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MALDITA CIENCIA

Efectos del CBD, creatina y calvicie y relación entre caries y COVID-19. Llega el consultorio 144º a Maldita Ciencia

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Ni a echarnos de menos os damos tiempo. Haya sido más o menos larga tu semana, ¡es viernes! Y eso significa que llega una nueva entrega de nuestro maldito consultorio científico: el compañero ideal de tus ganas de finde.

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¿Qué efectos tiene el CBD en la salud?

Una de las preguntas que nos habéis planteado esta semana es si se ha demostrado algún efecto en la salud por parte del cannabidiol o CBD, uno de los más de 500 compuestos presentes en la planta Cannabis sativa o marihuana. El CBD no tiene efectos psicoactivos que actúen sobre el sistema nervioso, alterando las funciones psíquicas, por lo que no ocasiona la “euforia” ni el colocón que se atribuye a la marihuana. El componente de la planta que "coloca" es el delta-9-tetrahidrocannabinol o THC. Aunque se conocen algunos efectos sobre la salud de este compuesto, de momento, solo hay un fármaco aprobado en cuya composición se incluye el CBD: el epidiolex, indicado para un tipo muy concreto de epilepsia en niños. 

Aunque hay efectos fisiológicos/biológicos que se relacionan con el CBD (como antiinflamatorios, analgésicos y antiepilépticos), lo que la ciencia sabe con seguridad hasta el momento es que “el CBD es eficaz solo en un rango limitado de afecciones médicas, tales como epilepsia, dolor crónico, náuseas y vómitos provocados por la quimioterapia”, según detalla a Maldita.es Ana Martín, investigadora postdoctoral de la Fundación IMIM y del Grupo de Investigación de Neurobiología del Comportamiento (GReNeC-NeuroBio) de la Universidad Pompeu Fabra.

“Estos efectos tienen un fundamento científico: el receptor de endocannabinoides presente en las células del organismo, tanto a nivel del sistema nervioso como en otros órganos (músculo, intestino, etc)”, explica a Maldita.es Paula Pifarre, investigadora en el Centro de Regulación Genómica (Barcelona).

Pifarre añade que el resto de efectos asociados a esta sustancia, por ejemplo, sobre el sistema nervioso, inflamatorio, digestivo o los efectos anticancerígenos e inhibidores de metástasis, de momento solo han sido estudiados en modelos animales. Lo mismo ocurre en el campo de la psiquiatría, donde se sigue investigando si el CBD podría desempeñar un papel por su actividad antidepresiva y ansiolítica.

Como decíamos, actualmente solo hay un medicamento en cuya composición aparezca el CBD, denominado epidiolex. “Está aprobado para un tipo muy concreto de epilepsia muy grave y resistente al resto de tratamientos en la infancia, no para todos los tipos de esta enfermedad. Además, no se utiliza como único fármaco sino como fármaco adyuvante (añadido a otros). Solo se usa cuando los niños no responden a otros tratamientos”, explica a Maldita.es Hugo López Pelayo, especialista en psiquiatría en el Hospital Clínic de Barcelona  y vicepresidente segundo de la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y otras Toxicomanías. 

¿Es peligroso el consumo de esta sustancia? Al no tener efectos psicoactivos, el CBD no está asociado a los potenciales efectos negativos de la marihuana. El principal problema que podría surgir de su consumo es que tenga interacciones con la medicación habitual (por ejemplo con antidepresivos) pero, en palabras de Moisés García Arencibia, bioquímica, biólogo molecular, investigador en el potencial neuroprotector de los compuestos de la marihuana y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, “es una sustancia relativamente segura para consumir, sin los efectos del THC”.

Eso sí, en dosis altas, el CBD puede producir efectos secundarios moderados no deseados, como sensación de cansancio, somnolencia, sequedad de boca, cefaleas, mareos y disminución del apetito.

¿Existe relación entre el consumo de creatina y la calvicie?

Nos habéis preguntado por la supuesta relación entre el consumo de creatina, un compuesto comúnmente utilizado para mejorar el rendimiento físico y aumentar la masa muscular, y la calvicie.  Lo cierto es que no hay evidencias científicas sólidas que señalen que quienes utilizan creatina tengan mayor riesgo de desarrollar alopecia

El origen de la sospecha es un estudio en el que se proporcionaba creatina a un grupo de deportistas y placebo al grupo contrario. “Posteriormente, se analizaron los niveles de dihidrotestosterona (DHT), una sustancia que supone una de las principales causas de alopecia androgenética, la que desencadena la alopecia y la calvicie común”, explica a Maldita.es David Saceda, tricólogo. Los resultados del estudio señalaban que en el grupo que tomaba creatina, aumentaban los niveles de DHT frente a quienes tomaban placebo. Sin embargo, Saceda indica que este estudio tiene sesgos y no es del todo preciso: "De hecho, en estudios posteriores con análisis similares de testosterona no se han podido replicar los mismos datos”, añade. 

“Realmente la creatina, bien tomada, no influye para nada en el pelo”, afirma a Maldita.es Claudia Bernárdez, dermatóloga de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV). El malentendido, añade, también podría deberse a que muchas de las personas que la toman, también consumen anabolizantes. “Estos, al ser derivados de la hormona masculina, de la testosterona, puede contribuir a potenciar el tipo de caída del cabello”, concluye. 

Por su parte, la dermatóloga Sara Gómez Armayones señala a Maldita.es que actualmente no existe evidencia científica sobre la relación entre la alopecia androgenética y el uso de creatina: “No se ha podido demostrar mediante ensayos clínicos ni estudios científicos bien planificados que haya relación entre ambos”.

