Hola maldita y malditos y bienvenidos a la vigésima edición de este nuestro consultorio de Maldita Ciencia. ¡Veinte ediciones llevamos ya! Y aquí estamos una semana más, listos para resolver algunas de las dudas que nos habéis hecho llegar estos días.
¿Es esto una terapia real?
Pepo Jiménez colgó el vídeo sacado de Reddit en su tuit y a muchos os despertó dudas, así que nos preguntasteis: ¿es esto realmente una terapia para la escoliosis? ¿Y de verdad funciona? Aunque parezca extraño, lo que se ve en este vídeo es verdad, pero hay que aclarar un detalle.
Como decimos, la respuesta más corta es que sí, es real, y sí, funciona. Se llama tracción de halo-gravedad, y consiste en la implantación de ese aro alrededor de la cabeza unido a un sistema de pesos que ayuda a los niños con casos graves de escoliosis a enderezar su columna para mejorar su calidad de vida reduciendo dolores musculares y mejorando la capacidad pulmonar.
Según varios estudios, como este publicado por la Sociedad de Investigación de la Escoliosis, al utilizar esta terapia de forma previa a una operación para la corrección de la desviación de la columna se mejora esa desviación hasta un 35%, y la función pulmonar mejora en la mayoría de los pacientes. Hay que señalar que se trata de un estudio limitado por el reducido número de pacientes observados.
Sin embargo, hay que puntualizar que lo que se ve en el vídeo no es como se encuentran los niños todo el tiempo cuando están sometidos a esa terapia. Los niños no están habitualmente girando como en un columpio como se ve en el vídeo, sino haciendo sus actividades normales, caminando con un andador o moviéndose en una silla equipados con un sistema al que van sujetos los pesos. En este vídeo del Scottish Rite Hospital for Children de Texas se puede ver a los niños que llevan este sistema haciendo distintas actividades, también bailando y girando.
¿Sirve de algo tomar megadosis de vitamina C?
También nos habéis preguntado por la moda de tomar o inyectarse megadosis de vitamina C para curar cualquier cosa y mejorar la salud de forma general. Existe una corriente que defiende el uso de megadosis de vitamina C como parte del tratamiento contra el cáncer. ¿Tiene esto algún sentido? No lo parece.
Vamos por partes. La vitamina C es un nutriente esencial para nuestro cuerpo que no podemos generar por nosotros mismos, como sí pueden hacer otros animales, y por tanto tenemos que ingerirlo con los alimentos. Tiene algunas funciones importantes, por ejemplo es necesario para el mantenimiento del sistema inmune, interviene en el proceso de envejecimiento y su escasez se asocia con una enfermedad llamada escorbuto. Las recomendaciones diarias son de 90 mg para los hombres y 75 para las mujeres, y un poco más altas para embarazadas (85 mg) y mujeres en época de lactancia (120 mg).
Sin embargo, en muchas ocasiones se han magnificado sus propiedades, especialmente a partir de las ideas de Linus Pauling, Nobel de Química en 1954 y de la Paz en 1962, que sin embargo dio pie a una famosa pseudoterapia, la medicina ortomolecular, que propone que regular las dosis de determinadas moléculas dentro del organismo, entre ellas las vitaminas, se pueden curar todas las enfermedades. Entre ellas, la vitamina C es una de las más veneradas y eso ha llevado a magnificar sus propiedades, muchas veces sin evidencias científicas para ello.
Las macrodosis de vitamina C son aquellas que superan las recomendaciones médicas y se pueden tomar por vía oral o intravenosas, a veces alcanzando incluso el considerado umbral máximo tolerable que son 2.000 mg diarios (a partir de la cual se pueden sufrir problemas digestivos y renales). Estas dosis, cuando no alcanzan el máximo tolerable, pueden ser bien toleradas por la mayoría de la gente (aunque pueden ser problemáticas en personas con daños renales previos), pero no está claro que tengan ningún efecto.
Se han estudiado especialmente como complemento del tratamiento contra el cáncer. Algunos estudios realizados en los años 70 por Pauling y sus socios sugirieron que los pacientes que recibieron grandes dosis de vitamina C mejoraron sus condiciones de vida y su supervivencia. Esos estudios fueron criticados por haber cometido errores al realizar las observaciones que pudieron afectar a los resultados, así que se realizaron nuevos estudios corrigiendo esos errores y las conclusiones fueron que la vitamina C no mostraba ventajas sobre la aplicación de un placebo. Estudios posteriores que han mostrado algunas ventajas, aunque moderadas, estaban hechos con células tumorales en el laboratorio o con ratones, y ambos casos están lejos de ser aplicables a seres humanos.
