Cada 15 de octubre se celebra en todo el planeta el Día Mundial del Lavado de Manos. Las organizaciones sanitarias recuerdan que, con este sencillo gesto, disminuyen entre un 23% y un 40% los casos de diarrea, desciende hasta un 57% el abstensimo escolar fruto de enfermedades gastrointestinales y se reducen las enfermedades respiratorias (como los resfriados) hasta un 21%.
Desde bien pronto, nos acostumbramos (o deberíamos) a lavarnos las manos, como mínimo, antes de cada comida. Esto permite deshacerse de gran parte de los microogranismos con los que nos ponemos en contacto durante las horas previas y evitar así la propagación de gérmenes y el contagio de enfermedades. Pero, ¿es mejor hacerlo con agua y jabón o con gel desinfectante?
"Normalmente, si las manos están sucias, es mejor limpiarlas con agua y jabón", explica a Maldita Ciencia Rafael Rodríguez, médico del Área Sanitaria Norte de Córdoba. "Si es porque hemos tocado algo infectado, como un pañal, un bote con una muestra, etc., es mejor con el gel desinfectante", continúa y añade que en este último caso también sería correcto el lavado de manos con agua y jabón.
En el caso de profesionales sanitarios, la cosa cambia: la OMS recomienda recurrir a este tipo de geles por norma general, ya que "es más rápido, más eficaz y mejor tolerado por las manos que lavarlas con agua y jabón". Si las manos están visiblemente sucias, manchadas de sangre u otros fluidos corporales o después de usar el inodoro, es recomendable lavarse primero las manos con agua y jabón. "El personal sanitario, además, debe llevar guantes", incide Rodríguez.
Según la OMS, en definitiva, lo importante es mantener las manos limpias, dado que son la vía principal de transmisión de gérmenes, sobre todo mientras reciben atención sanitaria.
Y para la salud dérmica de nuestras manos, ¿cuál es el remedio más recomendable?
"Los dos métodos son muy útiles si se hacen bien", explica a Maldita Ciencia Sara Gómez Armayones, dermatóloga en el Hospital Clinic, en Barcelona. "Si al utilizar agua y jabón el lavado es correcto, el aclarado es bueno (que es muy importante ya que el jabón no está pensado para dejarlo sobre la piel) y el secado también, no hay ningún problema", añade. En el caso de que una persona sea alérgica a alguno de los componentes del jabón, la solución es sencilla: buscar otro que no lo tenga entre sus compuestos.
Con respecto a los geles antisépticos, el caso es el mismo: no hay ningún problema en utilizarlos siempre y cuando se tenga la piel sana y se utilice correctamente. "Hay que hacer fricción en muchas partes de las manos durante un cierto tiempo", explica Gómez. "Si el paciente tiene la piel dañada por lavado constante de manos o piel agredida, usar un gel de este tipo le va a 'picar', porque tiene más alcoholes". La conclusión de la experta en dermatología es que ninguno de los dos métodos es perjudicial ni es peligroso siempre y cuando se haga correctamente.
Si alguna vez te has preguntado si lavarse mucho las manos puede ser un problema para tu piel, puedes estar tranquilo: según Gómez, una persona que se lave las manos unas 10 veces al día (que ya son muchas veces), si se las seca correctamente y ocasionalmente aplica alguna crema hidratante, no tendrá problema alguno, al menos relacionado con la piel de sus manos.
"Donde vemos más problema es en las UCI, ya que las enfermeras tienen que lavarse las manos cada vez que cambien de paciente o de procedimiento (unas 50 o 60 veces, tranquilamente) y de forma intensa", explica Gómez. "Al lavarlas mucho, vamos perdiendo el manto lipídico de la piel y es más fácil que aparezcan eccemas, irritaciones o picor. Pero esto son casos extremos", añade.
Recordamos que las manos son una fuente de contagio de muchas infecciones, por ello, mantenerlas limpias es muy importante. "A veces vale más tener un poco de irritación que no lavárselas, sobre todo en el personal sanitario", concluye Gómez.