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MALDITA CIENCIA

Las afirmaciones falsas de Roxana Bruno sobre las vacunas contra la COVID-19

Publicado
Claves
  • Es falso que no se estén evaluando las vacunas a largo plazo.
  • Es falso que se haya usado una sola especie en los ensayos con modelos animales de la vacuna.
  • Es falso que las vacunas con adenovirus serotipo 5 aumenten el riesgo de contagiarse de VIH.
  • Es falso que las vacunas de ARN mensajero sean un "experimento de transgénesis".
  • Ni el coronavirus es de ARN mensajero ni muta con gran rapidez ni hay pruebas de que las vacunas no sirvan en caso de mutaciones.
  • No es cierto que no se detecte coronavirus en los testículos y en el semen.




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Nos habéis consultado por un vídeo en el que habla la inmunóloga argentina Roxana Bruno de las vacunas frente al coronavirus. En agosto los compañeros verificadores argetinos de Chequeado, verificadores miembros del International Fact-Checking Network (IFCN) como Maldita.es, desmintieron afirmaciones falsas que Bruno dijo en una entrevista radiofónica sobre el coronavirus. Ahora desmontamos otra serie de afirmaciones falsas que Roxana Bruno ha dicho sobre el coronavirus y las vacunas en una nueva entrevista.

Es falso que no se estén evaluando las vacunas a largo plazo

"No se está evaluando a largo plazo", dice Bruno sobre las vacunas del coronavirus. Es falso. Los posibles efectos secundarios a largo plazo se monitorizan en la fase IV, posterior a la comercialización de cualquier fármaco. En esta fase se busca encontrar sobre todo los efectos secundarios más raros, que pueden observarse sólo cuando el medicamento es utilizado a gran escala.

Como ya contamos, en el caso de España, el Plan de Seguridad de Vacunas de la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios), que forma parte del Sistema Español de Farmacovigilancia, reforzará la notificación y monitorización diaria de efectos adversos de las vacunas contra el coronavirus. En una web que se habilitará, cualquier persona vacunada podrá alertar de posibles efectos secundarios para garantizar el uso seguro de la vacuna, según ha explicado la directora general de la AEMPS. Cada 15 días se presentará un análisis de estas notificaciones de posibles efectos adversos, que se incluirá en una base de datos única con otras agencias europeas. 

Para saber si estos posibles efectos adversos son más frecuentes entre vacunados que en la población general y en qué proporción se usará una base de datos con 13 millones de historias clínicas en España y 80 millones a nivel europeo.

Es falso que se haya usado una sola especie en los ensayos con modelos animales de la vacuna

Bruno dice que los ensayos de la vacuna en modelos animales sólo han usado una especie. Es falso. Por el momento se han realizado en ratones y macacos, como recordó la Sociedad Argentina de Inmunología en agosto.

Es falso que las vacunas con adenovirus serotipo 5 aumenten el riesgo de contagiarse de VIH

“Dos estudios internacionales evaluaron una vacuna contra el sida, utilizando un vector con adenovirus tipo 5, y encontraron que había un mayor riesgo de adquirir VIH (virus de inmunodeficiencia humana) entre los hombres vacunados”. Pero es falso lo que afirma Bruno. La vacuna rusa Sputnik V usa este tipo de adenovirus, pero no así las ya aprobadas en varios países como la de Pfizer/BioNTech, la de Moderna y la de la Universidad de Oxford/AstraZeneca.

La genetista biotecnológica y doctora en Ciencias Médicas, Erika Castillo, lo ha desmentido al Verificador del diario peruano La República, verificadores miembros del International Fact-Checking Network (IFCN) del que también forma parte Maldita.es. El estudio en que se basa Bruno para hacer esas afirmaciones sí dice que se produjo más infecciones en las personas después de la aplicación de este tipo de vacunas pero no tuvo en cuenta la inmunóloga argentina que se dieron en una población con riesgo de sida, ya que eran personas que contrajeron el virus del VIH.

“Al parecer, hay una reacción que desencadena este tipo de adenovirus (Ad5) que puede reaccionar con las células inmunes en el cuerpo. Pero, ¿por qué pasa esto? El VIH es una enfermedad autoinmune, el virus del sida ataca a las células inmunes. Entonces, si el virus ataca a nuestras células de protección, no vamos a tener protección frente a cualquier infección, o en general, cuando hay vacunas de este tipo”, explicó Castillo a La República.

Por lo tanto, según la genetista, no podemos concluir que “por el simple hecho de ponerle vacuna de adenovirus a los hombres o las personas, en general, los hará vulnerables“. “Entonces, que haya contraindicaciones de algunos tipos de poblaciones vulnerables no descalifica a la vacuna No podemos poner un grupo como ejemplo para extrapolarlo a una población en general”, afirmó a La República.

Además, como ya explicamos en nuestro artículo en que comparamos la COVID-19 y el sida, el VIH se transmite por la sangre, relaciones sexuales o de madre a hijo. “En las personas que tienen alto riesgo de contraer sida o que son portadores del virus o que sean seropositivos, podría haber una reacción con el adenovirus. Sin embargo, Bruno da a entender que todas las personas vacunadas tienen riesgo de contraer el VIH, como si el virus del sida fuera una enfermedad del ambiente”, aclaró Castillo a La República.

Es falso que las vacunas de ARN mensajero sean un "experimento de transgénesis"

Bruno también critica las vacunas de ARN mensajero como las de Pfizer/BioNTech y la de Moderna, "por inocular intermediarios de genes nuevos" ya que "esto es más bien un experimento de transgénesis". Pero, como ya explicamos, las vacunas de ARN mensajero no pueden hacernos transgénicos ni alterar nuestro ADN.

