La Vega de Granada se encuentra inmersa en un enjambre sísmico. Durante la noche del 26 de enero tres terremotos con magnitudes entre 4,2 y 4,5 sobre la escala de Richter y epicentro en el municipio de Santa Fe, según el Instituto Geográfico Nacional, sacudieron la provincia. Durante esa noche los terremotos superaron la veintena y ya son más de 30 los seísmos perceptibles que se han vivido en la capital andaluza desde el pasado sábado 23 de enero.
#ACTUALIZACIÓN @E112Andalucia ha gestionado casi 450 llamadas por los #TerremotosGranada, que según @IGN_Sismologia supera la veintena
— Emergencias 112 (@E112Andalucia) January 27, 2021
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A raíz de esta situación, se está afirmando que la sucesión de varios pequeños terremotos es positiva pues, de esta forma, se libera la energía y se evita uno mayor. Según expertos consultados por Maldita Ciencia, esta afirmación no tiene fundamento científico.
No se puede afirmar que muchos terremotos pequeños eviten uno mayor
Para comenzar, hay que recordar que vivimos en un país sísmico. España está situada en un límite de placas entre Eurasia y África, las cuales están en movimiento y, por tanto, friccionan entre ellas. Esta fricción se acumula en forma de energía y cuando esta se libera, se produce un seísmo. Algunas personas aseguran que “si las placas acumulan energía durante mucho tiempo, al liberarla de golpe se genera un terremoto de gran magnitud”. Pero que, sin embargo, “si esa misma energía se va liberando poco a poco, habrá más terremotos pero de mucha menor intensidad y sin daños”.
Elisa Buforn, investigadora en sismicidad, sismotectónica y riesgo sísmico en la Universidad Complutense de Madrid, señala a Maldita Ciencia que no existe ninguna evidencia científica para afirmar esto y se trata de una leyenda urbana. El Servicio Geológico de Estados Unidos publica en un informe que para igualar la energía que se desprende en un terremoto de magnitud 6, se necesitan 32 de magnitud 5, 1000 de magnitud 4 o 32 000 de magnitud 3, por lo que “aunque se registran más seísmos pequeños que grandes, no son los necesarios para liberar la energía de un gran terremoto ocasional”. Es importante señalar, tal y como apunta Buforn, que hoy por hoy no existe ninguna forma precisa de predecir un terremoto.
Además, hay que tener en cuenta que las escalas de magnitud que sirven para medir los seísmos son exponenciales, tal y como explica de forma gráfica el Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico.
Por su parte, Beatriz Gaite, sismóloga del Instituto Geográfico Nacional, asegura a Maldita Ciencia que no se puede afirmar que no vaya a ocurrir otro terremoto. La Vega de Granada, según señala, es una zona de peligrosidad sísmica clara (apunta que se han llegado a registrar terremotos de intensidad 9-10, como el de Arenas del Rey en 1884), por lo que no se puede decir que no se vaya a producir uno mayor. De hecho, asegura que dos horas antes de se produjese en Lorca el seísmo de magnitud 5,1 que provocó tantos daños superficiales, se había registrado uno de magnitud 4,5. "Esto es un ejemplo claro de que terremotos de menor magnitud, no evitan uno mayor", afirma Gaite. *
El Colegio Oficial de Geólogos publicó en una nota de prensa que "el hecho de que se produzcan pequeños terremotos evita que la energía acumulada en la falla desemboque en un terremoto mayor". **
Lo que está viviendo Granada es un enjambre o secuencia sísmica
Según Elisa Buforn, existe una clasificación de tres modelos de ocurrencia terremotos: uno grande, seguido de réplicas de menor magnitud; pequeños movimientos sísmicos precursores, un terremoto grande y réplicas, y, por último, una serie de terremotos de similar magnitud, seguidos de pequeñas réplicas.
Este último caso, llamado enjambre o secuencia sísmica, sería el que desde el pasado sábado 23 de enero se está viviendo en Granada, donde se han producido, según el Instituto Geográfico Nacional, cuatro terremotos con una magnitud superior a 4 sobre la escala de Richter. La causa principal de estos terremotos en la Vega de Granada, según investigadores de Geodinámica de la Universidad de Granada (UGR) y del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, es la aproximación continua de 4 a 5 milímetros al año entre las placas eurasiática y africana. Tal y como señalan, el movimiento entre estas placas libera de forma brusca la energía acumulada en las fallas, lo que produce el terremoto. A pesar de la continuidad de los seísmos, Buforn señala que “no hay que ser alarmista, pero sí realista” y apunta que España cuenta con una Norma de Construcción Sismorresistente de obligado cumplimiento.
En Maldita.es ya hemos desmentido varios bulos y desinformaciones relacionados con los terremotos sucedidos en Granada.
* Hemos actualizado esta pieza el 27/01/2021 a las 13:47 para añadir las declaraciones de Beatriz Gaite a Maldita Ciencia.
** Hemos actualizado esta pieza el 28/01/2021 para añadir la nota de prensa del Colegio Oficial de Geólogos.
Primera fecha de publicación de este artículo: 27/01/2021