Diferentes medios de comunicación han mostrado en estos días contenidos referidos a que las canas aparecen antes en caso de sufrir estrés. El estudio en el que se basan es real y ha sido publicado recientemente en la revista científica Nature. En él los investigadores identifican el mecanismo que rige la aparición temprana de canas (pelaje blanquecino) en ratones tras experimentar estrés. ¿La conclusión? Que el estado de tensión puede hacer que el pelo pierda su color, al agotar las células madre que forman los pigmentos en los folículos pilosos. Os lo explicamos.
Nuestro color de pelo está determinado por los melanocitos, unas células que producen combinaciones diferentes de melanina, el pigmento responsable de nuestro tono de cabello, piel, ojos, etc. Estos proceden de las células madre melanocíticas localizadas en los folículos. "Hay dos tipos de melanina: la eumelanina (que aporta un color oscuro al tallo) y la feomelanina (que aporta colores rojizos)", explica a Maldita Ciencia David Saceda, miembro del Grupo Español de Tricología de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que añade que la combinación de ambas define el color final del pelo desde el moreno más oscuro hasta el rubio platino.
Por otra parte, el ciclo del pelo habitual se divide en tres etapas: la regeneración del folículo piloso, su degeneración y el reposo. La producción de melanocitos comienza al inicio de la primera fase. Ahora bien, con el paso del tiempo y según sumamos años, el conjunto de estas células madre se agota, por lo que la tonalidad del pelo comienza a tornarse gris y blanco. ¿Por qué? Porque se pierde el pigmento de los folículos.
"Digamos que hay una reserva limitada, que muere poco a poco y, cuando desaparecen, la melanina deja de producirse", aclara Saceda. "Por ese motivo el cabello se vuelve transparente, aunque el efecto óptico haga que veamos las canas como blancas o amarillentas", argumenta.
Según Saceda, el estrés desencadena la síntesis de diferentes sustancias en nuestro organismo y libera neurotransmisores en las terminaciones nerviosas que ayudan a activar nuestro estado de alerta y capacidad de reacción. "Cuando sufrimos ansiedad estos mecanismos fisiológicos actúan de forma exagerada y constante. La publicación reciente de Nature relaciona el efecto de estás terminaciones nerviosas con la aparición de las canas de forma directa", confirma el experto.
Los autores consideran que esta sensación de tensión activa el sistema nervioso simpático, haciendo que se libere un neurotransmisor llamado noradrenalina. Este hace que las células madre de los melanocitos se activen excesivamente, como explica aquí la agencia SINC. De esta manera, todas las células madre se convierten en células productoras de pigmento, lo que agota "las reservas" antes de tiempo y provoca el encanecimiento del pelaje de los ratones.