Durante los últimos días nos habéis preguntado a través de nuestro chatbot de WhatsApp por contenidos en diferentes formatos (tanto vídeos como imágenes) que se están moviendo en redes sociales y que relacionan las bebidas de cola y demás tipos de refrescos industriales con el grafeno, una sustancia que puede ocasionar efectos toxicológicos en el cuerpo humano.
En ellos se alerta de que, en caso de poner los líquidos en un vaso de vidrio y colocar un imán bajo su base, “el grafeno electromagnético hará que el imán se pegue”. Esto es falso: ni se puede asegurar la procedencia del contenido que se manipula en las imágenes, ese supuesto “polvo de grafeno” (supuesto resultado de haber evaporado el resto del refresco), ni en el hipotético caso de que este sí estuviese presente en la mezcla, atraería un imán, ya que el nanomaterial carece de propiedades magnéticas.
Entre las propiedades del grafeno no se encuentra el magnetismo: no es un material ferromagnético
El grafeno es un nanomaterial bidimensional, consistente en una sola capa de átomos de carbono. Por su parte y como su propio nombre indica, el óxido de grafeno es su forma oxidada. Es decir, se trata de grafeno “funcionalizado con grupos que contienen oxígeno”, como aclaraba a Maldita.es Berta Domènech García, doctora en Química e investigadora de la Universidad Tecnológica de Hamburgo (Alemania) especializada en nanotecnología y nanomateriales.
Como cualquier otro material, el grafeno presenta determinadas propiedades. Sin embargo, el magnetismo, el motivo por el que un imán podría adherirse a la base del vaso de vidrio que contuviese el refresco, no se encuentra entre ellas: de hecho, el grafeno es un material diamagnético. Esto significa que "no es atraído por campos magnéticos en particular", como explica a Maldita.es Adrián Espinosa, experto en nanotecnología y miembro de la comunidad de malditos que nos ha prestado sus superpoderes.
“El grafeno no es ferromagnético, es decir, no es atraído por los imanes”, coincide Gerardo Meiro, también experto en nanotecnología, además de maldito que nos ha prestado sus superpoderes. De hecho, añade, “todo lo contrario”: “el grafeno, el grafito, el diamante y cualquier alótropo del carbono son diamagnéticos, es decir son repelidos por los campos magnéticos (aunque muy débilmente), por tanto esos vídeos deben ser falsos”.
Sara Arias, experta en nanociencia y nanotecnología y maldita que también nos ha prestado sus superpoderes, añade que, en caso de que el imán realmente se quedase pegado, el motivo podría ser cualquier otro: "Hay gran cantidad de materiales con propiedades magnéticas. Para saber si se tratara de grafeno, habría que recurrir a microscopía de transmisión electrónica, no valdría con un experimento 'de andar por casa'".
En declaraciones al medio de comunicación AFP Factual, verificadores miembros de la International Fact-Checking Network (IFCN) a la que también pertenece Maldita.es, Marcelo Mariscal, el vicedecano de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), coincidía en que “las propiedades magnéticas no existen de forma natural en el grafeno”.
De igual manera, la doctora en Química María Celeste Dalfovo y el investigador Santiago Barrionuevo, del Grupo de Sensores y Electrocatálisis del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA) de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina) señalaban en el medio de verificación que “por sí solo, el grafeno es diamagnético”. “Además, si bien sus características de transporte electrónico son extremadamente interesantes desde el punto de vista tecnológico y de investigación, no es un ‘superconductor con actividad magnética’”, añadían.
Como señala el medio de verificación Chequeado, también miembro del IFCN, “el acercamiento de un imán a cualquiera de las gaseosas de los vídeos virales desinformantes no debería producir una atracción o modificación del producto”.
Entre las propiedades de las que sí dispone el grafeno se encuentran la fluorescencia, lo que lo hace “especialmente apropiado para aplicaciones médicas”, como reconocía Domènech; y otras eléctricas y mecánicas, que le confieren una elevada conductividad eléctrica y una resistencia a la rotura superior a otros materiales.
También presenta características que lo convierten en una sustancia con potencial biomédico, como señalaba a Maldita.es Fernando Herranz, químico e investigador del Grupo de Nanomedicina e Imagen Molecular (NanoMedMol) del Instituto de Química Médica (IQM) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Eso sí, sobre este tema el experto opinaba y añadía que, en la actualidad, “hay más intenciones que realidades todavía”. “Entre otras cosas porque sí puede ser tóxico (...) por eso no va en las vacunas ni en ningún fármaco de uso para humanos que yo conozca", afirma el investigador. Tampoco, como afirman los contenidos por los que nos habéis preguntado, en refrescos gaseosos.
Los vídeos no muestran el proceso por el que se ha obtenido el supuesto ‘polvo de grafeno’
En uno de los vídeos que nos habéis enviado podemos ver un fondo blanco, lo que parece un trapo o una servilleta, sobre el que se puede distinguir un pequeño montículo de polvo negro brillante. “Esto es Coca-Cola hervida”, menciona una voz fuera de cámara sobre el material. “Le quité todo el agua y esta es la mugre que tiene la Coca-Cola. Partículas imantadas. Miren la cantidad que hay de grafeno [...] Están los alimentos contaminados, es bioterrorismo”, continúa. Sin embargo, no muestra ninguna prueba de que este polvo proceda realmente de tal proceso.
Otro de los vídeos utiliza refresco gaseoso de naranja en vez de de cola. Esta vez, una persona trata de que un imán se adhiera a un vaso vacío, sin éxito. En cambio, sí lo hace a uno repleto del refresco. “Nos están envenenando. Hay metal en las bebidas gaseosas”, pronuncia la voz fuera de cámara de una mujer. Ahora bien, no es posible verificar que el interior del vaso solo contenga este tipo de refresco (y no una mezcla con algún material que sí pueda ser atraído por un imán).
Existen instituciones encargadas de supervisar la composición de los productos que llegan a nuestros hogares
Actualmente existen instituciones como la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) o la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) cuya función es proteger la salud pública y garantizar la seguridad de los productos alimentarios comercializados en los diferentes países.
“Controlamos el mercado de productos alimentarios para asegurar el cumplimiento con la legislación vigente. Gestionamos y evaluamos los riesgos para proteger la salud de la población y alertamos en caso de ser necesario”, menciona la AESAN en su página web. Organismos como estos son los encargados de estipular los controles que los productos deben superar para su comercialización (incluyendo la presencia de contaminantes).
Según la AESAN, en relación a la supuesta presencia de grafeno en refrescos industriales, actualmente “está prohibida la comercialización de productos alimenticios que contengan contaminantes en proporciones inaceptables respecto de la salud pública y en particular desde el punto de vista toxicológico”, como sería el caso de esta sustancia.
En este artículo han colaborado con sus superpoderes Gerardo Meiro, Sara Arias y Adrián Espinosa.
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*Hemos actualizado este artículo con las declaraciones de los malditos Sara Arias y Adrián Espinosa.
Primera fecha de publicación de este artículo: 27/04/2022