"En conclusión: aunque hay algún estudio a nivel analítico que refleja que la creatina sí implica un aumento de la DHT, relacionada con la alopecia; hay también muchos otros en los que parece que no afecta para nada en la DHT. Así que nos quedamos un poco como un asunto pendiente de la ciencia”, resume Saceda.

¿La COVID-19 aumenta el riesgo de padecer caries?

Nos habéis preguntado si es cierto que las caries pueden ser un efecto del coronavirus porque habéis oído a un dentista decir que ve más y peores caries en gente que pasó la COVID-19 y queríais saber si es cierto. La respuesta corta es que no hay evidencia científica de que el coronavirus SARS-CoV-2 genere caries pero la pandemia sí podría haber retrasado el diagnóstico y tratamiento de las caries, igual que otras patologías.

El presidente del Consejo General de Dentistas, Óscar Castro Reino, explica a Maldita.es que “no existe ninguna evidencia científica que permita, ni siquiera sospechar, que el coronavirus tenga algún efecto en la aparición o evolución de las caries. La caries tienen una etiología multifactorial, en la que confluyen determinadas bacterias orales, las cuales, al metabolizar los azúcares de la dieta, provocan ácido que es el responsable último de la desmineralización y la aparición de la caries”. En cambio, sí es posible que durante la pandemia, por diferentes razones, las lesiones de caries hayan podido empeorar en “algunos pacientes por haber dejado de acudir a sus revisiones periódicas al dentista”, añade Castro Reina.

“Hasta el momento no tengo referencia de ningún artículo científico que defienda” que el coronavirus tenga relación con las caries, aclara a Maldita.es, el dentista y maldito Germán Santiago Mariño que nos ha donado sus superpoderes. Como explica, el SARS-CoV-2 es un virus y “la caries está producida por efecto indirecto de ciertas bacterias. Desde mi humilde opinión es difícil encontrar una base científica a esa afirmación”.

La Sociedad Española de Medicina Oral (SEMO) afirma a Maldita.es que tampoco han encontrado ninguna publicación científica que relacione un aumento de caries con la infección por SARS-CoV-2. En cambio, SEMO destaca que “sí existen publicaciones que relacionan mayor gravedad de las lesiones por caries diagnosticadas con el tiempo que han estado cerradas las consultas dentales y el temor de los pacientes a acudir a consulta”.

¿Qué consecuencias puede tener el mantenimiento de razas puras en la salud de los perros?

Nos habéis preguntado qué inconvenientes podría tener el mantenimiento de las razas puras en perros a largo plazo. La respuesta es que, si no se lleva un control sobre su apareamiento, la consecuencia puede ser el desarrollo de endogamia y la correspondiente pérdida de diversidad genética de nuestras mascotas. 

Se trata de una consecuencia importante, dado que “la diversidad genética se ha asociado a una mejor adaptación en multitud de especies y se cree que podría ser un mecanismo evolutivo de defensa frente a las enfermedades”, según afirma a Maldita.es Javier HM Aranda, veterinario de sanidad animal y maldito que nos ha prestado sus superpoderes.

"La endogamia supone una pérdida de diversidad genética como resultado de cruzar perros emparentados entre sí", indica la veterinaria y maldita que nos ha prestado sus superpoderes Mercedes González a Maldita.es. "Se sabe que tiene efectos como la reducción de la esperanza de vida (los perros de razas puras viven de media 1,2 años menos que los mestizos según un estudio, aunque estos resultados solo son un dato y no se puede generalizar), la reducción de la fecundidad o menores tamaños de camadas, además de un mayor riesgo de malformaciones congénitas", añade.

Como explica González, los perros de raza pura se obtienen de criadores que seleccionan y mantienen linajes con características determinadas de comportamiento o físicas dentro de lo que se denominan estándares (medidas, colores aceptados, temperamento...) regulados y controlados por las asociaciones internacionales y nacionales de cría canina, y las especializadas para cada raza", explica González.

Ahora bien,  el resultado de la reproducción y la cría de perros no controlada y no asesorada científicamente para el mantenimiento de una raza es el desarrollo de endogamia o apareamiento entre individuos de ascendencia común. “Esta selección intensa en poblaciones cerradas y limitadas en tamaño, es una de las principales causas de que en la especie canina actual existan unas 1000 enfermedades y alteraciones hereditarias”, advierte Aranda. 

Además, se sabe que existen razas con predisposición a sufrir determinadas enfermedades hereditarias, en muchas ocasiones potenciadas por la selección artificial. Algunos ejemplos son la displasia de cadera (Pastor Alemán o al Labrador Retriever),  el síndrome braquicefálico (Bulldog Francés, el Bulldog Inglés o el Carlino) o la enfermedad mitral degenerativa crónica (Cavalier King Charles Spaniel).

Por otra parte, el hecho de que haya razas “que se pongan de moda” favorece que surjan criaderos poco profesionales. “Estos son ilegales, cruzan perros emparentados consiguiendo niveles de endogamia tan elevados que sus descendencias tienen problemas de salud muy graves. Incluso dan lugar a tráfico de animales procedentes de países en los que su producción masiva no está regulada ni controlada. Se trasladan en condiciones sanitarias muy deficientes, muriendo muchos cachorros por el camino y poniéndose a la venta en un estado de salud lamentable”, concluye González.

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En este artículo han colaborado con sus superpoderes los malditos Moisés García Arencibia, Mercedes González, Javier HM Aranda y Germán Santiago Mariño.

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