¡Feliz viernes, queridas malditas y malditos! Bienvenidos una semana más a nuestro consultorio científico, en el que resolvemos las dudas que nos habéis ido enviando durante la semana. Sabemos que juntos es más difícil que nos la cuelen, así que os animamos a seguir haciéndolo a través de nuestra cuenta de Twitter, de Facebook o en el correo [email protected]
Y sin más dilación, ¡vamos al lío!
¿Tiene la terapia sacro craneal alguna base científica?
Ante recomendaciones de conocidos para afrontar periodos de estrés, nos habéis hecho llegar esta duda: ¿tiene alguna base científica la llamada terapia sacro craneal? La respuesta corta es que no, no parece tenerla. Pero vamos por partes.
La terapia sacro craneal es una forma de manipulación física en la que el supuesto terapeuta va tocando con cuidado la cabeza, palpando las juntas que unen los distintos huesos que componen el cráneo. También puede aplicarse con toques en la columna vertebral y la cadera. El objetivo es, en teoría, regular el flujo de líquido cerebroespinal y así poner en marcha los procesos autocurativos del cuerpo, centrados principalmente en problemas de dolor, estrés y tensión muscular.
A día de hoy, hay algunos estudios pequeños que sugieren que puede tener algunos efectos positivos en pacientes con fibromialgia y en pacientes con esclerosis múltiple que sufren problemas en el sistema urinario.
Sin embargo, estudios más amplios no han podido confirmar esos efectos positivos. Una revisión sistemática de las investigaciones disponibles concluía que la mayoría son inadecuadas y de baja calidad, y que no se puede decir que la terapia sacro craneal tenga efectos reales. Otra revisión concluía que no hay evidencias suficientes para asegurar que esta terapia funcione.
Otros estudios contradicen directamente la base en la que se asienta esta teoría, ya que los huesos que componen el cráneo se sueldan completamente durante la adolescencia nadie ha demostrado que se puedan mover o manipular, aunque sea ligeramente, después de que esto ocurra, de forma que no tendría sentido una forma de terapia basada en manipular y mover esas juntas.
¿Tomar polen de abeja previene el cáncer de próstata?
Nos habéis preguntado si tomar polen de abeja puede prevenir el cáncer de próstata. Por lo que sabemos, esto no es así.
Hay muchas páginas en internet que dicen que el polen de abeja tomado de forma habitual protege contra el cáncer de próstata y ayuda a los pacientes que lo padecen a sentirse mejor y a paliar los efectos secundarios de la quimioterapia.
Pero hay pocas evidencias científicas que lo sostengan. Los estudios se han centrado en un componente que se comercializa bajo el nombre de Cernilton y que se toma como suplemento en los casos de un tipo de cáncer de próstata llamado hiperplasia benigna de próstata y sus alteraciones (dificultad para orinar, orinar con más frecuencia por las noches, irritación...).
La mayor revisión publicada hasta ahora concluía que los estudios al respecto "eran limitados por su corta duración, el limitado número de participantes, las omisiones en los resultados recogidos y la falta de información sobre la calidad de las preparaciones utilizadas". A pesar de eso, continuaban los autores de ese estudio, las evidencias disponibles sugieren que el Cernilton es tolerado sin problema por los pacientes y mejora de forma modesta los síntomas urológicos de los pacientes.
Sin embargo, nada de todo esto se refiere a la prevención del cáncer, sino a su tratamiento una vez que aparece.
¿Hay riesgo en jugar con niños no vacunados?
"Si mi hijo juega con niños sin vacunar, ¿corre algún riesgo?" La respuesta es que depende del estado de inmunización en que se encuentre tu hijo.
Uno de los problemas de negarse a vacunar a los niños es que además de poner en riesgo su salud, se pone también la de los demás niños. Cuando el porcentaje de inmunización de una comunidad se acerca al 100% se consigue lo que se llama el efecto rebaño o inmunidad de grupo, que supone que al estar la mayoría protegidos ante determinadas enfermedades, se protege también a aquellos individuos que no se pueden vacunar, bien por ser todavía demasiado pequeños (el calendario de vacunación establece las edades a las que se inmuniza a los niños) o bien porque padecen otros problemas relacionados con su sistema inmune que impiden que sean vacunados (algunos tipos de cáncer, trasplantes y otras enfermedades).
