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MALDITA TECNOLOGÍA

Los riesgos de compartir fotos de nuestra vivienda o nuestra ubicación: cómo puedes ser una víctima si la geolocalizan

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Subir fotos o vídeos en los que aparecen nuestras casas o partes de ellas se ha vuelto algo totalmente común en redes sociales. Especialmente con la entrada en juego de TikTok, donde es habitual encontrarse vídeos de personas grabando desde sus cuartos, salones, cocinas o directamente haciendo recorridos por sus casas. Sin embargo, mostrar imágenes de espacios privados de nuestras viviendas puede dejar de ser una acción inocente si alguien tiene algo contra nosotros o si se da una circunstancia como que seamos millonarios y alguien pretenda robarnos. Porque a día de hoy es relativamente fácil geolocalizar un lugar o una casa a partir de fotografías sencillas; se puede hacer con herramientas OSINT (de inteligencia abierta) y, en realidad, es lo que hacemos muchas veces en nuestro trabajo diario en Maldita.es.

Este riesgo lo vemos con ejemplos de la vida real, en los que se ha localizado la ubicación de una celebridad o un personaje público a través de sus publicaciones en redes sociales con consecuencias negativas. Recientemente, se publicaba la noticia de que el rapero PnB Rock había sido asaltado y asesinado en un cenador en Los Ángeles después de que su novia subiese una foto de ambos en el sitio a Instagram. Alguien acudió al sitio a robarle las joyas que portaba y le disparó.

Otro ejemplo reciente lo vemos con la respuesta de varios usuarios a una publicación en la que el streamer 'El Xokas' anunciaba que se había comprado una casa y pasaba a ser "propietario". Unas horas después, algunos usuarios en Twitter aseguraban haber encontrado la dirección de la vivienda

Datos de ubicación obtenidos a partir de fotos caseras de cualquier cosa que se nos ocurra

Tendemos a subestimar la cantidad de información que puede obtenerse a partir de fotos caseras que posteriormente subimos a redes sociales, ya que no damos importancia a lo que puede aparecer en ellas o lo que se puede interpretar de la imagen en sí. Esto lo explicamos a fondo en uno de nuestros programas de Twitch con la ayuda de nuestra maldita especialista en ciberseguridad Paula González, que ponía como ejemplo la información que puede asumirse de las fotos que sacamos, por ejemplo, de nuestras mascotas.

"Si subo una foto de mi mascota, pensamos que no pasa nada porque es un ser vivo pero no un ser humano que tiene su derecho a la intimidad o a la privacidad", señalaba. Pero esto tiene truco. "Las típicas fotos que sacamos con el móvil de cosas chulas que hace nuestro gato tienen metadatos que permiten ubicarlas y decir dónde están esos gatos". La cuestión es que subes una foto aparentemente inocente en la que terminas dando tu dirección o, al menos, tus coordenadas. 

La especialista ponía otro ejemplo de cómo pueden usarse esos datos: engañar a alguien y sacar dinero. "Si puedo sacar información de esa persona a través de sus redes sociales, es información que me permite ajustar mi estafa a esa persona", explicaba. Ofrecer involuntariamente este tipo de información puede sumarse a los problemas, además, que suponen las filtraciones de bases de datos de servicios que usamos todos y que, en ocasiones, también guardan nuestra ubicación

En este programa también nos advertía de los riesgos de compartir datos relacionados con nuestra ubicación Mònica Vilasau, profesora de Derecho Civil en la UOC y experta en derecho a la intimidad en el uso de la tecnología: "Un dato que no parece sensible pero sí que lo es, es la localización", aseveraba. "Por ejemplo, imagina que vas a un centro de desintoxicación y se muestra que entras o sales de ahí (...) o si vas a una manifestación de unas determinadas características. La localización tiene una trascendencia muy grande" por la facilidad con la que otras personas pueden registrar datos sobre ti.

Otro ejemplo que ponía Vilasau: el estar de baja laboral y subir una foto con un paisaje o un fondo determinado que, si bien no tiene por qué llevar incluido el dato exacto de la ubicación, sí que puede dar información sobre dónde estamos que no sea donde hemos asegurado que estamos.

"Aunque, en teoría, cuando se toman decisiones, tienen que tomarse siguiendo los cauces de la ley, cuando ves una imagen, por mucho que se borre, ya la tienes en la retina y se puede guardar. La posibilidad de difundirla es ilimitada", señalaba Vilasau. 

Herramientas abiertas para geolocalizar imágenes

¿Sigues pensando que obtener la ubicación de una persona a partir de una foto no es tan fácil como parece? Lamentamos tener que llevarte la contraria. De hecho, hace poco os contamos el caso de un desarrollador que había creado un programa informático capaz de escanear miles y miles de imágenes procedentes de cámaras abiertas. Con él, consigue localizar a personas -tanto anónimas como influencers- gracias a las fotografías que cuelgan en Instagram

¿Cómo lo hace? El programa usa imágenes de acceso público de las cámaras abiertas pertenecientes a los Circuitos Cerrados de Televisión (CCTV). Muchas urbes, como Madrid, Londres, Singapur, Ciudad de México y especialmente ciudades en China, las tienen. Entonces, el desarrollador, llamado Dries Depoorter, extrae las fotos de Instagram etiquetadas con las mismas ubicaciones que las de las cámaras abiertas o usa una colección de hashtags. Por último, el programa compara estas imágenes con las de las cámaras y busca coincidencias entre ellas para ubicarles en un momento determinado.

De este tipo de prácticas también hablamos con el investigador de Bellingcat Giancarlo Fiorella, donde se sirven (al igual que en Maldita.es) de herramientas OSINT para localizar la ubicación que aparece en distintas imágenes. Esta labor de geolocalización está al alcance de cualquiera y puede aprenderse a través de nuestra caja de herramientas

Con todo, recordamos: subir fotos a redes sociales es algo que se ha convertido en una rutina para muchas, muchas personas, por lo que no es algo que vayamos a dejar de hacer de la noche a la mañana. Lo importante es conocer qué riesgos implica hacerlo en determinadas circunstancias, especialmente cuando hay un personaje público implicado o una razón por la cual alguien podría tener algo contra nosotros (en el presente o un futuro). 


Primera fecha de publicación de este artículo: 21/10/2022

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