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MALDITA CIENCIA

Qué sabemos sobre los avispones asiáticos "asesinos": no son peligrosos para los humanos pero sí pueden serlo para otros insectos

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Nos habéis preguntado por los insectos que han sido bautizados como avispones asiáticos “asesinos”. Estos animales pueden suponer un riesgo para otros insectos como las abejas, pero no suponen un peligro destacable para los humanos. Os contamos de dónde vienen y qué sabemos de ellos. 

El entomólogo estadounidense Justin Orvel Schmidt explica a Maldita Ciencia que los avispones gigantes asiáticos (Vespa mandarinia) viven en el sur y el este de Asia. Pero a finales de 2019 se detectó su presencia en Estados Unidos y en la Columbia Británica, en Canadá. “El descubrimiento en el área del estado de Columbia Británica y Washington es su primera introducción a una región fuera de su área de distribución nativa”, afirma. 

Foto publicada por el Departamento de Agricultura del Estado de Washington.

Puede llegar a medir hasta cinco centímetros, según The New York Times. Se trata de la avispa social (que construye colonias) de mayor tamaño que se conoce hoy en día y también se encuentra entre los insectos más grandes. Así lo explica Schmidt, que afirma que su gran tamaño les permite vencer a otros grandes insectos: “Son depredadoras de insectos grandes y, especialmente, de otros insectos sociales, incluidas las abejas y otros tipos de avispas”. 

Entonces, ¿representa este avispón un peligro para los ecosistemas en los que entra? “Sí, cualquier especie introducida en un área nuevo supone un peligro potencial”, responde el entomólogo. Subraya que de esta forma han surgido algunas de las peores plagas, no solo de insectos, sino también de ratas, ratones, gatos salvajes, cabras e incluso cerdos. 

En el caso de los avispones gigantes, si se establecieran en un ecosistema, considera que podrían alterar las poblaciones de otras avispas sociales y abejas melíferas. “Todos estos son insectos beneficiosos que pueden verse afectados”, añade. 

El Departamento de Agricultura del Estado de Washington afirma en su web que “unos pocos avispones pueden destruir una colmena en cuestión de horas”. “Entran en una ‘fase de matanza’ en la que matan abejas decapitándolas. Luego defienden la colmena como propia y cogen a las crías para alimentar a sus propias crías”, sostiene.

Foto publicada por el Departamento de Agricultura del Estado de Washington.

Aparte de estos ataques a insectos, Schmidt considera que el resto de daños son menores y son insectos “hermosos” a la vista. El entomólogo Akito Kawahara explica a The Conversation que en algunas partes de Japón, las personas consideran que estos avispones son beneficiosos porque eliminan las plagas, por ejemplo de orugas dañinas, de los cultivos.

Estos insectos no suponen un peligro importante para los humanos, según confirman ambos expertos. Si bien es cierto que pueden causar reacciones alérgicas que podrían llegar a ser muy graves, Schmidt asegura que suponen un menor riesgo “que el causado por las abejas, las avispas pintas amarillas o las hormigas de fuego”.

Kawahara afirma que en Japón ha visto en varias ocasiones estos avispones en las montañas a las afueras de Tokio. “Como cualquier otra avispa social, defenderán su nido si se interrumpe la colonia. Pero en la mayoría de los casos no harán nada si las personas no son agresivas con ellos”, explica.

Los aguijones de estos insectos, según cuenta, pueden perforar la ropa gruesa por lo que es recomendable evitarlos siempre que sea posible. Recuerda que una vez le picó uno de estos insectos: “La picadura es dolorosa, pero el hinchazón y el dolor en la mayoría de los casos disminuyen en unos pocos días”. 

Aún así, subraya que las picaduras de avispas y avispones mataron a menos de 13 personas al año en 2017 y 2018 en Japón , “menos del 0.00001% de la población nacional en un país donde muchas personas pasan tiempo en el bosque”.

En Estados Unidos se está intentando controlar a estos avispones para evitar que se establezcan en el ecosistema. La principal forma de hacerlo, según explica Schmidt, es atrapar a los avispones trabajadores y a las reinas con trampas de cebo para intentar destruir sus colonias. “La ciencia ciudadana será crucial para que las personas estén atentas y notifiquen a las autoridades su existencia”, indica.

Kawahara afirma que en el caso de ver un avispón gigante no es recomendable intentar eliminar los nidos ni rociarlos con pesticidas. Y aconseja a quienes puedan verlos en EE UU hacer una foto desde la distancia y reportarlo al Departamento de Agricultura del Estado de Washington. “Las fotos son esenciales para verificar que las identificaciones sean precisas”, indica.

Por el momento, no se sabe con certeza cómo estos insectos han llegado a América del Norte. Lo más probable, según el entomólogo, es que hayan entrado junto con alguna mercancía que haya sido transportarda hasta allí. De esta forma, Schmidt considera que estos animales podrían llegar a introducirse también en muchas islas en el sur de Asia, Australia, Europa o Sudamérica. 

“De nuevo, la introducción sería a través del comercio internacional con las reinas jóvenes que hibernan en el suelo o en algún material que se transporta”, añade. En este caso, sostiene que la forma principal de controlar la propagación de estos animales sería inspeccionar los paquetes que se envíen en los que se sospeche que puedan estar los avispones antes de mandarlos y una vez descargados en su destino.


Primera fecha de publicación de este artículo: 28/05/2020

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