Nos habéis preguntado por la eficacia del propóleo, al que se atribuyen beneficios antibacterianos, para la salud respiratoria, el intestino, el sistema inmunitario o la circulación sanguínea, entre otros. Os podemos decir que, a día de hoy, no hay evidencias de que existan esos supuestos beneficios. Lo explicaba muy bien el nutricionista Julio Basulto en este artículo para Eroski Consumer.
El propóleo es un material resinoso cuyos componentes son obtenidos por las abejas de los brotes de algunos árboles, que las utilizan, por ejemplo, para sellar los huecos en sus colmenas y también para embalsamar los cadáveres de invasores que osan entrar en ellas y que no pueden sacar.
Pero vamos a lo que nos interesa. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU (MedlinePlus)no hay pruebas de que el propóleo sea eficaz en los casos en los que suele usarse, como infección de las vías respiratorias superiores, verrugas, llagas en la boca o quemaduras. Las investigaciones analizadas muestran que, aunque el uso del propóleo podría ayudar en varios casos, no hay evidencias suficientes para afirmar que es eficaz.
También la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA) concluyó en su último estudio que no hay relación causal (que explique cual sería la causa exacta) de sus supuestos efectos sobre la respiración, antibacterianos, para la salud intestinal, el mantenimiento de la salud bucal o de una buena circulación de la sangre.
El propóleo se considera seguro cuando se ingiere o aplica en la piel de forma adecuada, aunque las pastillas que que lo contienen pueden producir irritación y úlceras en la boca. Además, se desaconseja su uso durante el embarazo y la lactancia, en el caso de padecer asma, alergia a los productos de las abejas, trastornos hemorrágicos y dos semanas antes de someterse a cirugía. También se sabe que puede interferir los efectos de algunos medicamentos que son descompuestos por el hígado.