Nos habéis preguntado por un texto en el que se afirma que “Bruselas” afirma que “la tecnología 5G es perjudicial para la salud humana y el medio ambiente”. En él, no se aclara quién supuestamente ha dicho esa cita ni dónde ni cuándo. A día de hoy no hay evidencias de que el 5G sea perjudicial para la salud ni para el medio ambiente. Os contamos lo que sabemos al respecto.
Solo el titular de este texto, que también ha sido compartido en redes sociales, indica que “Bruselas” ha confirmado que “la tecnología 5G es perjudicial para la salud y el medio ambiente”. Pero después, en todo el artículo, no se explica quién supuestamente ha defendido esa idea (ni dónde ni cómo). Nos hemos puesto en contacto con la plataforma que lo ha publicado para preguntárselo, pero no ha hecho declaraciones al respecto.
No, el Consejo de la UE no ha dicho que el 5G sea malo para el medio ambiente ni para la salud (de hecho, dice que es falso)
El texto hace algunas referencias al Consejo de la Unión Europea y a un encuentro titulado “La configuración del futuro digital en Europa”. Este organismo ha afirmado a Maldita Ciencia que no ha dicho que el 5G sea perjudicial para la salud ni para el medio ambiente.
“Es falso. Por el contrario, las recientes conclusiones del Consejo subrayan la importancia de luchar contra tal información errónea”, ha afirmado el Consejo de la UE.
En el texto analizado se mencionan algunas conclusiones de este encuentro, recogidas en este documento publicado el pasado 9 de junio. Por ejemplo, en cuanto al 5G y al 6G, se indica que el Consejo de la Unión Europea “tiene en cuenta las directrices internacionales sobre los efectos de los campos electromagnéticos en la salud”.
Pero en ningún momento en todo el documento el Consejo menciona que las redes 5G puedan ser peligrosas para la salud ni el medio ambiente. De hecho, el organismo dice que hay que combatir este tipo de “información falsa”.
Y en el texto que hemos analizado, en el que continuamente se hace referencia a los supuestos efectos perjudiciales del 5G, llegan a incluir el fragmento en el que el Consejo contradice su idea.
“(El Consejo de la UE) Manifiesta la importancia de combatir la expansión de información falsa ligada a las redes de 5G, especialmente en lo relativo a afirmaciones falsas según las cuales dichas redes suponen una amenaza para la salud o están vinculadas con la COVID-19”, explica el organismo en el documento.
El texto incluye una resolución que no es de la UE y “no está avalada por ninguna sociedad científica”
Además, en el texto se incluye como justificación la resolución 1815/2011, titulada “Los peligros potenciales de los campos electromagnéticos y sus efectos sobre el medio ambiente". En ella, por ejemplo se sugiere tomar medidas para reducir la exposición a los campos electromagnéticos, “especialmente a las radiofrecuencias emitidas por los teléfonos móviles, y en particular la exposición en niños y jóvenes, para quienes el riesgo de tumores de la cabeza parece mayor”.
Esta resolución fue publicada en 2011 por el Consejo de Europa, que no es lo mismo que el Consejo de la Unión Europea y no forma parte de las instituciones de la UE, tal y como explica aquí la Comisión Europea. Se trata de una organización internacional que se dedica a "la defensa, protección y promoción de los derechos humanos".
En el texto analizado, se afirma que el Consejo de la UE recuerda la vigencia de esta resolución. Este organismo ha negado a Maldita Ciencia haberlo hecho.
Alberto Nájera, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha y vocal del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), insiste en que la resolución no tiene validez científica alguna. “Se trató de una declaración promovida por una serie de personas, no está avalada por ninguna sociedad científica ni nada que se le parezca, y no es de la Unión Europea. Viene a recoger lo mismo que un pseudoinforme, el Bioinitiative, muy criticado por la comunidad científica”, afirma a Maldita Ciencia.
No hay evidencias de que el 5G pueda dañar nuestra salud ni el medio ambiente
Según el texto, “son innumerables los estudios científicos existentes que alertan de los daños que ocasionan al ser humano y al medio ambiente el uso inadecuado de estos campos electromagnéticos”.
Para intentar demostrarlo, se incluye esta bibliografía con decenas de enlaces. Nájera considera que esta bibliografía es “un despropósito”.
Asegura que no se proporciona ningún estudio científico que demuestre que el 5G pueda ser perjudicial para la salud o el medio ambiente: “Solo hay al final tres artículos científicos enlazados de la revista Bioelectromagnetics y son de 1998, están sacados de contexto y no tienen mucho que ver con lo que se trata o se pretende justificar”.
Como os contamos aquí, el alarmismo por los supuestos daños de la nueva tecnología no es algo nuevo. A la quinta generación telefónica de telefonía móvil, 5G, se le atribuyen desde la aniquilación de bandadas de pájaros a ser la causa por la que el personal técnico lleva exagerados trajes protectores. También circulan contenidos que dicen que este tipo de ondas son el origen de enfermedades de todo tipo.
A día de hoy, no hay evidencias suficientes que respalden estos supuestos daños (ni en la salud humana ni en el medio ambiente y los animales).
Ni el 5G ni ninguna otra tecnología deben sobrepasar los límites de exposición a campos electromagnéticos establecidos
Tras referirse al 5G, mencionan que “toda tecnología inalámbrica ha de pasar por unos controles específicos y rigurosos antes de salir al mercado y no dar por hecho que son inofensivos”.
Nájera explica que “la ciencia no demuestra negaciones”. “No se demuestra que algo es inocuo, sino si es perjudicial. Por ejemplo, ¿el agua es inocua? No, es perjudicial, pero ¿cuándo? Si te ahogas, por ejemplo o si se te bebes 10 litros. Hay que saber cuáles son los límites de seguridad a partir de los cuales hay efectos y establecer límites de seguridad por debajo”, afirma.
El profesor subraya que tanto la la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) de EE UU como la Comisión Internacional de Protección de Radiación no Ionizante (ICNIRP) han revisado recientemente los límites de exposición a campos electromagnéticos de radiofrecuencia, no sólo 5G: “Estos límites se establecen de acuerdo a la evidencia científica disponible y sirven para establecer los márgenes de seguridad en las legislaciones”.
Es decir, la radiación debe estar siempre por debajo de los límites internacionales de seguridad establecidos por la ICNIRP. Además, Nájera recuerda que la penetración de la 5G en el cuerpo (milímetros) es menor que la de las tecnologías anteriores (centímetros) a mayor frecuencia, tal y como os contamos aquí.
El mensaje ha sido publicado por una plataforma que dice investigar el sector eléctrico y no especifica en su web quiénes son sus propietarios
El mensaje ha sido publicado por la “plataforma ciudadana para la investigación judicial del sector eléctrico”. En su página web, no se especifica cuántas personas forman parte de esta plataforma ni quiénes son. Aseguran ser conscientes “de que la sociedad no tiene el suficiente eco político para investigar al sector energético” y dicen hacerlo ellos mismos en defensa de los consumidores.