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Qué es la Política Agraria Común (PAC) y qué le reclaman los agricultores en España

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Claves
  • La Política Agraria Común (PAC) es un conjunto de normas que coordina las políticas del campo en la Unión Europea y representa un tercio del presupuesto de la UE
  • La PAC financia a agricultores y ganaderos mediante ayudas directas, intervención en el precio de los mercados y la creación de programas de desarrollo rural
  • Para seis millones de agricultores europeos, la PAC representa la mitad de sus ingresos anuales debido a que el campo europeo, para las pymes, es inviable sin las ayudas

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La Política Agraria Común (PAC) es un conjunto de normas que unifican todas las políticas agrarias en la Unión Europea. La PAC consiste en tres acciones fundamentales: concede subvenciones a agricultores y ganaderos europeos a cambio de que implementen una serie de medidas para el campo, interviene en el precio de los mercados y fomenta programas de desarrollo rural. La Unión Europea dice que los objetivos de la PAC son mantener la estabilidad de los precios de los alimentos y fomentar la economía rural.

Aunque la PAC tiene más de medio siglo, se va reformando en planes consecutivos que introducen modificaciones y duran varios años. La última versión está concebida para que transcurra desde 2023 hasta 2027. Algunos de sus puntos están entre las reclamaciones de las protestas de agricultores en toda Europa y en España que se están sucediendo en 2024.

 El 72% del presupuesto de la PAC son ayudas directas a agricultores debido a que el campo, en muchas ocasiones, no es rentable: para seis millones de agricultores europeos, la PAC es su principal fuente de ingresos y representa la mitad de sus ingresos. La PAC actual concede mayor peso a las ayudas ambientales mediante las subvenciones voluntarias por establecer ecorregímenes, que en España representan una cuarta parte de los fondos.

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La PAC es el mayor gasto de la Unión Europea, en torno a un tercio de su presupuesto

La PAC se financia a través del presupuesto de la Unión Europea. Este no es un presupuesto anual, sino que abarca varios años: se denomina marco financiero plurianual. El marco financiero 2014-2020 destinó a la política agraria común unos 400.000 millones de euros, mientras que el marco 2021-2027 le asigna unos 378.000 millones. Los fondos Next Generation elevan esta cifra hasta los 386.000 millones, aunque aún así es menos financiación que la del plan anterior.

Dentro de ese periodo 2021-2027, para el programa actual de la PAC, que abarca de 2023 a 2027, la financiación asignada es de 336.000 millones de euros, aproximadamente un tercio del presupuesto comunitario para esos años. Esto convierte a la PAC en la política de la Unión Europea que más fondos recibe.

La PAC coordina las políticas agrícolas en la UE

La Política Agraria Común nació en 1962 para coordinar las políticas de los Estados miembros en materia agrícola. Sus objetivos son, entre otros, mantener la estabilidad de los precios y garantizar la economía de los agricultores y del medio rural, entre otros. La PAC articula sus políticas mediante tres acciones:

  • Ayudas a la renta: la acción más importante por el volumen de dinero destinado (el 72% de todos los fondos). La Unión Europea subvenciona a agricultores y ganaderos para mantener su actividad a cambio de que implementen una serie de medidas de carácter medioambiental y económico.

  • Medidas de mercado: la Unión Europea interviene en los mercados mediante la compra de productos alimenticios concretos para evitar que el precio se desplome.

  • Medidas de desarrollo rural: son programas nacionales y regionales para fomentar la sostenibilidad económica y ambiental de las áreas rurales.

En cuanto a las ayudas, la UE dice que se conceden esencialmente en función del número de hectáreas que posea el agricultor y de las medidas fitosanitarias, medioambientales y de bienestar animal que aplique. Aunque hay una norma legal común a nivel europeo, cada Estado miembro es responsable de gestionar la aplicación de la PAC en su país. 

Esta situación lleva a que en España las 400 compañías con más hectáreas obtuvieran el 7% de las ayudas de la PAC durante 2022. La nueva estrategia 2023-2027 ha dado más importancia a los pequeños agricultores, destinando partidas específicas para ellos. 

