menu MENÚ
MALDITA CIENCIA

Cuidado con los contenidos que critican el uso de flúor en pastas de dientes y otros productos para la salud dental

Publicado
Claves
  • Circulan contenidos que afirman que el flúor que contienen los dentífricos tiene graves consecuencias sobre la salud
  • No hay ninguna evidencia de que, en las cantidades a las que estamos expuestos a través de estos productos o el agua potable, este suponga riesgos
  • El flúor, en las cantidades adecuadas, es necesario para la correcta salud bucodental

Comparte

Lo que circula: contenidos que afirman que el flúor de la pasta de dientes se relaciona con múltiples problemas de salud: desde la “destrucción silenciosa de hormonas”, como la testosterona, hasta consecuencias graves sobre el intestino y la función cerebral. 

Verificación: la evidencia científica señala que, en la forma y cantidades en las que se encuentra en la pasta de dientes (o en el agua), el flúor no solo es seguro, sino que se relaciona con beneficios para la salud dental, como un menor riesgo de caries.

Además, no hay evidencias de que las alternativas que estos contenidos proponen (desde taparse la boca con cinta adhesiva al dormir hasta enjuagarse diariamente y durante unos 10 minutos con aceite de coco, entre otras) sean adecuadas para la salud bucodental y, de hecho, algunas de ellas pueden resultar perjudiciales. 

No es lo mismo el flúor como elemento químico que el ‘flúor’ al que nos referimos al hablar de salud dental o de tratamiento de aguas

El flúor puro es un elemento químico altamente tóxico y reactivo. Ahora bien, no se encuentra en estado libre en la naturaleza (ni en el agua del grifo o en tu pasta de dientes), sino combinado con otros elementos en forma de compuestos llamados fluoruros. 

Sabiendo esto, y aunque coloquialmente se utilice la palabra “flúor” en el contexto de la salud dental y el tratamiento del agua, lo cierto es que en ambos casos nos referimos a fluoruros, normalmente de sodio, o al ión de fluoruro. Estos contienen flúor en una forma segura y estable.

No hay evidencias de que el flúor de la pasta de dientes o el agua “destruya las hormonas, el intestino o reduzca el coeficiente intelectual”

En relación a los fluoruros utilizados en estos contextos, no hay evidencias científicas de que, en las cantidades a las que estamos expuestos a través del agua potable o de la pasta de dientes, generen problemas como los mencionados por los contenidos desinformadores (ni con ningún otro). 

Sobre la destrucción de testosterona, no hay estudios bien diseñados que hayan encontrado relación entre esta y la exposición a los límites recomendados de flúor tanto en el agua (la recomendación es de 0,7 miligramos por litro) como en los productos dentales.  “No existen nuevas evidencias derivadas de estudios en humanos que indiquen que el flúor presente en el agua potable influya en la capacidad reproductiva masculina y femenina”, señala la web oficial de la Unión Europea

En relación a los problemas en el intestino, y como recuerdan desde los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), la ingestión de una gran cantidad de fluoruro de sodio puede producir dolores de estómago, vómitos y diarrea. Pero esa cantidad no está presente ni en el agua potable ni en los productos dentales. De hecho, teniendo en cuenta los niveles en agua potable, un adulto tendría que beber más de 300 litros para que hubiese riesgo de efectos adversos, como explicaba en Twitter (ahora X), la experta en inmunología y microbiología Andrea C. Love. En el hipotético caso de que esto ocurriera o se intentase, puntualiza, la persona moriría antes por consumo excesivo de agua.

Además, los estudios disponibles en humanos tampoco respaldan que el flúor presente en el agua potable o en los dentífricos y colutorios afecte al desarrollo neurológico infantil a los niveles permitidos en la Unión Europea. El Comité Científico de los Riesgos Sanitarios y Medioambientales coincide en que “no existen pruebas suficientes para concluir que el flúor presente en el agua potable, en las concentraciones permitidas en la UE, pueda afectar al coeficiente intelectual de los niños”.

Estos mitos se basan “en estudios mal interpretados y en la toxicidad del flúor a niveles mucho más altos de lo que se utiliza en la salud bucodental”, coincide Simón Pardiñas, odontólogo, divulgador y profesor de Cirugía Oral de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos). Como cualquier otro químico, se trata de usar las dosis correctas”, explica y añade que “la evidencia científica actual soporta que el uso de flúor en las concentraciones adecuadas es seguro y efectivo para prevenir la caries dental”.

