Si hace unos días os hablábamos del aloe vera y su eficacia no demostrada para curar quemaduras, hoy le toca el turno a la arcilla verde. Nos habéis preguntado si es positiva para la piel y, aunque al igual que otros tipos de arcillas puede tener aplicaciones beneficiosas para nuestra salud, también puede ser perjudicial si contiene impurezas como metales pesados.
Las arcillas son muy usadas para tratamientos cosméticos. Hay evidencia científica de que las mascarillas de arcilla no mejoran la elasticidad o firmeza de la piel, al menos a corto plazo. Su uso continuado tal vez sí la mejore, pero de momento solo hay evidencias en experimentos con ratas. Otras aplicaciones cosméticas serían la absorción de grasa o la cobertura de imperfecciones de la piel, basadas en la gran capacidad que tiene la arcilla de absorción y de formar una película protectora en la piel.
Las arcillas han sido utilizadas con fines medicinales desde la prehistoria y hay evidencias de que pueden tener aplicaciones beneficiosas. Por ejemplo, se han comprobado las propiedades antibactericidas de algunas de ellas. En concreto, en este estudio se investigaron arcillas verdes que han sido tradicionalmente usadas para curar la “úlcera de Buruli” (una infección crónica de la piel). En el estudio vieron que algunas (hay de distintos tipos, dependiendo de su composición) sí mataban bacterias. Nuevas investigaciones están empezando a entender los mecanismos detrás de estas propiedades.
Sin embargo, el uso de arcillas también puede ser perjudicial si incluyen impurezas, por lo que es importante comprarlas a fabricantes que hayan pasado análisis y controles de calidad. También pueden ser tóxicas si se inhalan durante largos periodos de tiempo.