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Circula un contenido que incluye varias afirmaciones y narrativas desinformadoras relacionadas con el cáncer. Entre ellas, que los tumores son la forma que el cuerpo tiene de protegernos frente a este tipo de enfermedades, que su origen es un parásito o que dejar de consumir azúcares o tomar agua alcalina o la inexistente vitamina B17 mejora su pronóstico o lo cura. Nada de esto es cierto ni se corresponde con la evidencia científica.
“El cáncer es un parásito y los tumores son la forma que tiene el cuerpo de protegernos”
No es cierto que el cáncer “sea un parásito” ni la consecuencia de uno de ellos, de ahí que no haya evidencias de que la Ivermectina, el medicamento contra parásitos que el contenido recomienda para tratar el cáncer, sea útil en esta enfermedad.
Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NIC), el origen de este conjunto de enfermedades es la multiplicación sin control de algunas células y su diseminación a otras partes del cuerpo. Los tumores cancerosos (malignos), bultos de tejido, son el resultado de la acumulación de ese exceso de células, no “la forma que tiene el cuerpo de protegernos”, como menciona el contenido desinformador.
El mismo contenido añade que no se debe dejar “que se hagan pruebas al tumor” ya que esto podría ocasionar un desplazamiento de las células cancerosas. Sin embargo, según el NIC, “la probabilidad de que una operación haga que el cáncer se disemine a otras partes del cuerpo es extremadamente baja”. “Los resultados de la biopsia [esas “pruebas al tumor” a las que alude el contenido desinformador] ayudan a los proveedores de atención médica a determinar si las células son o no cancerosas”, recuerda en su página web la Clínica Mayo. De ahí la importancia de las biopsias.
Además, hay casos en los que, sin motivo concreto, las células cancerosas se desprenden del tumor, viajan por el cuerpo a través de la sangre o el sistema linfático y forman un tumor nuevo en otros órganos o tejidos, lo que se conoce como metástasis.
“Hay que dejar todos los azúcares”
Una de las narrativas más comunes en el contexto alimentación y cáncer es que los tumores ‘se nutren’ a partir de la glucosa que comemos (azúcar) y que, si priorizamos otro tipo de nutrientes y evitamos los hidratos de carbono, el cáncer ‘se autodestruye’. Esto no es así. Suzanne Dixon, dietista-nutricionista y epidemióloga, apunta en Cancer.net, una página web de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, que “la idea de eliminar el azúcar para tratar el cáncer es un enfoque extremo que no se ha probado” y “un mito que asusta”.
Como explicamos en Maldita.es, es cierto que el consumo continuado de azúcar libre (tanto liberado como añadido) aumenta el riesgo de obesidad. Y con ello, de cáncer. De ahí que, como prevención, reducir la cantidad de azúcar en un contexto de alimentación saludable disminuya el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Ahora bien, una vez diagnosticado, eliminar la glucosa de nuestra dieta no hará que el cáncer desaparezca. “Dar más azúcar a las células cancerosas no hace que crezcan más rápido. Del mismo modo, privarlas de azúcar no hace que crezcan más lentamente”, indica la página web de la Clínica Mayo. Lo mismo apuntan desde el NIC.
“El peróxido de hidrógeno cura el cáncer”
No hay ninguna evidencia de que el peróxido de hidrógeno sea útil contra el cáncer. De hecho, como señalan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), esta sustancia puede ser tóxica si se ingiere, si se inhala o si entra en contacto con la piel o los ojos.
“Inhalar el producto para uso doméstico (concentración del 3%) puede producir irritación de las vías respiratorias, mientras que el contacto con los ojos puede producir leve irritación de los ojos. Inhalar vapores de las soluciones concentradas (más del 10%) puede producir grave irritación pulmonar”, añaden.
“Ni el peróxido de hidrógeno ni el oxígeno han sido sometidos al escrutinio y las pruebas rigurosas necesarias para demostrar que estas terapias pueden tratar el cáncer o eliminar las células cancerosas”, señalaba a Reuters Tyler Johnson, profesor clínico adjunto de oncología en Stanford Medicine.
“El agua alcalina [con limón] ayuda a erradicar la enfermedad”
No hay evidencias de que el agua con limón o una “dieta alcalina” en general puedan tratar, curar o prevenir el cáncer.
Con respecto a la utilidad del agua o la dieta alcalinas, cuyos adeptos afirman que son capaces, no solo de curar el cáncer, sino otras muchas enfermedades, al regular el pH (nivel de acidez) de nuestro cuerpo, no existe ninguna evidencia científica. De hecho, como explicamos en Maldita.es, su base choca con todo lo que sabemos sobre cómo se regula la acidez en nuestro cuerpo: el pH de nuestra sangre no se altera por lo que comemos. Puedes leer más sobre este tema aquí.
Es cierto que existen estudios que sugieren que algunos componentes de los cítricos podrían tener propiedades anticancerígenas (aquí un ejemplo, y aquí otro), pero se trata de estudios preliminares hechos con células cancerosas en un laboratorio, algo que está muy lejos de la salud humana.
“La vitamina B17 y los baños de desintoxicación eliminan el cáncer”
Además de este contenido, circulan decenas de posts y vídeos que aseguran que la vitamina B17 es capaz de curar el cáncer. Esto no es cierto: como ya explicamos en Maldita.es, la sustancia a la que hace referencia el ‘apodo’ B17, la amigdalina, no es una vitamina y no hay evidencias de que sirva para curar el cáncer.
Además, tanto la amigdalina como el laetril, su versión sintética, contienen cianuro que, aunque en dosis mínimas no supone un riesgo, a partir de cierta cantidad es tóxico para la salud, causando náuseas, fiebre, dolor de cabeza, daño en el hígado, caída de oxígeno en la sangre y los tejidos, daños en el sistema nervioso e incluso el coma y la muerte en casos muy graves. De ahí que la venta de la supuesta vitamina B17 no esté permitida ni en la Unión Europea ni en Estados Unidos.
Con respecto a los baños de desintoxicación (cuyas instrucciones en el contenido son sumergirse tanto tiempo como se pueda en agua lo más caliente posible con “1 taza de bicarbonato de sodio, 1 taza de bórax, 1 taza de sal de Epsom y arcilla de bentonita” (sic)), tampoco hay ninguna evidencia de que repercutan en el cáncer y, de hecho, podrían causar quemaduras en la piel.
Todo, absolutamente todo lo que se vende como ‘detox’ es un timo. Los únicos procedimientos médicos de desintoxicación se realizan en los hospitales, en situaciones de gravedad cuando una persona ha ingerido algún producto tóxico y consisten en la administración de un medicamento que obliga al cuerpo a expulsar esa sustancia peligrosa para así salvar la vida del paciente y restablecer su salud (no en un batido, un zumo o, en este caso, un baño).
“El 90% de pacientes mueren por envenenamiento con quimioterapia”
La literatura científica demuestra que la quimioterapia mejora la supervivencia de los pacientes con cáncer. Como explicamos en Maldita.es, estas intervenciones tienen diferentes efectos sobre los pacientes, dependiendo del tipo de cáncer, el estadio, la edad…
De ahí que sea necesario interpretar el éxito del tratamiento caso a caso y con cautela, normalmente con estadísticas de supervivencia a cinco y diez años. No se puede afirmar que la quimioterapia vaya a ‘funcionar’ en todos los casos, pero la literatura científica señala que quien recibe estos tratamientos sobrevive más tiempo y tiene menos posibilidades de fallecer que quien no los recibe.