Si tus hijos están vacunados adecuadamente (siguiendo el calendario de vacunación), el riesgo de contagio por jugar con niños sin vacunar (ya sea por decisión de sus padres o por otros motivos) no es nulo, pero sí es muy bajo. Si no lo están por motivos de edad o de salud, entonces sí que puede ser un riesgo.
Aprovechamos la ocasión para recordar que las vacunas son seguras y salvan vidas. Gracias a la inmunización colectiva, enfermedades que antes diezmaban a la población son hoy algo del pasado.
¿Comer demasiada fruta puede dañar los dientes?
Nos habéis preguntado si comer demasiada fruta puede desgastar los dientes, y la respuesta es que no, no hay pruebas de que comer fruta desgaste más los dientes que comer cualquier otro alimento de la misma textura. Además, la fruta es rica en vitaminas, esenciales para mantener entre otras cosas el buen estado de nuestros dientes.
Sin embargo, sí podemos hacer algunas puntualizaciones. Por un lado, muchas frutas son ricas en azúcares (el melón, por ejemplo) o en ácidos (los pomelos, por ejemplo), y ambos componentes pueden suponer un riesgo para los dientes si los consumimos en exceso. Los primeros porque alimentan a las bacterias de nuestra boca facilitando las caries, y los segundos porque abrasan el esmalte que recubre y protege los dientes.
Por eso, el servicio National Dental Care da algunas recomendaciones para evitar estos daños. Principalmente, que después de comer estas frutas nos lavemos los dientes o nos enjuaguemos la boca para reducir este riesgo, y también optar por las frutas menos dulces y ácidas, como las manzanas, los melocotones o las bayas (arándanos, moras, frambuesas...).
También es buena idea comer la fruta entera y no convertida en zumo. Así aprovechamos todos sus nutrientes (incluida la fibra, que no está en el zumo) y favorecemos la masticación, parte fundamental del proceso de digestión que además mantiene en forma los músculos, huesos y encías de la boca.
¿Colocar hielo en un punto llamado feng fu puede curar la migraña y otros dolores?
Circula por las redes un vídeo en el que, con mucha palabrería, se asegura que colocándose un cubito de hielo en la nuca, justo en la base de la cabeza, en un sitio llamado feng fu, se pueden conseguir muchas mejorías en la salud, entre ellas el alivio inmediato de las migrañas. ¿Es esto verdad?
La respuesta es complicada, así que vamos por partes. Comenzamos explicando que la migraña es un intenso dolor de cabeza que sufren algunas personas en episodios periódicos y que puede llegar a ser muy incapacitante. No se conoce la causa y a día de hoy, no tiene cura, pero hay muchos remedios que pueden ayudar a reducir la intensidad del dolor. Colocarse hielo en el cuello o la cabeza puede ser uno de ellos. También aplicarse compresas calientes.
La terapia con frío para el dolor lleva décadas utilizándose y puesto que normalmente no tiene efectos secundarios y sí que reduce la sensibilidad de los nervios, mucha gente la utiliza a falta de remedios mejores porque atenúa la sensación de dolor. En el caso de la migraña, la recomendación suele ser usar bandas o paquetes de hielo en el cuello durante unos 20 minutos cuando comiencen los síntomas de un episodio para evitar que el dolor escale y alcance toda su intensidad.
El mismo método puede ser útil para otros dolores, como los dolores articulares y musculares, aunque en esos casos se considera más útil colocar el hielo directamente en la zona dolorida.
Dicho esto, la idea del feng fu no tiene nada que ver. En la medicina china, el cuerpo se considera un sistema de energía. Cuando se desequilibra esa energía es cuando aparecen los problemas, y una forma de reequilibrarla es actuando sobre determinados puntos de presión. El feng fu es uno de esos puntos, y se supone que al estimularlo con hielo podemos sentir todo tipo de mejoras y bienestar. Nada de todo esto encaja con lo que sabemos hoy sobre cómo funciona nuestro cuerpo y nuestra salud.
Y por último...
Siempre os decimos que estamos encantados de ayudaros y responder a vuestras preguntas. Pero también os decimos que, para algunas preguntas, no nos necesitáis a nosotros sino a un médico especialista que conozca vuestro caso y pueda orientaros: diagnósticos concretos, consejos de alimentación, aplicación de unos y otros tratamientos...
Acudid a un médico, a dos, a tres o a los que os hagan falta hasta que resolváis todas vuestras dudas sobre cómo cuidar de vuestra salud. Para todo lo demás, recordad, ¡haceos maldit@s!