Lo que sabemos: La tabla que se muestra en las imágenes es real y pertenece al Calendario Meteoro-fenológico de 1994 del Servicio Meteorológico Nacional del entonces llamado Ministerio del Aire. Pero el almanaque no recoge las condiciones en las que se registraron las temperaturas y podrían no ser fiables, además, una temperatura alta puntual no invalida el cambio climático. En las últimas décadas la temperatura media ha aumentado y las olas de calor en España son cada vez más largas e intensas.
La imagen es del Calendario Meteoro-Fenológico de la AEMET
La tabla de la imagen pertenece al Calendario Meteoro-Fenológico de 1944 (página 110), una publicación editada por el Servicio Meteorológico Nacional del Ministerio del Aire, nombre que recibía la AEMET en ese momento.
El primer calendario de este tipo fue publicado en 1943 y desde entonces se ha editado anualmente de forma ininterrumpida. Como indica la AEMET en su página web, este documento recoge "datos estadísticos del año anterior correspondientes a diferentes variables meteorológicas a lo largo del territorio español". También contiene artículos divulgativos e información astronómica, hidrológica, fenológica o medioambiental.
La captura muestra una recopilación de las temperaturas máximas absolutas recogidas en 63 observatorios regionales de la península, los archipiélagos y África entre 1901 y 1930. La tabla recoge tanto la máxima anual de cada observatorio como el desglose por meses. En concreto, la imagen que se difunde destaca el valor máximo anual (46,6 ºC) del observatorio de Sevilla, que tuvo lugar en los meses de julio y agosto del periodo 1901-1930
Los datos de la imagen no son suficientes para negar el aumento de las temperaturas
Pese a que los datos de la imagen son reales y proceden de un organismo oficial, no se recogen las circunstancias en las que se registraron los mismos, que según cuenta Cayetano Torres, jefe del área de Comunicación de AEMET a Maldita.es, es un requisito indispensable para validar los datos de temperatura. Esto es especialmente relevante si, como en este caso, los datos que se consideran tienen casi 100 años de antigüedad y pueden haber evolucionado los métodos de medición durante ese tiempo, como sugiere Ricardo Torrijo, Técnico de Meteorología del Centro Nacional de Predicción, en su blog de la AEMET.
En la misma entrada del blog, Torrijo explica que para considerar datos meteorológicos como fiables, deberíamos poder confirmar que fueron tomados por una "estación automática moderna", algo que, en este caso, no podemos comprobar por la antigüedad del documento.
"Puede haber temperaturas superiores en estaciones secundarias, pero por dificultades para validarla no se han considerado." "Lo importante es que los récords que aparecen en la AEMET corresponden a estaciones principales y automáticas modernas", explica también Cayetano Torres.
Por otro lado, "se aspira a medir la temperatura del aire, pero es un ideal difícil de medir" pues “no es fácil cumplir los requisitos y que se mantengan en el tiempo", añade Torres. Por ejemplo, un cambio de la garita o el sensor de temperatura puede dar lugar a cambios en las máximas y mínimas además de afectar a las comparativas. Es decir, la homogeneidad de las condiciones de medición durante el periodo entre 1901 y 1930 es otra de las claves necesarias para validar estos datos. “No es fácil cumplir los requisitos y que se mantengan en el tiempo", aseguran desde la AEMET.
Aunque hiciese mucho calor un día hace 100 años, la subida de las temperaturas es real
Pese a que la evidencia científica señala cómo la frecuencia e intensidad de eventos de temperaturas elevadas será mayor que en un clima sin influencia humana, se rescatan portadas, noticias o imágenes que supuestamente muestran cómo hace décadas hacía tanto o más calor que en las olas de calor actuales.
Pero aunque fuesen reales, "nada de eso habría invalidado el hecho indudable de que la temperatura media en España está en ascenso en las últimas décadas, que ese ascenso está siendo más intenso en verano y que a consecuencia de ello se están incrementando las olas de calor y el número de días de ola de calor en nuestro territorio", como señalaba en el blog de la AEMET el meteorólogo José Ángel Núñez Mora.
Según dicho meteorólogo, el cambio climático no implica que cada año y cada verano vaya a ser más cálido que el anterior y que ya nunca más vaya a hacer frío. Lo que realmente significa es que hay "una tendencia general de temperaturas al alza, lo que hace cada vez más probable que se produzcan períodos de temperaturas altas y olas de calor y menos probable que se produzcan olas de frío y días muy fríos", aclara el experto de la AEMET. Es decir, el tiempo atmosférico (el día a día) y el clima (la tendencia de fondo) son conceptos diferentes.
En este gráfico recogido en el Informe sobre el Estado del clima de España de 2021, publicado por la Agencia Estatal de Meteorología, podemos ver cómo se da un ascenso general en la temperatura a partir de los años ochenta y pasa después a estabilizarse hasta 2013, cuando el aumento pasa a ser ininterrumpido. Es decir, la temperatura sí está aumentando.

Dicho esto, quizás hayas visto una portada del semanario El Español de agosto de 1957 donde se afirma que se han alcanzado "temperaturas de 50 grados en algún lugar de La Mancha". Pero es un bulo: no se alcanzaron los 50 grados en 1957. También hay otros contenidos que señalan temperaturas antiguas que superan los 45ºC, pero tampoco son fiables. El récord en España "medido de forma confiable" es de 47,6 ºC y se alcanzó el 14 de agosto de 2021, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).