“Hoy ya no vuelan mariposas”, diría Aitana. Claro, a estas alturas del año todavía son orugas, dales tiempo. De momento, ¡bienvenidos a ese consultorio donde hasta las oruguillas tienen cabida! Porque sí, hablamos sobre si una especie concreta, la procesionaria, puede hacer que te quedes calvo o calva; pero también sobre si los imanes hacen que tu nevera consuma más; sobre cómo funciona el champú en seco (y si realmente es útil) y sobre pájaros ladrones de nidos ajenos. Buena macedonia la que te hemos montado.
Si al terminar de leer, este consultorio se te hace corto y te plantea dudas que podamos resolver con conocimiento científico, te recordamos que aquí estamos nosotros para ayudarte. Puedes enviárnoslas por Twitter, Facebook, correo electrónico ([email protected]) o a través de nuestro chatbot de WhatsApp (¡guárdate el número! +34 644 22 93 19).
Adornar la nevera con imanes, ¿influye en el consumo energético del electrodoméstico o reduce su capacidad de enfriado?
Souvenir barato por excelencia junto a llaveros y postales, el imán suele ser uno de los adornos comunes a muchas neveras. Hay quienes los colecciona, colocaditos y bien dispuestos en la puerta del electrodoméstico y quieres no los utilizan, por la razón que sea. No nos metemos en ellas salvo que ese argumento anti-imanes sea que los imanes hacen que la nevera consuma más electricidad, al aumentar la fuerza electromagnética del campo eléctrico del aparato. Si este es el motivo por el que has renunciado a sujetar con uno la lista de la compra en la puerta de la nevera que sepas que no es cierto: los imanes no interfieren con el consumo del refrigerador.
“Todo en este mito es falso”, señala la empresa Endesa en su página web. “La realidad es que los campos magnéticos de estos imanes son tan insignificantes que ni siquiera atraviesan la puerta de la nevera”, añade. Esto solo sería posible si contásemos con imanes muy potentes (como electroimanes o superimanes) que, por si te lo preguntabas, no vamos a encontrar entre los dedicados a decorarla.
Esto no quiere decir que, como usuarios, no podamos interferir en su consumo. Por ejemplo, abrir y cerrar la puerta de este electrodoméstico de manera muy frecuente o introducir comida caliente sí puede afectar a la cantidad de energía que consume el frigorífico.
Con respecto a este último gesto, meter en el frigo la comida caliente, el ingeniero eléctrico y divulgador Rubén Lijo explicaba a Maldita.es que "es una de las cuestiones que afectan a nuestro día a día y en la que podemos aportar nuestro granito de arena a favor de la eficiencia energética".
El problema lo encontramos en que, por seguridad alimentaria, sí se recomienda meter en la nevera inmediatamente aquella comida que no vamos a comer en el momento. ¿Entonces? No, no tenemos por qué dejar de hacerlo.
"En primer lugar, puedes enfriar el recipiente de la comida en el fregadero, sumergiéndolo unos minutos en agua fría o agua con hielo. En segundo, si guardas la comida en recipientes de menor tamaño, aumentará la rapidez con la que se enfríen", recomendaba Lijó. Por último, "una vez que pongas los recipientes en el frigorífico, mantén la zona a su alrededor lo más libre posible para permitir la circulación de aire y favorecer su refrigeración", proponía.
Otras formas de reducir el consumo de nuestra nevera son optar por una más eficiente, mantener en buen estado el cierre hermético de esta (comprobando que nada impide que cierre bien y que la goma está en buen estado), no colocarla empotrada o en una zona donde dé el sol y evitar que se forme escarcha en el congelador.
¿Cómo funciona el champú en seco? ¿De verdad limpia el pelo?
Una maldita que sigue muy de cerca este consultorio nos pregunta por el champú en seco. ¿Cómo funciona? ¿Realmente limpia el pelo? Los productos de champú en seco consisten en un producto en espray que seca —que no limpia— la secreción sebácea del cuero cabelludo, es decir, a lo que nos referimos como ‘grasa’. Esto, combinado con la fragancia que suelen tener, ofrece una apariencia y una sensación de limpieza, pero no sustituyen un lavado con agua y jabón.
El champú en seco está compuesto de un producto con alcohol o a base de almidón que seca el sebo que se acumula en el pelo. Esta grasa y sebo es la ‘pista’ que nos indica si va tocando pasar por la ducha y es lo que hace que, a la larga, sea necesario un lavado de pelo.
Junto con el alcohol o la base de almidón, el champú en seco también puede llevar fragancia, un emoliente hidrófobo (un compuesto que suaviza el contenido graso de la capa más superficial de la piel y que sea resistente al agua) y un propelente (para dar energía al espray), como indica esta patente de champú en seco.
Aunque se denomine “champú”, este producto no limpia el cabello, ya que solo actúa (seca) sobre la grasa del cuero cabelludo, pero hay otros muchos tipos de suciedad que pueden acumularse en el pelo: polvo ambiental, partículas externas, piel muerta, contaminantes, etcétera, y sobre ellos no tiene ningún efecto.
Como indica en este artículo la clínica del cabello Instituto Médico Dermatológico, “el champú seco no es champú, es polvo secante”. De manera similar a este producto ya funcionaban los polvos de talco que se echaban a las pelucas para disimular su suciedad y reducir el brillo que le da la grasa.
Por último, profesionales de dermatología no aconsejan usar el champú en seco como sustitutivo de un lavado estándar —con agua y jabón— ni usarlo todos los días.
