Qué circula: contenidos que utilizan un vídeo de Canal Sur Almería sobre el aumento de casos de ictus en pacientes jóvenes para afirmar que este incremento es consecuencia de las vacunas contra la COVID-19.
Verificación: El aumento de ictus en jóvenes es una tendencia anterior a la pandemia de COVID-19 y a las vacunas que se usaron para salvar vidas. El vídeo de Canal Sur no vincula el aumento con la vacunación y en él una médica del Hospital Torrecárdenas apunta a causas como el sedentarismo y el consumo de drogas recreativas. La médica del vídeo ha aclarado a Maldita.es que la COVID-19 no ha cambiado la tendencia.
El aumento de un 40% de ictus en jóvenes se observa en datos de 2010 a 2022, no a raíz de la vacunación contra la COVID-19
Aunque los contenidos que están circulando vinculan el incremento de casos de ictus en jóvenes con la aplicación de la vacuna contra la COVID-19, el fragmento de Canal Sur Almería que utilizan como argumento no menciona en ningún momento esta relación. “Son más de 20.000 los andaluces que cada año sufren un ictus [...] Lo alarmante es que los ictus han crecido un 40% en pacientes más jóvenes”, afirma la reportera; seguida de la explicación de Patricia Mar Martínez, investigadora del Hospital Torrecárdenas de Almería. La experta explica que este incremento se debe al aumento de factores de riesgo cardiovascular como el sedentarismo, la diabetes, la hipertensión y la obesidad, además del consumo de “sustancias tóxicas recreativas”, sin mencionar la vacunación
Desde Maldita.es hemos preguntado a Martínez, que además coordina el Plan Andaluz de Ictus de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, quien aclara que el aumento del 40% en casos de ictus en jóvenes se corresponde con la incidencia hospitalaria de ictus desde el año 2010 hasta el año 2022 en pacientes de 18 a 50 años, los “jóvenes” a los que se refieren en el vídeo de Canal Sur. Añade, además, que la COVID-19 no ha modificado la tendencia.
Un aumento de ictus multicausal y que empezó antes de la pandemia de COVID-19
El ‘Atlas del ictus en España 2019’ de la Sociedad Española de Medicina Interna permite observar la evolución de casos de ictus antes de la pandemia de COVID-19, iniciada a finales de 2019 en China.
Según este documento, entre 2005 y 2017 aumentaron las altas hospitalarias por ictus, lo que “podría sugerir un aumento de la incidencia de ictus”. En 2017, la Sociedad Española de Neurología indicaba que durante los 20 años anteriores, los casos de ictus en personas de entre 20 y 64 años había aumentado en un 25%.

Esta tendencia no es exclusiva de España, sino global. Un estudio publicado en The Lancet Neurology evaluó el impacto, la incidencia y los factores de riesgo del ictus desde 1990 a 2021 y concluyó que estos provocan más de siete millones de muertes al año, un 70% más que en 1990 y que los principales causantes son la contaminación, las altas temperaturas y los factores de riesgo metabólicos (como la presión arterial, el colesterol LDL y el índice de masa corporal elevado) impulsan este aumento global de accidentes cerebrovasculares.
Valery Feigin, coautor del estudio, investigador de la Universidad Tecnológica de Auckland (Nueva Zelanda) y profesor afiliado del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington (Estados Unidos), ha explicado a Maldita.es que el aumento de ictus ha “aumentado constantemente desde 1990”.
Sobre la relación con la pandemia de COVID-19, añade que el único vínculo es que esta situación contribuyó al incremento de muertes por ictus por la reducción de admisiones hospitalarias de personas con ictus agudo, que dificultó su tratamiento y recuperación.
Más casos, menos muertes
Pese al aumento de la población y de su envejecimiento, las muertes por enfermedades cerebrovasculares, incluido el ictus, han disminuido de forma constante en España desde 1980, según el Instituto Nacional de Estadística.
Las muertes por accidentes cardiovasculares también se han reducido en la población joven, de 20 a 49 años, como la franja de edad que investigan en el hospital almeriense.
Las causas de la disminución de la mortalidad y discapacidad se debe a la mejora en la detección precoz de los síntomas, en el control de los principales factores de riesgo y en la introducción de nuevas medidas terapéuticas, según indicó en 2017 la Sociedad Española de Neurología.