En resumen: a pesar de algunos resultados iniciales favorables, al corregir y mejorar los estudios no parece ser cierto que las megadosis de vitamina C tengan ninguna utilidad, especialmente como terapia contra el cáncer que es para lo que mas se han analizado. Para ahondar en el tema, y si te apañas con el inglés, puedes echar un vistazo a este artículo de Science-Based Medicine.
Enfermedades infecciosas, vacunas e inmigrantes
Nos habéis preguntado si es cierto que estamos viviendo actualmente un brote de rubeola y si tiene alguna relación con la población inmigrante. La respuesta es que sí hay un brote puntual, y las personas afectadas sí son de origen extranjero. Este es un ejemplo de por qué es importante mantener y extender las coberturas de vacunación de esta y otras enfermedades infecciosas. Pero, una vez más, vamos por partes.
A principios de diciembre 2018 conocíamos la noticia de que 12 trabajadores de un matadero en Zuera (Zaragoza), habían sufrido una infección por rubeola, una enfermedad más benigna que el sarampión que normalmente no presenta complicaciones excepto en un caso concreto: el de las mujeres que la contraen durante el embarazo, ya que puede causar serios daños al feto. En su último informe, la Dirección General de Salud Pública de Aragón cifra el número de casos en 16.
Desde el Gobierno de Aragón nos han confirmado los casos y aseguran que todos están discurriendo sin complicaciones. También nos confirman que las personas afectadas son de origen extranjero: "La población vulnerable a estas enfermedades son las que provienen de lugares en los que, a diferencia de España, no hay calendarios de vacunación que les protejan".
Es el primer brote de rubeola en España desde 2005, cuando la infección afectó a 500 personas en Madrid, la mayoría de adultos jóvenes de origen latinoamericano según cuenta el portal de vacunas de la Asociación Española de Pediatría.
A día de hoy, la cobertura de vacunación contra la rubeola en nuestro país es del 96,9%, y solo Cataluña y Asturias están ligeramente por debajo del 95%. Esto hace que la población esté protegida, tanto las personas vacunadas como aquellas que por motivos de salud (sistema inmune afectado) o por edad (muy pequeños o ya mayores) no se pueden vacunar gracias la llamada inmunidad de grupo.
Pero para que esa inmunidad colectiva se mantenga, las tasas de vacunación deben mantenerse altas. Con la intención de aumentar la protección ante enfermedades evitables como la rubeola, además de promover la vacunación infantil varias comunidades autónomas cuentan con calendarios de vacunación para adultos, como la propia Aragón (que incluye un protocolo específico para inmigrantes), la Comunidad de Madrid, Galicia, País Vasco o Castilla-León entre otras.
¿Es bueno para la salud tomar propóleo?
Nos habéis preguntado por la eficacia del propóleo, al que se atribuyen beneficios antibacterianos, para la salud respiratoria, el intestino, el sistema inmunitario o la circulación sanguínea, entre otros. Os podemos decir que, a día de hoy, no hay evidencias de que existan esos supuestos beneficios. Lo explicaba muy bien el nutricionista Julio Basulto en este artículo para Eroski Consumer.
El propóleo es un material resinoso cuyos componentes son obtenidos por las abejas de los brotes de algunos árboles, que las utilizan, por ejemplo, para sellar los huecos en sus colmenas y también para embalsamar los cadáveres de invasores que osan entrar en ellas y que no pueden sacar.
Pero vamos a lo que nos interesa. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU (MedlinePlus) no hay pruebas de que el propóleo sea eficaz en los casos en los que suele usarse, como infección de las vías respiratorias superiores, verrugas, llagas en la boca o quemaduras. Las investigaciones analizadas muestran que, aunque el uso del propóleo podría ayudar en varios casos, no hay evidencias suficientes para afirmar que es eficaz.
También la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA) concluyó en su último estudio que no hay relación causal (que explique cual sería la causa exacta) de sus supuestos efectos sobre la respiración, antibacterianos, para la salud intestinal, el mantenimiento de la salud bucal o de una buena circulación de la sangre.
El propóleo se considera seguro cuando se ingiere o aplica en la piel de forma adecuada, aunque las pastillas que que lo contienen pueden producir irritación y úlceras en la boca. Además, se desaconseja su uso durante el embarazo y la lactancia, en el caso de padecer asma, alergia a los productos de las abejas, trastornos hemorrágicos y dos semanas antes de someterse a cirugía. También se sabe que puede interferir los efectos de algunos medicamentos que son descompuestos por el hígado.
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