María Mercedes Hernández, médica dermatóloga y divulgadora en redes (@drameche), explica en un post de Instagram que el champú en seco es “un producto desecante que cumple su función y, por tanto, altera la condición natural del cabello”. “Si la grasa acumulada en el pelo por falta de lavado es perjudicial, también lo es abusar de un producto tan agresivo como el champú seco, es mejor dejarlo cuando no hay otra opción”, precisa.
Eduardo Sánchez, estilista capilar, peluquero y responsable de Maison Eduardo Sánchez, incide en este artículo de SModa que el champú en seco es “una solución excelente” para ocasiones puntuales, pero que “es un remedio de urgencia, jamás una norma”. “Al enjabonar, masajear y enjuagar no solo lavamos el pelo, también arrastramos las bacterias y parte de las células muertas del cuero cabelludo”, concluye.
¿Es habitual que los pájaros jóvenes alimenten a los más ancianos, incluso de otra especie?
“Los pájaros ancianos ya no vuelan y no hay residencias de ancianos para ellos. Por lo tanto, los pájaros más jóvenes de cualquier especie los alimentan”, señala el texto que acompaña un vídeo viral de varios pájaros grandes alimentados por otros de menor tamaño. Pero, en realidad, no se trata de aves ‘ancianas’ que no pueden volar, sino crías de cuco o críalos. El cuco adulto parasita el nido de otras especies de ave y pone sus huevos en él. De ahí que, cuando los polluelos rompen el cascarón, los ‘padres postizos’ (los verdaderos dueños del nido), confundiéndolos con sus propias crías tras haberlos incubado, alimentan a las crías de cuco.
El comportamiento del vídeo es típico de “aves parasitadas con huevos de cuco y críalo”: “Los adoptan como propios a pesar de tener un tamaño mucho mayor que sus pollos” y una apariencia muy distinta, según indica a Maldita.es la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife). Aunque la apariencia de los polluelos no tenga nada que ver con la de la especie parasitada, los huevos del cuco o críalo sí imitan muy bien a los del pájaro en cuyo nido donde ponen sus huevos.
Esta estrategia se conoce como nidoparasitismo, la situación en la que un ave pone sus huevos dentro del nido de otra especie. Este pájaro ‘parasitado’ se encargará de la incubación, el cuidado y la manutención de la descendencia del parásito. El joven cuco o críalo recibe todas las atenciones de los propietarios del nido asaltado, a los que, con frecuencia, supera considerablemente en volumen. "Los padres identifican a los pollos de cuco como sus propias crías que alimentan hasta que se hacen independientes", señala Blas Molina, biólogo del área de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife. *
Mientras que el polluelo del cuco suele tirar el resto de huevos ‘legítimos’ al eclosionar antes, el críalo acaba con los otros polluelos al competir por el alimento o por asfixia y aplastamiento, debido a su mayor tamaño. En general, el críalo parasita a la urraca y a otros córvidos (la familia de los cuervos).
Si aún te preguntas por qué se sabe que se trata de cucos (más allá de su apariencia), presta atención al final del vídeo. Seguro que entonces escuchas su característico canto (‘cuu-cu’, ‘cuu-cu’).
¿Te puedes quedar calva/o si tocas una oruga procesionaria?
Un maldito sobre el que no conocemos su estado de alopecia nos ha preguntado por un rumor popular sobre las procesionarias de pino (Thaumetopoea pityocampa): si las tocas, ¿te quedas calvo? Si tocas una oruga procesionaria, tocarás también sus pelos diminutos repletos de una proteína que puede producir picor, irritación de ojos, problemas respiratorios y, en algún caso raro, reacciones alérgicas, pero no hay evidencia de que tu pelo se vaya a ver afectado.
Las orugas procesionarias cuentan con una proteína urticante denominada thaumatopina. El pelo de estas orugas está repleto de esta sustancia. Entrar en contacto con ella, aunque sea mínimamente, causa una reacción en la piel, acompañada de picor e irritación de oídos, ojos nariz y garganta; problemas respiratorios y, en casos raros, reacciones alérgicas, detalla la organización británica de investigación Forest Research.
Dentro de ese listado de síntomas no se encuentra ninguna afección concreta sobre el pelo. Hemos hecho una búsqueda de literatura científica y tampoco hay casos en los que se asocie una pérdida de pelo con la exposición a la proteína urticante de estas procesionarias.
Los pinos (árboles del género Pinus) son los más susceptibles a esta especie de oruga. La larva se alimenta de las acículas (las hojas finas y puntiagudas de los pinos), lo que provoca una caída prematura de sus hojas, debilita a los árboles y les hace más vulnerables al ataque de otras plagas o enfermedades, así como a factores ambientales como sequías o inundaciones.
La recomendación ante la presencia de una oruga procesionaria, tanto para humanos como para animales (como las mascotas), es que eviten el contacto con ellas de cualquier forma. Si están en un entorno urbano o donde haya contacto frecuente con humanos (como un parque o una zona de juegos), lo adecuado es avisar al teléfono de emergencias para que los servicios municipales retiren los nidos o las orugas.
Antes de que os vayáis...
Como todas las semanas llegados a este punto nos gustaría recordaros que estamos aquí para resolver todas las dudas y preguntas que tengáis respecto a información científica, pero que si lo que te inquieta tiene que ver con un diagnóstico, tratamiento o afección personal, lo único que podemos aconsejarte es que acudas a un profesional sanitario que conozca personalmente tu caso y pueda tratarte adecuadamente.
* Actualizado el 14 de abril a las 10:12 con la respuesta de Blas Molina.