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Por qué los eslóganes de Actimel y las defensas son engañosos
Nos habéis preguntado si es verdad que tomar Actimel es bueno para el sistema inmunitario (gracias a este tuit hemos aprendido que no es ni "inmune" ni "inmunológico") porque lleva años publicitándose con el eslogan "activa las defensas" o "ayuda a las defensas".
La respuesta es que no, Actimel no actúa realmente sobre las defensas. Los problemas que ha tenido al respecto han obligado a Danone a modificar su publicidad en alguna ocasión precisamente por ser poco ajustada científicamente a la realidad.
Actimel entró en el mercado utilizando sus famosos Lactobacillus casei (los famosos L casei inmunitas) y sus supuestos efectos beneficiosos sobre el sistema inmunitario como principal reclamo. De ahí lo de que "activaba" las defensas. Sin embargo, Danone, la empresa detrás de Actimel, no pudo demostrar de forma suficientemente sólida esas supuestas propiedades y en 2010 la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria publicó un informe rechazando los argumentos y estudios que aportaba Danone para basar su publicidad por considerarlos insuficientes y con errores de procedimiento.
Así que la compañía cambió de estrategia y añadió a Actimel vitamina D y B6, que sí han demostrado contribuir "al normal funcionamiento del sistema inmunitario". ¿Les suena? Ese es el lema publicitario que adoptó Actimel, porque ese sí está aprobado por la EFSA, pero relativo a las vitaminas y no a los famosos L Casei.
"Es una publicidad bastante engañosa. Los Lactobacillus casei no han demostrado tener efecto así que añaden las vitaminas para poder mantener el mismo eslogan, o parecido. Pero es que en realidad el Actimel te deja como estás porque ya tomamos suficientes vitaminas en la dieta y no necesitamos para nada este extra", concluye Gemma del Caño, experta en seguridad de la industria alimentaria, y añade "Es importante leer bien: que algo contribuya al normal funcionamiento de otra cosa no significa que arregle nada, sólo que lo mantiene como está, igual que unas suelas contribuyen al buen funcionamiento de unos zapatos. ¡Pues claro, es que si no, no son zapatos!".
Si quieres leer más sobre este tema te recomendamos estos dos posts (uno y dos) de José Manuel López Nicolás, bioquímico y divulgador.
¿Son reales los vídeos de "flujo laminar" en el que un chorro de agua parece congelado?
Parece que se han puesto de moda porque han aparecido en las últimas semanas en Twitter varios vídeos en los que se ve caer un chorro de agua tan cristalino y estable que parece estar congelado hasta que una mano los cruza y el agua se ve fluir. En ellos se explica que lo que se ve es un fenómeno llamado "flujo laminar". ¿Son reales estos vídeos? Pues no, o no del todo.
El equipo del Laboratorio de Ingeniería Hidráulica de la Universidad Politécnica de Valencia se ha remangado y no solo ha explicado sino que ha demostrado con experimentos lo que hay detrás de estos vídeos y lo ha reflejado en este hilo publicado en su cuenta de Twitter. Su principal conclusión es que el flujo laminar es un fenómeno real, y encaja con la descripción que acompaña a esos vídeos, pero no es lo que los vídeos muestran.
Un flujo laminar es aquel en el fluido se mueve ordenadamente en capas más o menos paralelas ("láminas") sin intersecciones de trayectorias ni apenas procesos de mezcla entre sí. Lo contrario es un flujo turbulento con un comportamiento caótico, con diferencias de velocidad y presión entre sus distintas capas, que sí se pueden cruzar y mezclar. "Bien, pues los chorros presentados como "flujo laminar" en las redes sociales son, sin atisbo de duda, turbulentos. Para empezar, en ellos, se observa que las trayectorias se cruzan entre sí (el chorro parece una trenza). ¿Cómo puede ser flujo laminar, hermanos y hermanas?", comentan con humor.
Entonces, ¿por qué parecen tan ordenados en esos vídeos? Hay varias explicaciones que se combinan aquí. Por un lado, que un flujo turbulento puede ser solo un poco turbulento y que esto no sea demasiado evidente a simple vista, especialmente cuando todas las capas del fluido (en este caso, agua) son del mismo color. Añadiendo tinta a algunas de esas capas las turbulencias se distinguen mejor. Por otro lado, los vídeos que circulan son en general de calidad media o baja, y eso también favorece que los detalles se aprecien peor. Por último, un truco de grabación en el que se registran pocos fotogramas por segundo termina de redondear la confusión.
No dejéis de entrar en el hilo del laboratorio para leer toda la explicación y los experimentos y demostraciones que la acompañan.
Levantarte de la cama de golpe, aunque te maree un poco, no te va a matar
También nos habéis consultado sobre una cadena de WhatsApp en la que un supuesto "cardiólogo y socorrista" llamado Alejandro recomienda seguir "la ley de un minuto y medio" al levantarse de la cama para "salvar su vida". En un lenguaje dramático típico de este tipo de mensajes, se advierte que al levantarse de golpe puede que el flujo sanguíneo al cerebro no sea suficiente, se produzca un desmayo y "se muera de repente durante la noche sin motivo". Menudo susto, ¿no?
Pues que nadie se asuste. Todos hemos sentido alguna vez el fenómeno en el que se basa este bulo: un ligero mareo al incorporarnos rápidamente. Se llama hipotensión ortostática o postural y es esa bajada de tensión que se produce cuando pasamos mucho tiempo de pie o cuando nos levantamos de golpe. En algunos casos, la bajada puede llegar a causar un desmayo que sí puede ser peligroso si nos golpeamos.