En realidad, estas vacunas de ARN mensajero se limitan a introducir una secuencia de ARN con las instrucciones para producir el antígeno, una parte del virus, en nuestras células. De esta forma se entrena al sistema inmune para que reconozca los patógenos que causan enfermedades y así pueda defenderse de ellas. Lo que hacen las vacunas de ARN mensajero es, en vez de introducir en el organismo un patógeno atenuado o una parte de este, introducir las instrucciones para que sea nuestro propio organismo el que produzca el antígeno (en este caso una proteína) que desencadene la reacción del sistema inmune.

En el caso del coronavirus SARS-CoV-2, la vacuna de ARN mensajero provoca que se produzca la proteína S de la superficie del virus y así entrena a nuestro sistema inmune frente al coronavirus antes de que ocurra la infección.

Como explicó a Maldita Ciencia Lluís Montoliu, investigador del Centro Nacional de Biotecnología y presidente del Comité de Ética del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), "al utilizar ARN mensajero estas vacunas le están proporcionando a las células las instrucciones para que estas fabriquen proteína S del coronavirus. Nada más. Estas moléculas de ARN mensajero son extraordinariamente lábiles [frágiles], y desaparecen muy rápidamente tras ser usadas para producir proteína S. Por eso hay que mantenerlas congeladas a tan baja temperatura".

Montoliu descartó que estas moléculas vayan "a insertarse en nuestro ADN, que sería la única manera de que nuestras células acabaran modificadas genéticamente, es decir, que se convirtieran en transgénicas. El ARN se administra, se usa y desaparece, se destruye y degrada por la propia célula, y ahí acaba su viaje". Las vacunas de ARN mensajero no podrían de ninguna forma interferir en la secuencia de ADN de nuestras células.

El motivo es que, a diferencia del ADN que se encuentra en el núcleo de la célula, el ARN se encarga de llevar las instrucciones a la máquinaria celular que se encuentra fuera del núcleo. Por eso, tal y como explican los autores de este artículo publicado en la revista Journal of Immunology Research, "el ARN no necesita entrar en el nucleo durante el proceso y por eso no hay riesgo de que se integre en el genoma".

"Modificar el ADN sería como añadir un ingrediente extraño en una receta que ya existe, lo cual podría suponer que el plato resultante sea distinto. Pero inyectar ARN sería como añadir de forma temporal una nueva receta en el libro de cocina sin tocar las que ya tiene el libro, y por tanto no habría cambios inesperados en las recetas previas", explican los autores de este artículo publicado en la web de la Universidad de Harvard.

"Las vacunas no pueden generar transgénicos porque no se integran en el ADN humano", explicó a Maldita Ciencia la viróloga Sonia Zuñiga, investigadora de coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología.

Ni el coronavirus es de ARN mensajero ni muta con gran rapidez ni hay pruebas de que las vacunas no sirvan en caso de mutaciones

"Hay que recordar que los virus de ARN mensajero mutan con gran rapidez. Ya se han identificado múltiples mutaciones del SARS-CoV-2 y están publicadas. Por lo tanto, el desarrollo de este tipo de vacunas para virus de ARN mensajero se puede ver obstaculizado si el virus muta y evade la inmunidad inducida por la vacuna", afirma Bruno. Pero esto no es así.

Primero, hay que aclarar que el coronavirus es de ARN, no de ARN mensajero. Esta sustancia proviene del núcleo celular en eucariotas (células con núcleo celular) y no está presente en virus de ningún tipo.

Segundo, aunque es cierto que el coronavirus muta y se han identificado mutaciones como la de la nueva variante aparecida en Reino Unido, el coronavirus SARS-CoV-2 muta muy poco si se compara con otros virus ARN, según explicó a Maldita Ciencia Pepe Alcamí, virólogo del Instituto de Salud Carlos III.

Según Alcamí, la mayoría de esas mutaciones representan o bien cambios que no alteran las funciones de sus proteínas (mutaciones neutras), o cambios que hacen que el virus no sea viable o pierda eficacia (mutaciones negativas). Pero, de vez en cuando, y por azar “el virus genera una ‘combinación ganadora’ que le hace mejorar su función”.

Tercero, no se sabe todavía si las mutaciones pueden afectar a la respuesta de anticuerpos o la eficacia de la vacuna. “Hay motivos para pensar que las vacunas también funcionarán contra esta nueva cepa, aunque obviamente eso debe ser analizado minuciosamente", ha señalado a The Guardian Ewan Birney, subdirector general del Laboratorio Europeo de Biología Molecular y codirector del Instituto Europeo de Bioinformática en Cambridge, porque han sido probadas con muchas variantes del virus en circulación. 

“Las vacunas producen anticuerpos contra varias regiones en la proteína S, así que es improbable que un simple cambio vaya a hacer la vacuna menos efectiva. Con el paso del tiempo, según ocurran más mutaciones, la vacuna podría necesitar ser alterada” como ocurre con la gripe estacional, aunque el coronavirus muta menos rápido que la gripe y las vacunas de ARN mensajero que se han autorizado pueden ser modificadas rápidamente, ha explicado la revista científica British Medical Journal. La OMS ha explicado que se está investigando si esta variante está asociada con cambios en la eficacia de las vacunas.

Además, el director general de Pfizer España, Sergio Rodríguez, ha declarado que su vacuna es "fácilmente adaptable a las mutaciones del virus".

No es cierto que no se detecte coronavirus en los testículos y en el semen

"No se encuentra virus en los testículos. No se detecta secuencia del SARS en los testículos afectados" en casos de COVID-19, afirma Bruno. Pero es falso.

Ya contamos en mayo que un estudio había encontrado coronavirus en el semen. Posteriormente más estudios han encontrado coronavirus en los testículos de una persona que falleció por COVID-19.

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