Por qué los remedios propuestos por estos contenidos no son útiles para una mejor salud bucodental 

Además de criticar el uso de flúor, los contenidos proponen consejos sin evidencia científica cuya mayoría, no solo no es útil para la salud dental, sino que puede incluso perjudicarla. Entre los consejos sin evidencia, por ejemplo, proponen “respirar exclusivamente por la nariz”, cubriendo la boca “con cinta adhesiva por la noche”. Así, según añaden, se evitaría “el sistema de filtración natural del cuerpo” y se “resecaría la cavidad bucal”, creando “el ambiente perfecto para las bacterias dañinas”. Esto no es cierto: la falta de saliva, el principal arma defensiva de nuestra boca, provoca precisamente que las bacterias proliferen más

Según Pardiñas, esta recomendación “no tiene sentido”: “En la boca existen varios tipos de bacterias: las aerobias, que necesitan oxígeno para sobrevivir; y las anaerobias, que son las que en presencia de oxígeno se mueren”. “Es cierto que son precisamente estas últimas las que más pueden afectar a problemas bucales, como la periodontitis, pero dormir con la boca abierta o cerrada no va a cambiar nada”, concluye.

Además, la Fundación Estadounidense del Sueño ha hecho una lista con algunos de los problemas con los que puede relacionarse dormir con cinta adhesiva en la boca: irritación en los labios y dolor a la hora de quitarse el adhesivo, especialmente en quienes tienen vello facial. También problemas de agobio y ansiedad, que tienen un impacto en la calidad del sueño

Otra de las medidas que proponen estos contenidos es sustituir el dentífrico por carbón activado. Esto no es recomendable para la salud dental: “El carbón activado tiene una gran capacidad abrasiva, es como si nos pasáramos una lija por los dientes”, desgastando así el esmalte natural, con las consecuencias que esto supone, según explica el presidente del Consejo General de Dentistas, Óscar Castro.

Algunos contenidos también recomiendan dejar de usar enjuagues bucales comerciales y cambiarlos por aceite de coco, manteniéndolo “de 10 a 15 minutos cada mañana” para “extraer las toxinas de la boca sin dañar el microbioma bucal”. Aunque sí existen estudios que en los que se ha observado que el tratamiento con aceite de coco puede modular la cantidad y tipo de microorganismos de la boca en pacientes con periodontitis, esto no significa necesariamente que se utilice como sustituto a los enjuagues habituales, sino de forma complementaria. 

Por último, recomiendan consumir caldo de huesos por su contenido en colágeno que “reconstruiría el tejido gingival”. Sin embargo, en palabras de Pardiñas, “no hay ninguna evidencia sobre esto, nada que ver con la reconstrucción de la encía”. “Lo que sí que puede afectar a la salud bucodental es la falta de ciertas vitaminas, que puede producir aftas en la boca. De ahí la importancia de una buena alimentación, rica en frutas, verduras y proteínas de calidad”, concluye. 

De hecho, como cualquier otra proteína, el colágeno está compuesto por aminoácidos y, una vez lo ingerimos, estos van por libre, como una pulsera de cuentas que se hubiera roto durante la digestión. De ahí que no sea necesario consumir alimentos con colágeno sino, en general, alimentos ricos en los aminoácidos presentes en esta proteína.

Beneficios del flúor en las cantidades adecuadas 

Como recuerda Pardiñas y según la evidencia científica, el flúor, entre otros beneficios, ayuda a fortalecer el esmalte dental, haciéndolo más resistente al ataque de los ácidos que producen las bacterias de la boca y reduciendo el riesgo de caries. La falta de este mineral, ya sea a través del agua, los productos dentales o la dieta, puede aumentar significativamente el riesgo de caries dentales. Esto es particularmente crítico en niños y adolescentes, al estar sus dientes aún en desarrollo. 

A nivel poblacional, una deficiencia generalizada de flúor podría llevar a un incremento en las enfermedades dentales y, por tanto, a mayores costes en salud dental y una reducción de nivel de vida debido a dolores dentales y pérdida de dientes.

Hazte maldito, Hazte maldita
Te necesitamos para combatir los bulos y la mentira: sólo juntos podemos pararla. En Maldita.es queremos darte herramientas para protegerte contra la desinformación, pero sólo con tu apoyo será posible.

Eres muy importante en esta batalla para que no nos la cuelen. Seguro que tienes conocimientos útiles para nuestra batalla contra los bulos. ¿Tienes conocimientos de idiomas? ¿Lo tuyo es la historia? ¿Sabes mucho sobre leyes? ¡Préstanos tu Superpoder y acabemos juntos con los bulos!

También puedes apoyarnos económicamente. Maldita.es una entidad sin ánimo de lucro y que sea sostenible e independiente, libre de publicidad y con profesionales bien remunerados dedicados a luchar, contigo, contra la desinformación depende de tu ayuda. Cada aportación cuenta, cualquier cantidad es importante.