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Es una supuesta noticia sobre la que nos habéis preguntado mucho: "Una gran tormenta solar llega a la Tierra esta noche", acompañada de un enlace a una publicación National Geographic con el mismo tema. Incluso acotan la hora a la que va a llegar: "de 12:30 a las 03:30 am".
Para ayudarnos a prepararnos para la tormenta nos recomiendan "apagar su celular, tableta, computador... etc. y ubicarlo muy lejos de su cuerpo" porque puede "causar daños terribles".
¿Qué sabemos sobre esta supuesta alerta? Pues que es un bulo, pero tiene su miga. Vamos paso a paso.
La "noticia" de National Geographic
El enlace que acompaña a este bulo corresponde a una noticia real de National Geographic del año 2012. En ella se advertía de la llegada de una potente tormenta solar de una intensidad de M8,7. Para hacernos una idea de lo que significa ese dato, hay que saber que la intensidad de este fenómeno se clasifica con las letras, A, B, C, M y X, seguidas de un número en una escala del 1 al 9. Una tormenta de M8,7 está muy arriba en esa escala.
En ella se advertía de posibles fallos en el funcionamiento de ordenadores de a bordo y sistemas de radio en la zona polar. A parte de eso, se preveía la aparición de auroras boreales más al sur de lo normal. No se mencionaba ningún riesgo para las personas y tampoco la necesidad de desconectar equipos electrónicos particulares ni de mantenerlos lejos del cuerpo.
Así que podemos dar por zanjado que el mensaje que corre por las redes y los WhatsApps es un bulo que coge una noticia de hace 6 años y la exagera hasta deformarla.
Sin embargo, ¿sería posible que esto ocurriese? Vamos a intentar responder a ello.
¿Qué es una tormenta solar?
La actividad del Sol sigue ciclos de aproximadamente 11 años, y en sus picos de máxima actividad es habitual que se produzcan tormentas solares o tormentas geomagnéticas, un fenómeno en el que la estrella expulsa llamaradas cargadas de partículas provenientes del interior del Sol.
Estas llamaradas producen oleadas de viento solar cargadas de partículas y radiación que viajan a través del espacio hasta llegar a la Tierra y aquí chocan con nuestra atmósfera, donde interfieren con el campo magnético de la Tierra.
¿Qué efectos tiene una tormenta solar?
¿Es peligroso este fenómeno? No de una forma directa: estos choques de viento solar contra nuestra atmósfera no tienen ningún efecto sobre nuestra salud o nuestros cuerpos, y de hecho pueden ocurrir sin que nos demos cuenta. La única manifestación que podemos percibir directamente es ver las auroras boreales que podría producir.
Pero al alterar el campo magnético de la Tierra sí que podrían tener efecto sobre gran parte de la tecnología de la que dependemos hoy en día: redes móviles, comunicaciones por satélites, GPS, líneas de alta tensión...
La principal consecuencia de una tormenta solar de intensidad suficiente sería la de provocar un gran apagón: podría hacer que nuestros móviles dejasen de funcionar, que internet se cayese en muchas zonas del mundo, que los sistemas bancarios fallasen y que muchos de los equipamientos hospitalarios y médicos también. También podrían fallar instalaciones críticas como centrales eléctricas (aquí sí podrían llegar a saltar chispas e incendiarse), las torres de control de los aeropuertos, centrales nucleares, instalaciones militares...
¿Qué ocurrió en la tormenta solar de 2012?
Según un artículo publicado en diciembre de 2013 por científicos de la NASA en la revista Space Weather explicaba que la tormenta solar de julio de 2012 de la que advertía National Geographic en la noticia original fue el evento de este tipo más potente ocurrido en los últimos 150 años y si no causó estragos en la tecnología terrestre fue porque no chocó de pleno contra nuestro planeta, y solo lo rozó.
Hasta entonces, la tormenta solar más potente conocida es el llamado Evento Carrington, en honor al astrónomo Richard Carrington. Ocurrió en septiembre de 1859 y provocó que durante varios días se viesen intensas auroras boreales en lugares tan al sur como Cuba.
En aquel momento nuestra dependencia de la tecnología era mucho menor que ahora, y por tanto el impacto de la tormenta solar no fue tan grande como habría sido en 2012 de habernos dado de pleno, como sí ocurrió en 1859. Entonces el efecto se limitó al incendio de algunas líneas y estaciones de telégrafos y la suspensión del servicio durante varias semanas.
Dado que ahora el riesgo para la tecnología es mucho mayor, y con ello para todo lo que depende de ella (que a día de hoy es casi todo), algunos países como Estados Unidos han desarrollado planes de emergencia para actuar en caso de que ocurriese una de estas grandes tormentas solares.
