el “impuesto sobre transacciones financieras” [min. 21:45].
Días después, el Partido Socialista presentó un documento con 370 medidas que envió a Unidas Podemos para llegar a un acuerdo para formar Gobierno. En él, el PSOE propuso una reforma del impuesto de sociedades “garantizando una tributación mínima del 15% de las grandes corporaciones, que se ampliaría al 18% para las entidades financieras y empresas de hidrocarburos” [pág 41]. Una propuesta que ambos partidos incorporaron en el acuerdo de coalición firmado en diciembre de 2019 [pág 44].
El Gobierno aprueba en 2020 un impuesto a las transacciones financieras
En octubre de 2020 las Cortes aprobaron definitivamente la tasa a las transacciones financieras y apareció publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para su entrada en vigor el 15 de octubre de ese año.
Otros anuncios de Sánchez durante su discurso inicial en el debate sobre el estado de la nación en el Congreso este 12 de julio han sido la bonificación del 100% de los abonos de varios viajes para Cercanías, Rodalies y trenes de media distancia entre septiembre y diciembre de 2022. También se ha comprometido a crear un Centro Estatal de Salud Pública para “mejorar la gestión de las emergencias sanitarias”.
En el campo de la educación, Sánchez ha anunciado una ayuda adicional de 100 euros mensuales para los alumnos mayores de 16 años ya previamente becados y la incorporación al currículo de Primaria y la ESO de las asignaturas de programación y robótica. También ha hablado de la construcción de 12.000 viviendas públicas dentro de la ‘Operación Campamento’ de Madrid, de las que el 60% será, ha dicho, de titularidad pública.
¡Ay, la Maldita Hemeroteca!
