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Antojos durante el embarazo y manchas de nacimiento, qué pasa si tu mascota te lame habitualmente la cara y partos en el mar. Llega a Maldita Ciencia el consultorio 186º

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¿Sufres una ola de calor, de calor de verano, como Pilson y Javi Rodríguez? ¿Piensas en la luz del sol y, de nuevo, en la ola de calor, como Supersubmarina? ¿Hace calor y Andrés Calamaro sigue esperando que cantes su canción? ¡No importa! Los sudores no nos impiden contestar para ti todas esas preguntas que acechan tu curiosidad, ya sean sobre manchas de nacimiento, partos en el mar, lametazos de animales o sobre si dormir o no con el culo al aire (sin pijama), precisamente las que aclaramos esta semana.

Antes de acomodarte para empezar esta agradable lectura, recuerda que nos puedes mandar cualquier cuestión que se te pase por la mente (siempre y cuando tenga que ver con la ciencia, está claro) por Twitter, Facebook, correo electrónico ([email protected]) o a través de nuestro chatbot de WhatsApp (¡guarda el número en vuestros contactos! +34 644 22 93 19). ¡Ahora sí que sí, empezamos!

¿Son los antojos durante el embarazo la causa de las manchas de nacimiento?

Aunque ni mucho menos se trata de una ciencia exacta, el helado, los pepinillos, el chocolate o la comida rápida son algunos de los antojos más comunes entre las embarazadas. Si tu madre tuvo alguno en concreto, podrás saberlo por una o varias manchas pequeñas y más oscuras de lo habitual en tu piel, ¿verdad? Ya sabes, las conocidas ‘manchas de nacimiento’... Pues no, aunque la ‘sabiduría popular’ ha perpetuado la afirmación de que estas son consecuencia del gusanillo puntual materno, no existe relación definida entre ambas.

“Las marcas de nacimiento no se forman porque una mujer embarazada ignore un antojo de alimentos, se toque la barriga cuando está preocupada o coma ciertos alimentos. Estos son mitos”, afirma en su página web la Academia Americana de Dermatología (AAD, por sus siglas en inglés).

Por si no sabes a qué nos referimos, con el concepto manchas de nacimiento nos referimos a ciertas anomalías en la piel que presenta un recién nacido. Pueden ser de una gran variedad de formas y colores, planas o elevadas, del tamaño de la cabeza de un alfiler o cubriendo una gran área de la piel, como detalla la AAD. Existen dos tipos: las vasculares y las pigmentadas.

“Las vasculares están formadas por vasos sanguíneos que no se han desarrollado correctamente y, normalmente, son rojas”, explica la página web MedlinePlus, de la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos. Por ejemplo, los hemangiomas y los hemangiomas planos.

¿Y las pigmentadas? “Están formadas por un conjunto de células que contienen el pigmento que da color a la piel”, señala la web. Es decir, aparecen por una agrupación de melanocitos. De ahí que puedan presentar diferentes tonalidades, desde marrón claro a negro, en una amplia escala de colores (gris, azuladas…).

“Ciertos tipos de marcas de nacimiento, como un parche salmón o un hemangioma, a menudo desaparecen por sí solos. Otros, como un lunar, tienden a permanecer en la piel de por vida”, indica la AAD.

Según MedlinePlus, por el momento se desconoce la causa de este tipo de manchas que no suelen suponer problemas serios ni complicaciones más allá de la apariencia. Aun así, la AAD recomienda que un dermatólogo la examine, para descartar que se trate de un primer signo de una enfermedad de la piel.

¿Es mejor dormir con o sin ropa?

Que si mucho calor, que si se te enreda al cuerpo al cambiar de postura, que si te molestan las etiquetas o los dobleces… Todos estos problemas se solucionarían si, al dormir, lo hiciésemos sin ropa pero, ¿es más o menos saludable dormir con pijama que sin él? Esta es precisamente otra de las preguntas que nos habéis planteado a lo largo de la semana. Lo cierto es que, aunque existen pequeños estudios que apuntan a que dormir como la naturaleza nos trajo al mundo puede tener ciertos beneficios, no hay mucha literatura científica al respecto.

La clave para responder a esta pregunta reside en la temperatura, factor en el que el pijama puede echarnos un cable. No es la primera vez que en Maldita.es hablamos de los ritmos circadianos, los ciclos naturales de cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas. Entre las variaciones que se dan en estos ciclos, también se encuentra la temperatura corporal.

Como explicaba a Maldita.es Beatriz Torres Blanco, miembro del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española Médicos Generales y de Familia, la temperatura normal alcanza su valor máximo por la tarde, para después ir descendiendo hasta alcanzar su valor mínimo de madrugada.

Para ello, a medida que empezamos a sentirnos cansados ​​al final del día, nuestra producción de melatonina (la hormona que responsable de activar nuestro sistema nervioso parasimpático que favorece la relajación y, por ende, hace posible que iniciemos nuestro sueño) aumenta, haciendo que nuestra temperatura corporal central disminuya.