El porqué de la PAC: la Unión Europea subvenciona al campo porque “es inviable económicamente” sin ella

La PAC existe para garantizar la seguridad alimentaria y, según los expertos consultados por Maldita.es, porque el campo no es rentable. “La actividad económica es inviable sin las subvenciones porque el sistema agroalimentario tal y como está diseñado hace que los precios que perciben los agricultores no cubran sus costes de producción”, señala Mamen Cuéllar, profesora de Sociología especializada en Agroecología en la Universidad de Córdoba.

Aunque la brecha se ha estrechado en los últimos años, los agricultores europeos ganan menos que la media del resto de trabajadores de la UE. La Unión Europea estima que los ingresos medios de trabajadores agrarios en 2022 (última cifra disponible) fue un 36% menor a la media de todos los trabajadores de la UE.

La UE calcula que la PAC es la principal fuente de ingresos para seis millones de agricultores europeos: representa casi la mitad de sus ingresos medios. Para el actual plan estratégico de la PAC (2023-2027), la Unión Europea destinará 188.000 millones de euros a las ayudas de agricultores y ganaderos.

Isabel Hernández, maldita e ingeniera agrónoma que nos ha prestado sus superpoderes, indica que la PAC se contempló como una medida con la que intervenir de manera directa en los precios de los alimentos: “De esta forma se pretendía que los productos europeos fueran competitivos en un mercado global. El problema es cuando el precio al que les compran sus producciones, precios en los que no pueden negociar ni intervenir, junto con las subvenciones, no alcanza para mantener la producción”.

¿Cuáles son los requisitos para acceder a las ayudas europeas de la PAC?

La PAC actual (2023-2027) establece requisitos sanitarios, económicos, logísticos y medioambientales. Dentro de los requisitos medioambientales, que están siendo uno de los focos de las protestas, uno de los conjuntos de normas más importantes son las buenas condiciones agrarias y medioambientales (BCAM), aprobadas en 2005 pero que se han actualizado con la nueva PAC. Estas prácticas establecen qué se puede hacer y qué no en los terrenos agrícolas para optar a las subvenciones. Por ejemplo:

  • No labrar en tierras con pendientes superiores al 10% en término general.

  • Mantenimiento de pastos permanentes, sin posibilidad de convertirlos en terrenos agrícolas.

  • Mantenimiento de las tierras de barbecho con prácticas tradicionales de cultivo y mínimo laboreo.

  • No labrar el suelo con volteo ni laboreo vertical.

  • No quemar rastrojos ni otros residuos vegetales.

  • Mantenimiento de franjas de protección en los márgenes de ríos, lagos y embalses de al menos cinco metros, en los que no se puede realizar producción agrícola ni aplicar fitosanitarios o fertilizantes.

  • Realizar una rotación de cultivos en todas las parcelas cada cuatro años, excepto en cultivos bajo el agua.

  • Diversificación de cultivos: entre 10 y 30 hectáreas debe haber al menos dos cultivos. A partir de 30 hectáreas, debe haber al menos tres cultivos.

  • Mantenimiento de un 4% de la superficie agrícola sin explotar: barbechos, lindes, franjas, etc. La Comisión Europea ha anunciado la intención de suspender esta medida durante 2024.

  • Mantenimiento de elementos paisajísticos: terrazas, estanques, lindes, setos, etc.

  • Prohibición de cortar setos y árboles durante la temporada de cría de aves (abril a junio).

Los ecorregímenes son prácticas voluntarias, pero representan casi la cuarta parte de las ayudas

Una de las principales novedades que incluye la PAC de 2023-2027 es la inclusión de regímenes ecológicos o ecorregímenes. Los ecorregímenes son prácticas voluntarias vinculadas a la agricultura de carbono y la agroecología que persiguen mejorar el rendimiento ambiental y climático. Además de cumplir los requisitos previos, los agricultores pueden establecer ecorregímenes en sus terrenos que cubran toda la explotación o parte de ella. Establecer ecorregímenes conlleva recibir pagos adicionales de la Administración.

