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MALDITA CIENCIA

La dieta de la cuarentena por coronavirus: de qué (y cuánto) llenar la nevera al quedarnos en casa para combatirlo

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Con el coronavirus en Maldita.es ya te contamos por qué unos productos están desapareciendo antes que otros, como es el caso del papel higiénico, desde que el Gobierno de España anunció medidas de contención para evitar una mayor propagación SARS-COV 2.

¿Qué productos pueden sernos más utiles estos días?

Esta vez hemos hablado con nuestros dietistas-nutricionistas de confianza para que nos expliquen qué productos pueden sernos más útiles en estos días y si es verdaderamente necesario llenar nuestra nevera hasta reventar.

"¿Necesario? No. No parece que la situación vaya a dar lugar a un desabastecimiento, por lo que no debe preocuparnos en ese aspecto", indica a Maldita Ciencia Daniel Ursúa, dietista-nutricionista. Esto mismo aclaró la Asociación Española de Distribuidores Autoservicios y Supermercados (ASEDAS) hace unos días a través de este comunicado, en el que confirmaba de que no hay riesgo de desabastecimiento.

Tampoco Beatriz Robles, dietista-nutricionista y tecnóloga de los alimentos opina que sea necesario llenar y rellenar contínuamente la nevera antes que esta comience a vaciarse siquiera. "No es el apocalipsis: va a ser un tiempo limitado y el aislamiento es relativo. Debemos reducir al máximo la interacción social, quedarnos en casa tanto como podamos, pero no tenemos que encerrarnos en un búnker con víveres como si fuera el fin del mundo", opina.

"Lo que está ocurriendo (compras enormes y compulsivas) es más culpa del pánico que del coronavirus", indica a Maldita Ciencia Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de los alimentos. "Si vamos a comprar y vemos que la gente llena los carros y se agotan los productos en los estantes, probablemente haremos lo mismo por miedo a quedarnos sin ellos. Pero ya hemos visto que al día siguiente las estanterías vuelven a estar llenas, así que calma", añade.

Robles añade que, si todos acaparamos víveres como si fuera una guerra, alimentamos la sensación de que nos vamos a quedar sin alimentos, generando pánico en cadena.

¿Mejor una compra grande que varias pequeñas?

Si te has llegado a preguntar qué opción es mejor, si hacer una inmensa compra o varias más razonables, puedes estar tranquilo y optar por lo que sea más cómodo para ti. Teniendo en cuenta las aclaraciones de ASEDAS y según Ursúa, de la misma forma que en una situación normal, si preferimos hacer una compra más grande para reducir las salidas de casa, tampoco habría mayor problema. Recuerda, además, que debemos comprar con sensatez y teniendo en cuenta cuestiones como las fecha de caducidad.

"Es importante evitar las aglomeraciones, precisamente lo que podemos encontrarnos en el supermercado durante estos días", recuerda Lurueña, como ya explicamos aquí. "También es importante el distanciamiento social, así que cuanto menos vayamos al supermercado, mejor (lo que no significa hacer acopio para dos meses)", opina. Y para ello, la respuesta no está en comprar más y a lo loco, sino en comprar "mejor", de forma más organizada.

Si aún así la idea es hacer una compra contundente, esta es la recomendación de Lurueña: adquirir alimentos saludables y poco perecederos y planificar bien las comidas, evitar la compra de productos insanos (especialmente de aperitivos para picar entre horas y alcohol) y marcarse un horario para realizar actividad física en casa.

Pero, entonces, ¿qué compro?

Lo más importante es recordar hacer una compra sensata, teniendo en cuenta la caducidad de los alimentos. "No tiene sentido acumular alimentos frescos que van a estropearse en unos días. Aunque no vayamos a planificar de forma exhaustiva toda nuestra alimentación, sí debemos tener un pequeño plan general de cuándo y cómo vamos a consumir aquello que estamos comprando", indica Ursúa.

Lurueña propone un ejemplo de lista de la compra para unos 15 en este artículo de Consumer:

Fuente: Miguel Ángel Lurueña en Consumer

Añade, además, platos precocinados esterilizados (como lentejas o albódigas) y condimentos como aceite, sal, azúcar y vinagre.

