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MALDITA HEMEROTECA

Los cambios de opinión de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz sobre derogar la reforma laboral

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prometió el pasado 17 de octubre en la clausura del 40º Congreso Federal del PSOE que derogarían la reforma laboral del PP.

Una promesa que lleva haciendo desde al menos 2014. Cuando acababa de asumir el cargo como secretario general del PSOE y el partido estaba en la oposición, Sánchez aseguraba que “lo primero” que haría su partido sería “derogar la reforma laboral de Rajoy para recuperar los derechos de los trabajadores”.

Algo que también prometía en 2016 durante la campaña electoral, su primera medida sería: derogar la reforma laboral y aprobar un nuevo Estatuto de los Trabajadores”.

Se lo dijo directamente al artífice de la medida, a Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno, en un cara a cara en 2015, acabarían con la reforma laboral. Y en noviembre de ese mismo año, insistía en una entrevista: “derogarla toda, toda la reforma laboral, que desaparezca”.

En cambio, tras las elecciones y cuando el Partido Socialista tuvo que negociar acuerdos para un posible pacto de investidura la postura cambiaba. En febrero de 2016, mientras Pedro Sánchez afirmaba que el acuerdo con Ciudadanos recogía la derogación de la reforma laboral, Albert Rivera decía que “no hay derogación, es reforma”.

Una postura que adoptaba el propio Sánchez en noviembre de 2018 cuando ya no hablaba de derogación sino que anunció que reduciría a sólo tres los tipos de contrato y eliminará buena parte de las bonificaciones y deducciones a la contratación. Un aspecto que incluyeron PSOE y Unidas Podemos en un acuerdo para aprobar los presupuestos de 2019. En el documento se comprometían a derogar “antes de finalizar 2018, los aspectos más lesivos de la reforma laboral de 2012” [pág 20].

Además, la actual vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, seguía ese mismo discurso y argumentaba en 2019 que era “muy poco productivo estar constantemente discutiendo sobre deshacer reformas. En febrero de ese año era la entonces ministra de Trabajo Magdalena Valerio quien decía que “no es el momento oportuno, es difícil convalidar un decreto ley para derogar la reforma laboral.

Cuando PSOE y Podemos firmaron el acuerdo de coalición en diciembre de 2019 en el punto 1.3 del pacto también lo incluían: “Derogaremos la reforma laboral. Recuperaremos los derechos laborales arrebatados por la reforma laboral de 2012” [pág 3].

Ya un año después, durante una de las prórrogas del estado de alarma decretado por la pandemia del coronavirus, el PSOE junto con Unidas Podemos llegaron a un pacto con EH Bildu: derogar de manera integral la Reforma Laboral de 2012. Antes, en el Congreso de los Diputados el propio Pedro Sánchez decía que “ese compromiso [...] de derogar la reforma laboral permanece indeleble”.

Pero a las pocas horas el PSOE anunciaba que anulaba ese punto del acuerdo y lo cambia por “derogaremos la reforma laboral. Recuperamos los derechos laborales arrebatados por la reforma laboral de 2012” y fijaba tres aspectos a derogar de manera urgente: la posibilidad de despido por absentismo causado por bajas por enfermedad (derogado el 19 de febrero de 2020), las limitaciones al ámbito temporal del convenio colectivo y la prioridad aplicativa de los convenios de empresa sobre los convenios sectoriales.

Yolanda Díaz, de querer derogar las reformas laborales de PP y PSOE a reconocer que no se puede hacer “enteramente”

Unidas Podemos también ha cambiado de opinión respecto a la reforma laboral. El lunes 26 de octubre, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, afirmaba que debían centrarse en el “qué”, en los contenidos a reformar de la ley, y no en el “quién”. Además, Díaz aseguraba que su predecesora, Magdalena Valerio, intentó derogar la reforma laboral del PP pero se lo impidieron. Una afirmación que ha negado la propia Valerio.

También el 23 de octubre Díaz se refirió a este asunto en el Congreso Confederal de Comisiones Obreras (CCOO). Dijo que su objetivo era derogar la reforma laboral “a pesar de todas las resistencias”, de las personas que, según la vicepresidenta, “jamás han querido alterar el modelo de relaciones de la precariedad”. Además, se comprometió a derogarla “este mismo año.

En enero de 2020, explicaba en laSexta que no se podía derogar por Decreto-Ley pero que lo harían por "distintas vías". También en una entrevista en El País decía que “técnicamente” no se podía suprimir la reforma laboral, sino que había que “legislar”.

Un año antes, en los meses previos a entrar en el Gobierno, Díaz apostaba por derogar tanto la reforma laboral de 2012 del Partido Popular como la que aprobó el Partido Socialista en 2010.

En 2018, la actual ministra de Trabajo le exigía a la exministra socialista Magdalena Valerio derogar las reformas laborales vigentes: “no basta con retocar la reforma laboral”, decía desde el Congreso de los Diputados.

También en una entrevista en elDiario.es dos años antes insistía en esta idea:  “No solo no derogan las reformas laborales de PP y PSOE, sino que nos incorporan una tercera reforma laboral: queremos derogar las anteriores porque han sido profundamente lesivas”.

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