Añadir edulcorantes a los alimentos es una forma de seguir disfrutando de sabores dulces sin consumir azúcar. Pero habéis leído y oído que tampoco estos son inocuos para la salud y nos habéis preguntado, en concreto, si tienen efectos negativos para la flora intestinal. Os contamos lo que sabe la ciencia al respecto.
Lo primero es que la respuesta no está clara porque cada edulcorante puede causar efectos distintos y cada persona puede reaccionar de forma diferente, así que no hay conclusiones unánimes. Pero sí que hay algunos indicios de que el consumo de edulcorantes artificiales puede provocar a algunos efectos negativos para la salud, como la tolerancia a la glucosa, la activación de los receptores del sabor dulce (ambas cosas podrían tener efectos sobre el riesgo de obesidad y de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2) y cambios en la composición de la microbiota intestinal (las colonias de bacterias beneficiosas que viven en nuestros intestinos).
En concreto, un estudio publicado en la revista Nature en 2014 realizado en ratones concluía que el consumo de edulcorantes artificiales no calóricos favorecía el desarrollo de intolerancia a la glucosa precisamente al alterar la composición y el funcionamiento de la microbiota intestinal. Resultados parecidos han dado estudios posteriores, como este o este.
Sin embargo, hay que aclarar que de momento los resultados se han obtenido en ratones, y eso quiere decir que son provisionales ya que el mismo efecto podría no darse en seres humanos. Por otro lado, como cualquier aditivo alimentario, los edulcorantes están controlados y regulados por la EFSA, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, que establece en qué condiciones y productos se pueden utilizar y cuáles son las ingestas diarias admitidas consideradas seguras a la luz de las evidencias científicas disponibles.
Esa regulación se revisa periódicamente para manenerla actualizada, y se encuentra en proceso de reevaluación precisamente ahora. Habrá que esperar unos meses hasta conocer si cambian las recomendaciones oficiales.