La hipotensión ortostática suele ser una sensación leve y breve que no conlleva mayor complicación cuando no existen problemas cardiovasculares previos. Si te levantas más despacio de la cama evitarás ese mareo pero no una muerte súbita sin motivo.
Cuando los episodios de hipotensión ortostática son prolongados o muy frecuentes, es recomendable consultar con un médico, ya que pueden estar causados por otros problemas cardiovasculares que necesiten diagnóstico.
La tartrazina y la hiperactividad infantil
Otra de las preguntas que nos habéis hecho es qué hay de cierto en un post de Facebook que se está compartiendo mucho y en el que se avisa de los peligros de la tartrazina, un aditivo colorante alimenticio "tan peligroso que en el mismo envase pone que puede tener efectos negativos sobre la actividad y atención de los niños" y que está prohibido en Australia.
¿De verdad es tan mala la tartrazina? No hay evidencias de que lo sea.
La tartrazina es uno de los componentes de una familia de colorantes llamados azoicos. Hay cierta preocupación con ellos porque algunos han demostrado propiedades cancerígenas, pero esos no están autorizados para su uso y comercialización. Otros, entre los que se encuentra la tartrazina, no han mostrado tener relación con el cáncer.
Es especialmente importante aclarar su relación con la salud infantil. En un estudio realizado en 2007 se analizó si el consumo de una mezcla de colorantes artificiales combinados con otros aditivos tenía algún efecto perjudicial en niños de 3 años y de 8-9 años, y los resultados mostraron un aumento en la incidencia del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Sin embargo, una revisión posterior de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria consideró que las evidencias aportadas en este estudio eran poco consistentes, que los experimentos tenían algunos fallos relevantes (los niños ya tenían TDAH y los efectos no respondían a la tartrazina sino a una mezcla de colorantes así que no se podía saber cuál de ellos era, supuestamente, el origen), así que no consideró necesario prohibirla ni reducir la ingesta diaria admisible que se había establecido en revisiones previas (7,5 mg por kg al día) y que está muy por encima de lo que realmente consumimos los ciudadanos.
A pesar de ello, es cierto que los productos con tartrazina deben incorporar la advertencia de que "puede tener efectos negativos sobre la actividad y la atención de los niños". Es una obligación legal impuesta por el Parlamento Europeo y que afecta también a otros colorantes. Lo hicieron basándose en esos mismos estudios de 2007 y no ha desaparecido a pesar de la reevaluación de la EFSA.
En cuanto a su prohibición en Australia, fue cierto en el pasado, pero no ahora. En 2014 el Australian Comittee of Drug Administration reevaluó la literatura científica disponible y concluyó que "la tartrazina no representa un riesgo para el consumidor. Se recomienda que la TGA (Therapeutic Drugs Adminitration) permita el uso oral de tartrazina" y ahora está autorizado con las cantidades establecidas por esta administración.
Beatriz Robles, nutricionista y tecnóloga de los alimentos nos aclara que "en la UE no se funciona con listas de aditivos “prohibidos” sino que, al contrario, se usa un sistema más restrictivo, que es el de emplear listas positivas: esto implica que solo los aditivos que estén evaluados, autorizados e incluidos en esa lista pueden ser usados en la cantidad y alimento para el que se establezca".
¿Podría haberse salvado Jack en “Titanic”??
Una duda que corroe a los cinéfilos desde hace años ha llegado a este consultorio: ¿no había, señor James Cameron, ninguna manera de que Jack sobreviviese en la película "Titanic”? ¿No podría haber hecho la cucharita con su querida Rose para caber los dos sobre el pedazo de tablón que la salvó a ella?
Pues la respuesta es que sí, había espacio para los dos, pero eso no bastaba para que el personaje de Leonardo DiCaprio sobreviviese a la hipotermia.
Algunos fans han hecho ingeniosas simulaciones parara demostrar que efectivamente el tablón era suficientemente grande como para que ambos esperasen "cómodamente" la llegada del rescate.
Pero no todo es cuestión de tamaño. Como explica ScienceABC en este post, que un cuerpo se sostenga sobre un fluido depende de la flotabilidad, y eso está relacionado con la fuerza hacia arriba que ejerce el fluido (en este caso el agua) y el peso del objeto sumergido (tabla + Rose + Jack).
Parece que según esas variables el tablón no se habría mantenido a flote con los dos tortolitos. Pero hay una opción que podría haber salvado a ambos: atar el chaleco salvavidas de Rose por debajo de la madera para mejorar la flotabilidad.
No es que lo digamos nosotros, es que los chicos del programa “Mythbusters” han hecho la prueba subiéndose a una puerta en medio del agua, con y sin chaleco de por medio.
Además, según “The Advertiser”, tres estudiantes australianas de secundaria también llegaron a esa conclusión realizando cálculos matemáticos y teniendo en cuenta los materiales de la época y la presencia de sal en el agua marina, aunque la noticia habla de que usaron dos chalecos y en la película sólo Jack lo llevaba. Las chicas ganaron un premio escolar de matemáticas por su hipotético rescate.
Pero no hay prueba capaz de convencer a James Cameron. Cuando en “Mythbusters” le contaron su descubrimiento respondió con un argumento incontestable: “El guión dice que Jack muere, tenía que morir”. A ver cómo se rebate eso.
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