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Los Mossos y las pistolas táser: cuánto las han usado y cuántas veces lo han grabado como indica el protocolo

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Claves
  • De septiembre de 2018 a diciembre de 2021 la policía catalana utilizó en 114 ocasiones la pistola táser
  • El 46% de las personas contra quienes los Mossos usaron las pistolas eléctricas táser no llevaban armas
  • No se grabaron casi la mitad de las intervenciones con táser pese a que el protocolo interno de los Mossos pide que se haga “siempre que sea posible”
  • Una de cada cuatro veces los agentes no lograron inmovilizar a la persona tras usarla
  • El 96% de las personas que recibieron un disparo de las táser son hombres
  • Sabadell es la localidad donde los Mossos más han usado las pistolas eléctricas

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Una investigación conjunta de Maldita.es y el programa 'Planta Baixa' de TV3 revela todas las ocasiones en las que los Mossos d’Esquadra han empleado una pistola táser desde que las estrenaron en el verano de 2018. Los datos, de la propia policía catalana y obtenidos vía ley de transparencia, revelan que los Mossos han utilizado las táser más de 100 veces, que no han grabado el 43,85% de esas ocasiones o que en el 24,56% no se consiguió inmovilizar a la persona contra la que se disparó la descarga eléctrica.

Entre el 1 de septiembre de 2018, primera vez que los Mossos usaron una táser, en Salt (Girona) para detener a un hombre, y el 31 de diciembre de 2021–fecha en la que concluye el periodo de los datos conseguidos–, la policía autonómica catalana ha empleado estas pistolas 114 veces. Tres disparos de media al mes. Un hombre murió en Badalona (Barcelona) después de que un mosso d’esquadra le diera una descarga eléctrica con una pistola táser el pasado 26 de noviembre de 2021, como publicó en exclusiva Metrópoli Abierta.

En los datos de Mossos no aparece como muerto el hombre fallecido en Badalona

En el caso mortal de Badalona, los Mossos d’Esquadra usaron un desfibrilador tras disparar la táser aunque no hubo asistencia médica inmediata, según la información del caso en la base de datos de los Mossos. La persona fue llevada al hospital, ya que en la información dada a Maldita.es y Planta Baixa no consta como fallecidoSegún Metrópoli Abierta falleció varios días después en el hospital. Este desfase temporal de más de 24 horas entre su ingreso y su muerte es la razón por la que aparece como “trasladado al hospital” y no como fallecido, según ha explicado el Departament d’Interior a Maldita.es y Planta Baixa

El fallecido en Badalona, de 36 años, tenía un cuchillo y se encontraba en un espacio cerrado: el patio de un domicilio, según los propios datos de los Mossos, obtenidos por Maldita.es y Planta Baixa tras una solicitud de acceso a la información pública al Departament d’Interior de la Generalitat de Catalunya. Metrópoli Abierta contó que ocurrió en un piso del barrio del Remei y fue la madre de la víctima quien avisó a los agentes porque el fallecido estaba "fuera de sí" y había intentado atacarla con varios cuchillos.

Según los datos obtenidos por Maldita y Planta Baixa, el motivo de la intervención fue por “causa médica” y no para detenerle. Sólo en esta ocasión de las 114 actuaciones policiales se usó el desfibrilador que se lleva por protocolo en los vehículos patrulla y en otras cinco tampoco hubo asistencia médica inmediata, siempre según los datos de los Mossos. El protocolo de los Mossos destaca que siempre se debe “garantizar la asistencia médica a la persona sobre la que se ha aplicado la descarga”.

La actuación con la táser fue grabada por el propio dispositivo y el disparo se produjo desde una distancia de 2 o 3 metros y de forma frontal. La auditoría interna de los Mossos ha concluido que su uso se adecuó a los casos habilitados y a procedimiento. En ninguno de los 114 casos los Mossos han resuelto que las táser se hayan utilizado contra el protocolo (el último uso de 2021 seguía en investigación cuando Maldita.es y Planta Baixa obtuvieron los datos de los Mossos).

No se graban casi la mitad de las intervenciones con táser, aunque el protocolo pide que se haga "siempre que sea posible"

El Parlament de Catalunya aprobó en 2016 el uso de las pistolas eléctricas con una cámara que grabase la actuación e indicando que el protocolo debería especificar la obligatoriedad de grabar siempre, explica un informe del Síndic de Greuges (el Defensor del Pueblo catalán). Las pistolas eléctricas deberían tener elementos tecnológicos como la cámara que registre el disparo “que permitan dejar constancia escrita e informatizada de todos los elementos de uso” y que grabe al menos 30 segundos antes de la descarga, según aprobó la Comisión de Interior del Parlament de Cataluña. Los Mossos acabaron recibiendo las táser en junio de 2018 como prueba piloto, pero el protocolo que aprobó la Dirección General de la Policía de la Generalitat sólo estableció que se grabe la actuación “siempre que sea posible”. Los datos facilitados a Maldita.es muestran que sólo 64 de las 114 intervenciones con táser fueron grabadas. Del 43,85% de las veces que un mosso ha disparado una táser no existe vídeo.