“El momento en el que nos acostamos coincide con el momento en el que se está produciendo la mayor tasa de descenso de temperatura corporal”, indica a Maldita.es Rybel Wix, miembro del grupo de trabajo de insomnio de la Sociedad Española del Sueño (SES).

Aunque puede variar en función de la persona, la temperatura ideal para dormir es de alrededor de los 22 grados, como señalaba a Maldita.es Olga Mediano, neumóloga y coordinadora del área de sueño de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) que, además, añadía que por debajo de los 16 y por encima de los 26 “se duerme mal”.

Esta es la temperatura que se recomienda mantener durante todo el año a la hora de dormir y, para ello, Wix señala que en ocasiones puede ser necesario un pijama adecuado, según la estación. Y, zanjando todo un debate popular, mejor sin calcetines, ya que estos no favorecen una adecuada termorregulación.

“La temperatura debe ser agradable ya que, si dormimos con frío o con sudor, se activarían los mecanismos termorreguladores haciendo que tuviésemos un sueño de peor calidad”, afirma Wix y añade que “no hay suficiente evidencia científica de que dormir desnudos sea preferible” a dormir con el pijama adecuado.

En caso de pasar calor, lo que también interferiría en el descanso, hay quienes creen que dormir desnudos puede ayudar a su cuerpo a alcanzar una temperatura central más fría más rápido y promover un mejor sueño, como indica en su página web la Sleep Foundation. “Sin embargo, los investigadores no han estudiado directamente el efecto que tiene dormir desnudo sobre el sueño”, coincide.

En conclusión, si decides dormir desnudo o desnuda, asegúrate de que tu ropa de cama (sábanas, edredón, etc.) sea la apropiada para el lugar y el momento del año en el que te encuentras, para evitar pasar frío. Ten en cuenta que hay estudios en los que se ha encontrado que las personas que dormían semidesnudas eran más susceptibles a los cambios en la temperatura ambiente (a menos que tuvieran las mantas adecuadas que pudieran usar durante la noche para evitar enfriarse demasiado).

Por último, un punto para el ‘dormir con el culo al aire’: el riesgo de infecciones por hongos en las ‘partes nobles’ aumenta cuando llevamos ropa interior apretada o sintética. Si es tu caso, deshacerte de ella al meterte en la cama reducirá la posibilidad de infecciones como la candidiasis. Y, “aunque no se ha estudiado directamente”, “dormir sin ropa puede tener un impacto positivo en la fertilidad masculina”, como sostiene la Sleep Foundation. El motivo, de nuevo, es que la ropa interior ajustada “que aumenta la temperatura del escroto, lo que puede disminuir la cantidad y vitalidad de los espermatozoides”, afirma, no sin antes subrayar que hacen falta más investigaciones para sacar conclusiones válidas.

¿Qué peligros supone que tu perro/gato te chupe la boca o la cara?

Pocas cosas hay más agradables que un perro ‘te coma’ a besos. Si hablamos de gatos, puede que la cosa cambie (su lengua ‘raspa’). Sea uno u otro, hay ocasiones en las que nuestras mascotas tienen especial querencia por lamernos la cara e incluso la boca. Un estudio realizado en Países Bajos en 2009 encontró que el 50% de los dueños de perros y gatos dejan que sus mascotas les laman la cara. Pero, lejos de ser un gesto inofensivo, debemos tener cuidado porque, como consecuencia, pueden transmitirnos enfermedades.

La zoonosis, como aprendimos con la pandemia de COVID-19, es el salto de patógenos y enfermedades de animales a personas y viceversa. Los perros y gatos no son una excepción. De hecho, los perros son un importante reservorio de infecciones zoonóticas y pueden transmitir a los humanos varias enfermedades víricas y bacterianas. ¿Cómo? A través de la saliva, la orina o las heces contaminadas y, además del contacto directo.

Por ejemplo, ha habido casos, como el de una mujer estadounidense, en los que el lametón de un cachorro a una herida abierta provocaron una infección por la bacteria Capnocytophaga canimorsus, presente en las encías de gatos y perros. Trainer acabó con una mano y las dos piernas amputadas.

"La saliva de todos los mamíferos alberga un gran número de bacterias. Los perros tienen en su saliva, un mayor número de tipos de bacteria de las que tiene el humano, la mayoría de ellas inocuas, pero algunas tienen capacidad de transmitir alguna patología al ser humano", ha explicado a Maldita.es Mar Puig, auxiliar veterinaria, educadora canina también especializada en gatos y maldita que nos ha prestado sus superpoderes. *

Entre los gérmenes más comunes que pueden transmitir algunas de nuestras mascotas se encuentran virus como el de la rabia y bacterias como Salmonella (que causa salmonelosis), Brucella (provoca la brucelosis, una enfermedad que también se puede adquirir por la leche cruda), Campylobacter y varias especies de Staphylococcus. Pastuerella, que también está en la boca de gatos, nos provoca infecciones.

Los gatos, por su parte, pueden transmitir la rabia, una infección vírica mortal, a través de la exposición de la mucosa de un animal infectado. Además, los gatos son el animal doméstico al que más frecuentemente se le diagnostica la rabia en Norteamérica.

