Qué se dice: es frecuente ver contenidos en redes que afirman que la ivermectina, el fenbendazol, la hidroxicloroquina y el azul de metileno sirven para curar el cáncer.
Lo que sabemos según la evidencia científica: No hay pruebas de que estas sustancias sean efectivas para tratar el cáncer en humanos y, de hecho, se relacionan con efectos secundarios. Además, la palabra cáncer abarca más de 200 tipos de enfermedades con características, evolución y tratamientos diferentes.
Qué narrativa difunde: Estas afirmaciones forman parte de la supuesta idea de que existen terapias alternativas que pueden curar o tratar el cáncer.
No existe una única “cura” contra el cáncer
Mel Gibson: “Tengo tres amigos. Los tres tenían cáncer en estadio cuatro. Los tres no tienen cáncer en este momento en absoluto”. Joe Rogan: “¿Qué tomaron?”. Gibson: “Ivermectina, Fendenbazol”. Este es un corte del podcast de Joe Rogan que sirve como ejemplo de los contenidos en los que se afirma que estas sustancias, así como la hidroxicloroquina y el azul de metileno sirven para curar el cáncer.
Hablar de una única ‘cura contra el cáncer’, como lo hacen estos contenidos, no tiene sentido: aunque se caracteriza por el crecimiento incontrolado de las células, el cáncer no es una sola enfermedad, sino un término amplio que incluye a más de 200 tipos de enfermedades. Cada uno de ellos puede tener características completamente diferentes al resto, pudiendo considerarse “enfermedades independientes”, con causas, evolución y tratamientos específicos, como afirma la Asociación Española contra el Cáncer en su página web. Por ello, no es posible que una única sustancia pueda curar todos los tipos de cáncer.
La ivermectina no ha mostrado su eficacia en humanos
La ivermectina es un medicamento antiparasitario que se utiliza, por ejemplo, contra la malaria. Durante la pandemia de COVID-19 se promocionó, sin evidencia suficiente, como su supuesta cura, en base únicamente a algunos estudios preliminares en cultivos celulares o en estudios favorables, pero con errores, que posteriormente fueron retirados.
Una revisión a la literatura científica muestra algo similar: aunque algunos estudios en laboratorio muestran posibles vías por las que este antiparasitario puede reducir la proliferación de algunos cánceres de mama y colorrectales y a pesar de que también se han obtenido resultados favorables en ratones, el fármaco no se ha testado en humanos como tratamiento frente al cáncer. Este nivel de evidencia (experimentos en laboratorio o en animales) es muy bajo: antes de poder extrapolar los resultados, deben hacerse ensayos en humanos que aseguren la fortaleza de la evidencia científica.
A enero de 2025, un grupo de investigadores está reclutando pacientes con cáncer de mama triple negativo (uno de los peores tipos de cáncer de mamá) para explorar si el uso conjunto de la ivermectina y la inmunoterapia balstilimab podría ser útil como tratamiento. Eso sí, este ensayo clínico todavía no se ha llevado a cabo y, en cualquier caso, no tiene el objetivo de evaluar la ivermectina aislada, sino su posible eficacia si se usa junto a otro medicamento. Por ello, aún no puede hablarse de resultados favorables sobre la ivermectina en humanos para tratar algún tipo de cáncer.
“Ciertamente, por sí sola, la ivermectina no es una cura, ni siquiera un tratamiento eficaz para el cáncer de mama”, declaró en 2023 a Associated Press Peter P. Lee, jefe del departamento de inmunooncología del Centro Oncológico Integral City of Hope de California (Estados Unidos), uno de los responsables del ensayo clínico en marcha.
“No conozco ningún informe de ensayos clínicos [de ivermectina] que haya dado resultados satisfactorios en seres humanos con cáncer”, declaró Susanne Arnold, directora asociada de traducción clínica del Markey Cancer Center de Kentucky (Estados Unidos) a Associated Press. Además, como todo fármaco, la ivermectina puede causar ciertos efectos secundarios, como la hepatitis aguda, por lo que no es inocuo tomarlo sin supervisión ni aprobación médica.