El Departament d’Interior ha justificado a Maldita.es y Planta Baixa que la pistola no grabe automáticamente pese a que era su intención inicial porque en 2016, cuando la aprobación en el Parlament, sólo la compañía Axon disponía de pistolas eléctricas con cámara automatizada. Pero, siempre según Interior, los servicios jurídicos les alertaron que no podían comprárselas directamente sin concurso público. Esa es la razón, según la Generalitat, por la que no disponen de pistolas táser que lleven incorporadas cámaras que funcionen directamente de forma automática.

Las intervenciones con táser no grabadas por los Mossos se han seguido produciendo en los últimos tiempos. En 2019, el primer año completo en el que la policía catalana contaba con las táser, grabaron el 62,16% de las veces que las utilizaron. El año siguiente, 2020, el 48,72%, y el último año, 2021, el 55,88%. El sindicato SAP-FEPOL, mayoritario de los Mossos d’Esquadra, asegura a Maldita.es y Planta Baixa que la no grabación de las intervenciones puede deberse a errores humanos o técnicos, pero que ellos son los “primeros interesados” en que las táser graben automáticamente.

Casi la mitad de las personas estaban desarmadas

El 46,49% de las personas a quienes los Mossos dispararon con una táser no portaban armas, según las propias estadísticas policiales. En cambio, 42 de las 114 personas llevaban armas blancas, principalmente cuchillos. Once de los afectados llevaban objetos contundentes como un bate de béisbol, una silla, una lata, un televisor o un trozo de vidrio y seis personas tenían objetos peligrosos como metacrilato, un espray de defensa o un pie metálico de batería. En dos ocasiones el arma que indican los Mossos en su registro se trata de un vehículo. Además, dos personas usaron dos tipos de armas distintas, siempre según el propio registro de los Mossos d’Esquadra.

En la mitad de las intervenciones registraron que el motivo de la intervención fue por causas médicas y la otra mitad, por detenciones. Aunque hay dos casos en los que la intención fue detener a la persona, pero la cosa no acabó así. En un caso la persona huyó sin ser detenida y en otro se decidió no detenerla, según los datos de los Mossos.

En una de cada cuatro ocasiones no se consiguió inmovilizar a la persona

La efectividad de las descargas eléctricas de los dispositivos conductores de energía (DCE) fue del 75%. Son las ocasiones en las que según Interior el uso de la táser fue eficaz para inmovilizar a la persona. En 28 intervenciones no sirvió para inmovilizar a la persona por diversos factores, pero los datos de los Mossos no indican en cada caso de forma concreta por qué no se logró inmovilizar a la persona. Aún así, Interior aclara en la resolución a la solicitud de Maldita.es y Planta Baixa que entre los motivos se encuentran que alguna de las sondas no impactase en la persona, que no cerrasen el arco eléctrico o que la persona se reincorporase antes que los agentes pudieran inmovilizarlo.

En sólo dos intervenciones, ambas en Rubí (Barcelona), no se informó a la sala de mando, el centro operativo de coordinación policial, pese a que el protocolo obliga a hacerlo “lo antes posible” en caso de herir a la persona, incluyendo las propias lesiones causadas por el anzuelo metálico que se clava en la piel al disparar la táser. Salvo en el caso mortal de Badalona, que aparece como “trasladado al hospital”, el estado de la persona tras el uso del DCE, como las denomina Interior, fue de “ilesa” según la base de datos policial.

En 50 ocasiones los Mossos dispararon sus pistolas eléctricas en la vía pública y 64 veces en espacios cerrados, siendo lo más habitual (en 49 momentos) en habitaciones de domicilio. En un taller mecánico y en una habitación de hospital también utilizaron sus táser los Mossos. En todos los casos se rellenó el atestado a entregar a la autoridad judicial, tal y como obliga la normativa interna incluso en los casos de descargas fallidas. 

Perfil de quienes recibieron los disparos de las táser: hombre y entre 30 y 49 años

Los Mossos han utilizado los DCE con 114 personas: 109 hombres y sólo cinco mujeres. La edad media de la persona afectada es de 36 años, pero el rango de edades va desde los 19 a los 73 años.