La mayoría de los casos de personas que enferman por besarse o lamerse con mascotas provienen del contacto oral previo de los animales con residuos fecales. Los lametones faciales y labiales entre humanos y mascotas pueden transportar esa materia fecal. "Tanto los perros como los gatos se acicalan a través del lamido, es decir, no es necesario que el animal nos chupe para estar en contacto con las bacterias de su saliva, ya que estas pueden estar distribuidas por cualquier parte de su pelaje, al que el propio animal tiene acceso", ha aclarado la veterinaria Mar Puig. *

En el mencionado estudio neerlandés, se tomaron muestras de 152 perros y 60 gatos en los que se encontraron parásitos, tanto en su piel como en sus heces. Entre los hallazgos, se toparon con huevos del nematodo Toxocara en alrededor del 4,5% de las heces de los perros y gatos analizados. También en un 12% en la piel de perros y un 3% en la de gatos. Este parásito, secundario para nuestra especie, puede causar enfermedades en humanos. Los protistas (anteriormente conocido como protozoos) Giardia, que nos causan la enfermedad giardiasis, y Cryptosporidium, que provoca en humanos criptosporidiosis, también fueron encontrados en perros y gatos.

"Para evitar el contagio es fundamental una correcta vacunación y desparasitación del animal con el que convivimos y extremar las precauciones cuando el contacto se da en animales que no conocemos", señala Puig. La veterinaria también recomienda lavarse bien manos y las caras tras estar en contacto con estos animales y que los bebés, personas inmunodeprimidas y personas muy mayores extremen la higiene después de estar en contacto con un animal al que no conozcan. *

Así que ya sabes, desparasita con frecuencia a los animales con los que vivas y ten cuidado con sus lametones.

¿Es seguro dar a luz en el mar?

Sí, todos hemos visto el vídeo de una mujer dando a luz en la orilla de una playa y sin ninguna asistencia médica. Hay artículos en otros medios —como este de El País, que habla también de los peligros del movimiento freebirth, que promueve los partos sin asistencia sanitaria— que insisten en que es una mala idea desde el punto de vista de la salud, tanto de la embarazada como del bebé. Nosotros, además de afirmar que no es en absoluto seguro dar a luz en el mar, hemos querido recoger cuáles son los principales riesgos y peligros de esta práctica.

José Alcolea, ginecólogo en el Hospital San Juan de Dios de Córdoba y portavoz de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), explica a Maldita.es los tres principales peligros que tendría dar a luz en el mar. El que destaca primero es el de hipotermia (cuando la temperatura corporal baja de los 35 ºC): “Dar a luz en un agua que, de temperatura media, está a 12 grados, puede provocar al niño un enfriamiento agudo”.

Como comparativa, Alcolea recuerda que cuando un bebé tiene un problema neurológico, por ejemplo, “les ponen en cunas de hipotermia a 32 ºC, una temperatura en la que el cerebro del niño entra en hipotermia”: “Imagínate si nos vamos a una costa del Pacífico en la que está el agua a 6 ºC”.

También cita el riesgo de infección que puede darse en el agua del mar, “un medio que no es aséptico”. Aquí Alcolea cita los partos en agua y el uso de bañeras de dilatación, donde no se da a luz, sino que se intenta acortar el tiempo de dilatación y reducir el dolor. Estas prácticas se ofrecen en determinados hospitales, “sobre todo en países occidentales”, y donde la embarazada debe cumplir ciertas condiciones como no ser madre primeriza, tener un histórico de partos normales y que no se trate de un embarazo de riesgo.

En estas situaciones, precisa, “el agua está a una temperatura continua de 37 ºC, clorada y se controla continuamente su pH”. Todo ello para evitar que no ocurra ni una infección al bebé ni a la madre, como podría ser una infección puerperal —durante los 15 primeros días tras el parto— como una endometritis, “al entrar agua en el útero que no sabes si está contaminada”.

Por último, menciona el riesgo de una hemorragia aguda para la madre, una complicación que se puede dar en dos de cada tres mujeres que no presentan ningún factor de riesgo, pero que es evitable y tratable con asistencia sanitaria. “En un parto normal puede aparecer y gracias a los tratamientos en hospitales hemos logrado unas cifras de mortalidad muy bajas pero, sin asistencia, como es en esa playa, no hay nadie que le administre oxitocina o prostaglandina —dos fármacos que se emplean en situaciones de hemorragia en partos—”.

Todavía no hemos terminado...

Antes de decir adiós, os recordamos una vez más: no somos médicos, somos periodistas. Puedes contar con nosotros para todo aquello que esté en nuestra mano, ¡por supuesto! Pero si lo que necesitas es un diagnóstico concreto y o tienes dudas médicas específicas, la mejor opción será que recurras a un profesional sanitario que estudie el caso y te recomiende la solución o tratamiento más adecuado. ¡Gracias por leernos y buen fin de semana!

* Actualizado con declaraciones de Mar Puig.

En este artículo ha colaborado con sus superpoderes la maldita Mar Puig.

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