Aunque es una práctica voluntaria, también ha recibido críticas de los agricultores, ya que supone un alto importe de ayudas (más de 1.100 millones de euros anuales según el anexo XI del Real Decreto 1048/2022). “El agricultor decide, pero estamos hablando de que a estos ecorregímenes irán el 23% de los fondos en España”, indica Isabel Hernández.

¿Cómo funciona la burocracia de la PAC de la que se quejan los agricultores?

Los agricultores organizados en las entidades con mayor presencia (ASAJA, UPA y COAG) tienen reclamaciones económicas, burocráticas y medioambientales sobre la PAC: “Exigimos un aumento de presupuesto porque todos los agricultores profesionales hemos perdido dinero. Necesitamos menos condicionantes medioambientales, menos burocracia y mayor libertad para nuestras explotaciones”.

Es difícil medir si la burocracia de un procedimiento es justa o injusta, ya que eso depende de las opiniones personales de los ciudadanos. En Maldita.es hemos contactado con expertas y recopilado las principales reglas, que exponemos sin hacer valoraciones.

En España, la Política Agraria Común se estructura en una ley y 19 reales decretos. De este conjunto de normas, algunos decretos están orientados a acciones que tiene que realizar la Administración, otras normas son de aplicación a todo el sector agrícola y otras sólo a determinados cultivos, como las explotaciones vitivinícolas, apícolas, frutales y hortelanas.

Las expertas señalan que la molestia de los agricultores y ganaderos ante la burocracia de la PAC proviene de “la inflexibilidad y de la falta de acompañamiento” de las administraciones europeas y nacionales : “La PAC europea lleva funcionando a base de ordeno y mando, y en función de esto pago, desde hace décadas”, señala Mamen Cuéllar, profesora de Sociología especializada en Agroecología.

Cada año, los agricultores deben presentar un cuaderno de campo y los ganaderos, un libro de explotación. Isabel Hernández indica que estos documentos han ido, poco a poco, digitalizándose, aunque sin la asistencia adecuada a los agricultores y ganaderos: “En el caso del libro de registro, por ejemplo, se introduce cada nacimiento de animales y censos de explotación directamente en la aplicación de la Administración. Esto puede ser muy útil para algunos y un quebradero de cabeza para el segmento de más edad, al que están obligando a externalizar estas gestiones”.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, se comprometió el 15 de febrero a suspender la obligación del cuaderno de campo digital y a aligerar la burocracia de la PAC tras reunirse con las principales organizaciones de agricultores y ganaderos. Estas medidas deberán ser consensuadas con el resto de países al ser una medida comunitaria.

“El sector primario está completamente abandonado —opina Mamen Cuéllar—: no hay ningún tipo de acompañamiento en los territorios para que puedan ir haciendo estas transiciones, para que las entiendan, para que tengan ejemplos de cómo hacerlo, para que se sientan escuchados y tenidos en cuenta en lo que tienen que hacer en sus fincas o para que se les valore y reconozca cuando lo consiguen”.

La inclusión de nuevas medidas medioambientales mediante el Pacto Verde Europeo a través de dos estrategias, Biodiversidad 2030 y De la Granja a la Mesa, ha supuesto más regulaciones para el campo. “Orientan a la nueva PAC a una reducción de agroquímicos y a una serie de medidas que pretenden hacer más sostenible el sector agrario europeo”, prosigue Mamen Cuéllar. “Estas medidas no han sido todo lo ambiciosas que deberían haber sido, siguiendo las evidencias científicas y demandas de la sociedad; pero incorporan cambios. Todo lo que la PAC incorpora va directamente asociado a burocracia y nuevas exigencias de registros, documentos, comprobantes…”, agrega.

En este artículo ha colaborado con sus superpoderes la maldita Isabel Hernández, ingeniera agrónoma que nos ha prestado sus superpoderes.

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