Hace unos días que circula por diferentes redes sociales la imagen de la que, en teoría, se trata de la ‘cara’ de una hormiga. Si te has topado con ella, habrás sido testigo de sus terroríficos ‘rasgos’ (si es que podemos llamarlos así, en el mundo de los insectos) muy apropiados en la que se ha denominado ‘spooky season’. Por si no has dado con ella, te la dejamos por aquí:
¿Es esta la apariencia real de este tipo de insectos? A medias. Si te fijas, en la imagen viral percibimos los dos pequeños puntos rojos de los que ‘salen’ las antenas como ojos, uno de los factores que hace de esta una imagen escalofriante, cuando realmente no lo son.
Es decir, hay truco. ¿Dónde están realmente estos órganos? Fuera de plano, en el mismo lugar en el que se sitúan en el resto de animales de esta especie (hacia los laterales de la cabeza). Exactamente aquí:
En nuestra hormiga, lo que en un principio pueden parecernos ojos son, en realidad, el bulbo condilar, un engrosamiento que se inserta en la fosa antenal, creando la articulación de la antena con la cabeza. Si, además, aclaramos la foto, podemos localizar los verdaderos ojos del insecto fotografiado:
La imagen ha sido una de las galardonadas como 'Image of Distinction' de microfotografía este año por Nikon. La protagonista es una hormiga del género Camponotus y su autor, el fotógrafo Eugenijus Kavaliauskas.
Primera fecha de publicación de este artículo: 03/11/2022