Las imágenes de la portada de este artículo han sido generadas con inteligencia artificial.
"Hacemos un llamado a todos los laboratorios de inteligencia artificial para que pausen inmediatamente durante al menos seis meses el entrenamiento de los sistemas de IA más potentes que GPT-4”. Así empieza una carta abierta publicada el 29 de marzo de 2023 que firman más de 18.000 firmantes; entre ellos, empresarios, académicos e investigadores del sector tecnológico como Elon Musk (CEO de SpaceX, Tesla y Twitter), Steve Wozniak (cofundador de Apple) o Carles Sierra (director del Instituto de Investigación de Inteligencia Artificial del CSIC). ¿Qué es lo que temen?
Según este texto, “los sistemas de IA con inteligencia humana-competitiva pueden plantear riesgos profundos para la sociedad y la humanidad”. En el caso concreto de la inteligencia artificial utilizada para crear imágenes ya hemos visto que ha generado desinformación, pero también que es una potente herramienta creativa. Analizamos con expertos las luces y las sombras de esta tecnología, sus posibles aplicaciones y también recordamos los riesgos en la Maldita Twitchería Tecnológica.
La IA generadora de imágenes como herramienta para la industria creativa, el marketing y la publicidad
Pese a la petición de una moratoria que frene el desarrollo de la IA, en el final de esta carta abierta también se reconoce su actual potencial: “Habiendo tenido éxito en la creación de poderosos sistemas de IA, ahora podemos disfrutar de un ‘verano de IA’ en el que cosechamos las recompensas”. Una de estas recompensas es la aplicación de estas tecnologías en la industria creativa.
“La aplicación inmediata es la ilustración, por ejemplo cuando necesitas imágenes de apoyo para una presentación, una campaña de marketing o temas de publicidad”, explica Álvaro Barbero, director de Inteligencia Artificial en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC). En palabras de este experto, ya no tendremos que acudir a webs que venden imágenes; por lo que es posible abaratar costes y obtener contenidos más precisos, que encajen con lo que queremos hacer.
En concreto, esta tecnología “puede ayudar mucho en fases principales de la industria creativa que antes eran más costosas”, explica Xavier Mitjana. Por ejemplo, con la evolución de herramientas como Midjourney ya se puede afinar con estilos específicos, y empresas como Pixar pueden entrenar un modelo para seguir el suyo o incluso crear personajes más concretos.
Pero esta tecnología no se limita únicamente al uso profesional. “Es una herramienta muy potente que empodera también a los usuarios que no se dediquen profesionalmente a esto. Pueden utilizarla y subir un escalón con respecto a lo que podía hacer antes”, asegura Barbero. Es decir, pueden servir para generar nuevas ideas e inspirar.
Por enésima vez, ¿significa esto que la IA nos va a quitar el trabajo? En este caso, ¿a los ilustradores?
Está claro que esta tecnología impacta e impactará en muchos sectores. Desde MIT Technology Review analizan cómo afectaría la IA generativa de texto (como ChatGPT) en la economía. Estos modelos “prometen automatizar todo tipo de tareas que antes se pensaba que pertenecían únicamente al ámbito de la creatividad y el razonamiento humano”, explica el texto.
Pero no nos desanimemos. Como recuerda Álvaro Barbero, “no hay que tomarse [estas herramientas] como una amenaza, sino como una tecnología que te ahorra trabajo y acelera procesos”. De hecho, ya se ha empezado a utilizar como una herramienta de apoyo: la empresa de videojuegos francesa, Ubisoft, está utilizando Ghostwriter (una herramienta interna de IA) para generar las partes más simples y repetitivas de los guiones de sus videojuegos con esta tecnología.
En Maldita.es ya tratamos este tema en una Twitchería Tecnológica sobre el papel de la inteligencia artificial en diferentes sectores creativos, como el arte, la música o el desarrollo de videojuegos. "Yo no veo un peligro real. Es una herramienta, pero seguimos empezando con el papel en blanco", explicaba en esta charla Arturo Fuentes, profesor de Fundamentos de Imagen Digital en la Universitat Politècnica de Catalunya y miembro del Computer Vision Center (CVC).
En el lado menos positivo de sus aplicaciones, estas herramientas facilitan la creación de imágenes falsas que, sin contexto, pueden desinformar
Como ya te contamos en Maldita.es, cualquier imagen (real o generada con inteligencia artificial) puede generar desinformación si se comparte sin contexto. Fue el caso de estas imágenes de unos supuestos antidisturbios abrazando a mujeres durante una manifestación en Francia o este ejemplo de Donald Trump supuestamente huyendo de la policía.
Aunque la desinformación con imágenes no es algo nuevo que haya surgido con la inteligencia artificial generativa (ya existían Photoshop y otros programas de edición de imágenes), esta tecnología sí ha facilitado el proceso de creación de estos contenidos y la ha puesto al alcance de más gente. “Hace unos años decíamos que la IA y los deepfakes no eran un problema y ahora es cada vez más difícil identificar estos bulos”, asegura Andrés Jiménez, coordinador de Maldito Bulo de Maldita.es.
“Antes, crear un deepfake o una imagen con inteligencia artificial era caro para los desarrolladores y requería un cierto conocimiento que gran parte de la gente no tenía”, explica Jiménez. Ahora, algunas herramientas como Midjourney únicamente requieren de un texto descriptivo, con indicaciones, para obtener una imagen que podría pasar como real. Por eso conviene recordar trucos y consejos para que no te la cuelen con esta tecnología. Aunque algunos se hayan quedado obsoletos a medida que la IA afina, aquí te dejamos recomendaciones actualizadas.
Pero la desinformación no es el único riesgo que acompaña a la inteligencia artificial para generar imágenes. Como ya te contamos en Maldita.es, esta tecnología posibilita suplantar identidades, humillar a las personas que son víctimas de ello (como, por ejemplo, la creación de vídeos pornográficos con personas conocidas) o estafar.
Primera fecha de publicación de este artículo: 13/04/2023