Los datos que ha obtenido Maldita.es y Planta Baixa también incluyen la distancia y la orientación del tiro. Cerca del 60% de las descargas eléctricas se hicieron de manera frontal, en un 31% se disparó la táser por la espalda y en tres ocasiones directamente en contacto con la piel. El rango de la distancia va desde el contacto directo con la persona que recibe la descarga hasta los 10 metros. En al menos cinco intervenciones se hicieron un mínimo de dos disparos, al aparecer dos distancias y orientaciones distintas en la base de datos.

Sabadell es la localidad donde los Mossos más han usado las pistolas eléctricas

Sabadell, con 11 usos de táser en poco más de dos años, es la ciudad catalana donde más han disparado sus pistolas eléctricas los Mossos. La Región Policial Metropolitana Norte es en la que más intervenciones hubo: 53 de las 114. Esta región policial, una de las nueve en que se divide Catalunya, incluye las comarcas de Vallés Occidental, Vallés Oriental y Maresme.

Antes del caso mortal de Badalona, una grabación viral de una detención de una mujer de 26 años precisamente en Sabadell generó controversia en redes sociales y medios de comunicación. Ocurrió el 25 de noviembre de 2021 contra una persona que había acudido a una consulta de psiquiatría en un centro de atención primaria.

Como muestra el vídeo, los Mossos decidieron darle una descarga eléctrica en el exterior del centro sanitario para reducirla. El director de los Mossos, Pere Ferrer, defendió que la actuación policial fue proporcionada. En cambio, el centro de defensa de los derechos humanos Irídia la calificó de “muy preocupante y desproporcionada” y la propia persona reducida consideró que se trató de “un abuso policial”.

La base de datos obtenida por Maldita.es y Planta Baixa da más detalles sobre este caso. Muestra que la persona quedó “ilesa” y tuvo asistencia médica inmediata tras reducirla con la táser pese a que según contó a TV3 la trasladaron al hospital con un cuadro de ansiedad. “Me dolía todo el cuerpo, no me podía ni mover”, dijo. Los datos oficiales muestran que fue detenida y que el disparo se hizo a una distancia de 3 o 4 metros, de forma frontal y efectiva para reducirla. La cámara del táser sí grabó las imágenes de esta actuación y la auditoría interna consideró que se cumplió el protocolo de uso de las pistolas táser.

Las instrucciones de uso de las pistolas eléctricas

El uso de armas policiales está permitido de forma general en situaciones en que “exista un riesgo racionalmente grave para la vida o la integridad física de los agentes o de terceras personas o daños que puedan comportar un riesgo grave para la seguridad ciudadana”, según la instrucción interna del Departament d’Interior.

En el caso concreto de las táser, el documento de Interior permite su uso en cinco situaciones: para reducir, inmovilizar o detener a una persona que muestre una resistencia activa que ponga en riesgo a los agentes u otras personas; con personas con “actitud violenta” hacia los mossos o terceras personas y que hayan perpetrado una agresión o “sea previsible que haya una”; si hay amenzas con armas blancas, objetos o elementos peligrosos; en intentos de suicidio y en “situaciones de extrema y urgente necesidad en las que se deba actuar para evitar daños inminentes con un grave riesgo para la seguridad ciudadana”.

Su uso está prohibido en mujeres embarazadas, niños (menores de 12 años), personas de edad avanzada y personas débiles de salud siempre “que sea perceptible para el agente”. Tampoco se permite en prisiones salvo en motines o toma de rehenes y en manifestaciones. Pero esta prohibición en realidad es una limitación porque se permite el uso de DCE en “circunstancias excepcionales” donde la táser “puede servir para evitar un mal mayor”. El Síndic de Greuges ha recomendado prohibir el uso en menores de 18 años.

Consulta aquí la información sobre cada caso en el que los Mossos han utilizado las pistolas táser.

Metodología

Para elaborar esta información Maldita.es y Planta Baixa han realizado una petición de información pública al Departament d’Interior de la Generalitat de Catalunya vía ley de transparencia. Hemos obtenido los datos de los casos en los que los Mossos d’Esquadra han utilizado las pistolas táser desde septiembre de 2018, fecha del primer uso tras su aprobación, hasta el 31 de diciembre de 2021.

También hemos hablado con Comunicación de Mossos d’Esquadra para aclarar algunos valores confusos o posibles errores en la base de datos pero han rechazado aclararlos porque afirman implicaría revisar los detalles de cada caso. El Departament d’Interior sí ha aclarado algunas preguntas planteadas.

Esta información ha sido una investigación conjunta de Maldita.es con Planta Baixa, un programa de la televisión pública de Cataluña (TV3) producido por La Manchester.

En el caso de que tengas alguna duda sobre nuestra información, puedes contactarnos en [email protected].

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