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DeepSeek, el chatbot de IA chino, se convirtió en la aplicación gratuita más descargada en la App Store de Apple el lunes 27 de enero de 2025 en EEUU y destronó a ChatGPT, su competencia estadounidense. Esta inteligencia artificial, que funciona de manera muy similar al chatbot de OpenAI, es gratis, de código abierto (se puede descargar, usar y modificar en el ordenador) y ha roto paradigmas con sus bajos costes de desarrollo, aunque también ha generado debate por negarse a responder preguntas críticas sobre China.
¿Es seguro descargarse la aplicación de DeepSeek y aceptar sus términos de privacidad? Esto mismo nos habéis preguntado a través de La Dudoteca. La compañía recolecta información como nuestros datos personales, interacciones con el chatbot y características de nuestro dispositivo, entre otros, para compartirlos bajo ciertas circunstancias con proveedores, socios o autoridades. Un problema de privacidad de datos que aceptamos también si usamos otros chatbots. ChatGPT también recopila información personal de sus usuarios y la comparte con terceros.
Sin embargo, los expertos sí muestran preocupación extra por el almacenamiento de esta información en China y su seguridad, ya que podría ser sensible a las leyes del país y a ciberataques, y recomiendan no compartir datos sensibles en la aplicación o web de DeepSeek. Los especialistas añaden que podemos descargar la IA y usarla localmente para tareas más sensibles, aunque esto no es fácil para todos los usuarios.
DeepSeek recoge datos de los usuarios, como información personal y lo que pedimos al chatbot, que se pueden compartir con proveedores, socios comerciales o autoridades
En su Política de privacidad, DeepSeek dice recoger nuestra información a partir de los datos que les damos al registrarnos y al usarla, otros que recolecta automáticamente y los que recopila de otras fuentes. Por ejemplo, en la primera categoría, está la información de nuestro perfil (fecha de nacimiento, nombre de usuario, correo, teléfono y contraseña), los inputs o entradas del usuario (historial del chat, comentarios y textos, audios y archivos cargados), y los datos que comunicamos a la compañía (información para probar nuestra identidad o edad o comentarios y consultas sobre los servicios).
Los datos que recopilan automáticamente son la información técnica sobre nuestro dispositivo (dirección IP, sistema operativo, idioma, etc.), datos de uso (las funciones que usamos y acciones que realizamos), las cookies y la información de pago (órdenes de pago y datos de transacción). Por último, la información de otras fuentes viene del inicio de sesión, registro o servicios vinculados, por ejemplo, si iniciamos sesión con Google o Apple, y también de los anunciantes y socios “que comparten con nosotros información sobre usted y las acciones que realiza fuera del servicio”.
Toda esta información, según su política, se puede usar para proveer y administrar el servicio, hacer cumplir los términos y políticas, notificarnos sobre cambios, mantener y mejorar la seguridad, revisar y mejorar DeepSeek y cumplir con las obligaciones legales. Para ello, se puede compartir con proveedores, socios comerciales y entidades del grupo corporativo. Además, se pueden entregar por transacciones corporativas (por ejemplo, si se vende parte del servicio o hay una fusión) o por obligaciones legales, por las que se pueden compartir con autoridades públicas.
Esto puede sonar alarmante, pero Julián Estévez, profesor de ingeniería en la Universidad del País Vasco y experto en inteligencia artificial, explica en La Dudoteca que las prácticas de recopilación de datos de esta IA china son similares a las de otros chatbots. Por ejemplo, OpenAI, la dueña de ChatGPT, también recopila datos personales de sus usuarios que puede compartir con terceros, como proveedores, afiliados, administradores de cuentas y transferencias comerciales, y otros usuarios.
“Puedo decir que es mucho más segura [la política de DeepSeek] que aceptar las cookies de las páginas web que consultamos a diario”, compara Joaquín González, ingeniero experto en inteligencia artificial en La Dudoteca. Según su análisis de las políticas de privacidad y términos de usuario, “no hay exenciones de responsabilidad ocultas, ni palabras mágicas como las habituales que hablan de terceros o de usos legítimos”.
Toda esta información se almacena en China, algo que sí genera preocupación entre los expertos por el riesgo de ciberataques y las leyes del país
Hasta aquí, todo dentro de la normalidad sobre el tipo de datos que suele recolectar una app así (que, efectivamente, siempre son muchísimos en estas y en otras apps). Sin embargo, la preocupación de los expertos viene por el lugar donde se almacenan todos estos datos. “La información recolectada se almacena en servidores seguros ubicados en la República Popular China”, indican en la política. “Los expertos advierten de que, aunque DeepSeek no parece ser un software espía y sus prácticas de recopilación de datos son similares a las de ChatGPT y Claude, el hecho de que los datos estén almacenados en China los hace vulnerables tanto a ciberdelincuentes como a las leyes chinas”, señala Estévez.
Según el World Cybercrime Index 2024, China es el tercer país del mundo con mayor riesgo de ciberataques, después de Rusia y Ucrania. DeepSeek defiende en su política que mantienen “medidas de seguridad técnicas, administrativas y físicas comercialmente razonables que están diseñadas para proteger su información contra acceso no autorizado, robo, divulgación, modificación o pérdida”, aunque también afirma: “No somos responsables de la elusión de ninguna configuración de privacidad o medida de seguridad contenida en el servicio o sitios webs de terceros”.
“Tanto la aplicación como la página web oficial de DeepSeek envían toda la información de vuelta a los servidores de la empresa en China. Por tanto, no se debe compartir información confidencial o delicada con este chatbot”, explica en La Dudoteca Iris Domínguez, que investiga sobre inteligencia artificial, justicia algorítmica y sesgos de IA. Sin embargo, aclara que tampoco es recomendable compartir información sensible con otros chatbots, como ChatGPT, Claude, Grok o Gemini.
Al ser de código abierto, DeepSeek se puede descargar en el ordenador y utilizarse localmente, aunque no es fácil para todos los usuarios
“La aplicación y web, más allá de esos problemas de privacidad de datos, no suponen ningún problema de seguridad diferente de otras IA”, indica Domínguez. Una posibilidad que sí ofrece DeepSeek es la de usar, modificar y compartir su código, al ser una IA de código abierto. “Esto significa que, para tareas sensibles, puede descargarse en un ordenador normal y emplearse localmente”, recomienda.
Aunque hay algunas limitaciones que tener en cuenta: “Para un usuario normal puede ser complejo y en un ordenador común solo pueden ejecutarse versiones algo reducidas del modelo. Pero cualquiera con algo de habilidad puede probarlo a través de aplicaciones como Ollama, sin riesgo de envío de datos a ningún servidor”, concluye Domínguez.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Joaquín González, ingeniero experto en inteligencia artificial, el maldito Julián Estévez, profesor de ingeniería y experto en inteligencia artificial, y le maldite Iris Domínguez, que investiga sobre inteligencia artificial, justicia algorítmica y sesgos de IA.
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