Sin pruebas de que la hidroxicloroquina cure el cáncer en humanos
La hidroxicloroquina es otro tratamiento contra la malaria popularizado durante la pandemia de COVID-19 como su posible tratamiento. Sin embargo, un gran estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que esta no era eficaz para tratar la infección por SARS-CoV-2. De hecho, el uso de hidroxicloroquina en pacientes COVID-19 se asocia mayor mortalidad, según un metaanálisis.
Al igual que en el caso de la ivermectina, la investigación sobre la hidroxicloroquina como posible tratamiento contra el cáncer se limita a nivel de laboratorio o en combinación con otra terapia: en 2014 se publicaron los resultados de un ensayo clínico en humanos en fase 1 en el que se midió la seguridad y la eficacia del uso de este fármaco junto al vorinostat (el inhibidor de una enzima) sobre tumores sólidos avanzados en solo unas decenas de pacientes. Los resultados mostraron que las sustancias fueron toleradas y sugieren que la hidroxicloroquina puede aumentar la actividad clínica del vorinostat.
En 2016 se publicaron los resultados del mismo ensayo clínico en 20 pacientes con cáncer colorrectal metastásico en fase 1. Estos concluían un “perfil favorable de toxicidad y eficacia”, es decir, mostraba seguridad y eficacia.
Sin embargo, los propios autores señalaban que el estudio era “limitado” debido “al pequeño tamaño de la muestra” y a la falta de un grupo sin tratamiento con el que comparar los resultados de las personas a las que sí se les había administrado el fármaco. Indicaban, además, que sería necesario un nuevo ensayo en fase 2 para evaluar la eficacia con más pacientes y comparar los resultados con los obtenidos al utilizar otro tratamiento pero, a fecha de 15 de enero de 2025, aún no se han publicado resultados de un estudio en fase 2 o 3, necesarios para poder aprobar un tratamiento.
No se han hecho ensayos clínicos en humanos sobre cáncer y fenbendazol
Contenidos que se difunden en redes también proponen el fenbendazol, otro antiparasitario, como potencial tratamiento para el cáncer. Sin embargo, tampoco hay evidencia de ello.
En 2013 un estudio de laboratorio con células de ratón observó que el febendazol no alteraba el crecimiento de los tumores y, por lo tanto, no aportaba evidencias de su supuesto valor en la terapia contra el cáncer. En cambio, un trabajo posterior en laboratorio, con células cancerosas humanas, publicado en 2018, concluyó que este sí era capaz de matar células tumorales.
Una búsqueda en la web clinicaltrials.gov, una página web del Gobierno de Estados Unidos que recoge ensayos clínicos de todo el mundo, no muestra resultados para la relación fenbenzadol y cáncer. Por lo tanto, tampoco hay evidencias con ensayos clínicos en humanos que muestren que el fenbendazol sea eficaz contra algún tipo de cáncer.
Tampoco se ha probado el azul de metileno en humanos
Al igual que ocurre con el resto de fármacos, el azul de metileno o cloruro de metiltionina, un colorante aprobado para teñir células y tejidos y para tratar la metahemoglobinemia (una enfermedad de la sangre), no se ha probado en humanos para tratar el cáncer, aunque sí ha investigado en el laboratorio. Entre sus efectos adversos más comunes están los mareos, sudores y cambios de color en la piel, por lo que no debe tomarse sin supervisión médica.
Un trabajo de 2017 con células humanas de cáncer de mama observó que el azul de metileno provocaba, de forma masiva, la muerte de estas células tumorales. Pero de nuevo, se necesitan más estudios y fases para poder asegurar que sea efectivo. No hemos encontrado en clinicaltrials.gov ensayos clínicos en humanos que evalúen su seguridad y efectividad para tratar ningún tipo de cáncer.
Por lo tanto, no hay evidencia científica actual en humanos que justifique la toma de la ivermectina, la hidroxicloroquina, fenbendazol y el azul de metileno para curar el cáncer.