menu MENÚ
MALDITA CIENCIA

Medidas para reducir el contagio en las (mini) comidas y cenas de Navidad

Publicado
Actualizado
Comparte

Se acercan fechas importantes en el calendario. Fechas en las que, cualquier otro año, nos habríamos mezclado y reencontrado por motivo de comilonas y brindis multitudinarios. Compañeros de trabajo, viejas amistades o cuñados y suegros varios (qué más da) repartiendo besos por aquí, abrazos por allá. Y sino, algún que otro apretón de manos. Habríamos cantado a grito pelado a la Marimorena o a los peces que beben y beben en el río. Igual hasta habríamos compartido algún que otro polvorón o quitado las pepitas a las uvas de los pequeños de la casa. Resumiendo: celebraríamos, como lo hemos hecho siempre. 

Una pandemia no coge vacaciones. Un virus no descansa los festivos. Además, ten en cuenta que la forma en la que celebramos la Navidad tiene todo aquello que este aprovecha para transmitirse: más gente, más contacto, más cachondeo (incluso los villancicos están de su parte). Por eso y ante una medidas que se relajan con respecto a meses previos, debemos mantenernos alerta y tratar de disminuir el riesgo al máximo. ¿Cómo? 

En primer lugar, consulta las medidas establecidas en tu Comunidad Autónoma (toque de queda, máximo de personas por reunión y movilidad). Además, recuerda que lo más seguro es comer o cenar con las personas convivientes (o, al menos, hacerlo con grupos lo más reducidos posibles). ¿Recuerdas esa app para hacer videollamadas durante los meses de confinamiento? Es hora de desempolvarla.

La farmacéutica Marián García ha propuesto a través de su cuenta de Instagram una serie de recomendaciones para evitar el contagio en estas reuniones familiares. “Lo ideal, ya lo sabemos, es mantener el menor número de contactos posibles con no convivientes. Sin embargo, no podemos pasar por alto que la normativa permite reunirse, tanto ahora mismo como en Navidad”, recuerda García. ¿Nos acompañas en un tour por Villa Maldita? 

1. Bienvenida a la morada covid free 

Los menos cariñosos y besucones de la familia están de enhorabuena: como en cualquier otro encuentro, lo primero a tener en cuenta es que debemos evitar este tipo de contacto. Sí, también con la familia y sí, también en Navidad (poniendo especial cuidado con aquellos miembros que se consideren pacientes de riesgo). 

¡Llaman a la puerta! Vale, ya estamos todos. Adelante. Primera parada: el recibidor, lugar por el que todo aquel que llegue a casa va a circular. Por eso mismo, aprovecha para reducir el riesgo desde el minuto uno. 

Proporciona a tus invitados fundas de papel para que cada uno guarde su mascarilla (indispensable, ya sabes, frena las gotículas y filtra el aire de aerosoles) y un bolígrafo para que la marquen con su nombre, de forma que no puedan confundirse las unas con las otras. 

¿Por qué? Por el mismo motivo por el que es recomendable hacerlo en terrazas o restaurantes: mantenerla lo más aislada posible, sin necesidad de doblarla y manosearla, para asegurarnos de que cuando volvamos a llevárnosla a nuestra nariz y boca, esta siga limpia. Recuerda que lo mejor es llevarla puesta el mayor tiempo posible y quitársela el tiempo mínimo: lo suficiente para comer y beber.

Por si se presenta algún despistado, es recomendable que tengas mascarillas desechables de sobra y pañuelos de papel a mano. Para no confundir las copas, es el momento de proporcionar a nuestros invitados pegatinas, de forma que se puedan diferenciar fácilmente. Tampoco está de más que haya gel hidroalcohólico accesible, aunque recomendemos que la gente se lave bien las manos.

Antes de que tus invitados (cuantos menos, mejor, recuerda) se planten en la puerta de tu casa con un modelito más bien fresco (que si mangas cortas, tirantes o camisas del grosor del papel de fumar), recomiéndales que este año se abriguen. Esto permitirá que, aunque no todo el rato (que sería lo ideal), al menos sí se abran las ventanas para ventilar la sala de vez en cuando sin los berridos y las quejas de tu cuñado. 

2. ¿Y si los invitados necesitan ir al servicio?

Y hablando de jabón y cuartos de baño, ¿alguna recomendación para equipar esta parte de la casa? Según García, sí: jabón con dosificador, toallitas desechables y un cubo de basura con pedal, para tirarlas. 

3. Ojo, que la cocina no se convierta en un batiburrillo de coronavirus

Si hablamos de salas concretas, recuerda que nos encontramos en un entorno cerrado y el el riesgo de contagio por aerosoles es mucho mayor que en exterior. Limitar el número de personas podrá echarnos un cable y mantener las ventanas abiertas, para asegurar una correcta ventilación, es muy importante. Mientras cocinas, utiliza mascarilla y no uses trapos en la medida de lo posible (así evitaremos que pasen de mano en mano). 

4. ¿Qué hay para cenar?

Por último, trata de limitar los mil y un platos para compartir: mejor un menú con entrante, primero y segundo (“no es nada covid free usar fuentes para compartir: se aconseja servir los platos de manera individual desde la cocina”, recuerda García en el post). Para rellenar vasos, repetir comida, lo mejor es que sea una sola persona quien se de los viajes a la cocina (intenta que no sea tu madre). 

Ya que estamos en la mesa, si la disposición permite que haya distancia entre los comensales, punto a favor. “No pasa nada porque me acerque a Fulanito: ni tose, ni estornuda, ni tiene fiebre”. Error: sigue habiendo pacientes presintomáticos y asintomáticos. El primo, la abuela, o el tío de tu padre, da igual: todos pueden contagiar (incluso los que en su día se hicieron una PCR, un test de antígenos o una prueba de anticuerpos). 

Cuidadito con las copas: como advierten los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, el consumo de alcohol o drogas puede hacer que demos menos importancia  a estas medidas de seguridad y que, por tanto, el riesgo de transmisión y contagio aumente. 

Recuerda, además, las medidas generales

Aunque sea redundante, recuerda, por norma general, tener en cuenta las medidas de seguridad que se vienen repitiendo desde el inicio de la pandemia: ventila bien los espacios cerrados, lávate las manos con agua y jabón, usa mascarilla (y úsala bien), mantén la distancia interpersonal u limita el número de contactos. 

Como recuerda Salvador Peiró, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública en The Conversation, las luces de Navidad no pueden deslumbrarnos. “Esta Navidad, como durante toda la pandemia, menos es más. Menos (encuentros en estos días) seremos más (en los próximos días)”. 


Primera fecha de publicación de este artículo: 22/12/2020

Hazte maldito, Hazte maldita
Te necesitamos para combatir los bulos y la mentira: sólo juntos podemos pararla. En Maldita.es queremos darte herramientas para protegerte contra la desinformación, pero sólo con tu apoyo será posible.

Eres muy importante en esta batalla para que no nos la cuelen. Seguro que tienes conocimientos útiles para nuestra batalla contra los bulos. ¿Tienes conocimientos de idiomas? ¿Lo tuyo es la historia? ¿Sabes mucho sobre leyes? ¡Préstanos tu Superpoder y acabemos juntos con los bulos!

También puedes apoyarnos económicamente. Maldita.es una entidad sin ánimo de lucro y que sea sostenible e independiente, libre de publicidad y con profesionales bien remunerados dedicados a luchar, contigo, contra la desinformación depende de tu ayuda. Cada aportación cuenta, cualquier cantidad es importante.