Otros consejos para una compra sostenible

Robles propone consejos precisos a tener en cuenta, además de las directrices sobre una buena compra pre-cuarentena:

  • Pensar en llevar frutas y verduras que aguanten bien a temperatura ambiente.
  • Los huevos son una buena opción ya que tienen fecha de consumo preferente de 4 semanas tras la puesta. Pero ojo, estos deben guardarse obligatoriamente en el frigorífico.
  • Si no perdonamos comer sin pan, podemos congelarlo o recurrir a panecillos integrales (si contienen solo harina integral, levadura y sal, son nuestra opción perfecta).
  • Si tomamos leche, calcular cuánta necesitamos para unos días. No hace falta coger todo el palé: seguramente con una caja de 6 litros será suficiente.
  • Sobre los productos de limpieza, adquirir lo normal, como jabón ,si se nos ha acabado o lejía, si no tenemos (pero una botella, no una tonelada).

Para cerciorarnos de que no nos dejamos nada olvidado, Robles propone hacer un repaso de un menú diario "modelo": qué desayunamos (que no se nos olvide el café, la leche o los copos de avena, por ejemplo), qué solemos comer o cenar, si nos gusta picar unos frutos secos…

Frente a la idea de un carro (o incluso un par) lleno hasta arriba de comida y otros productos, Ursúa hace esta observación: "Me gustaría que la gente reflexionara sobre qué va a hacer con toda esa comida 'de más' que está comprando 'por si acaso'. ¿Cuánta de esa comida se va a congelar? ¿Cuánta quedará olvidada en un rincón del congelador hasta que haya que tirarla? La idea no debe ser comprar para después seguir comprando manteniendo ese remanente. Debemos comprar pensando en ir gastando lo que compramos".

Carros de la compra suspensos

Igual que es entendible que nos aprovisionemos de aquellos productos que consideramos de primera necesidad, hagamos compras más o menos grandes, hay comportamientos y elecciones que harían suspender el carrito de la compra de muchos.

"El que se llena hasta arriba de cajas de leche, papel higiénico, todo tipo de productos de limpieza sin ton ni son…", opina Robles. "Si estás en casa el riesgo va a reducirse, ¿de verdad tienes que llevar lejía para desinfectar un estadio de fútbol?"

Tampoco es útil acaparar todos los dulces del supermercado y, lo más importante, tampoco es necesario para asegurarnos los aportes nutricionales recomendados y necesarios. Según Robles, si estuviésemos en una situación en la que nos jugásemos la supervivencia, sería lógico comprar alimentos con gran densidad calórica (chocolates, postres lácteos y otros ultraprocesados altos en grasa). Pero este no es el caso.

"Pasa justo lo contrario: vamos a estar en casa, con un gasto energético mucho menor, probablemente más aburridos que de costumbre, y va a tentarnos picotear cada poco", recuerda Robles. "Si encima tenemos a nuestra disposición alimentos insanos, son los que van a caer", añade.

"Sacaría de los carros de la compra lo mismo que en otras ocasiones. Alimentos ultraprocesados, bollería o snacks y refrescos", opina Ursúa. "Debemos tener en cuenta que vamos a pasar unas semanas de mucho estrés y tiempo en casa, por lo que debemos ayudarnos a nosotros mismos evitando este tipo de productos".

"El gimnasio está cerrado y me recomiendan no salir de casa. ¿Tengo que quedarme parado?"

Además de evitar en la medida de lo posible llenar la despensa de alimentos insanos y calóricos (recordemos que no necesitaremos esa energía extra, dado el frenazo que experimentará nuestro movimiento diario), ¿podemos mantener de alguna manera la actividad física?

"No dejes de ser activo, pero sé responsable", recomienda a Maldita Ciencia Sara Tabares, directora deportiva de PERFORMA Entrenadores Personales y autora del libro Entrena Bien, vive mejor. "Es tiempo de cuidarnos más que nunca y de no saltarnos las normas, pero estar en casa, no implica estarnos quietos".

Tabares recomienda realizar actividad física, como jugar de forma activa con los más pequeños de la casa (palas, pelota, juego de las sillas, bailar). Si queremos un entrenamiento más especializado, puede realizarse ejercicio con poco material. Por ejemplo, con el propio peso corporal (zancadas, sentadillas o flexiones), utilizando gomas (ejercicios de tirón o empujón) o herramientas de entrenamiento en suspensión y, por supuesto, subir escaleras, saltar a la comba...

"Estos ejercicios siempre deben estar prescritos por un profesional de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (CAFYDE)", incide Tabares. "No todo el ejercicio es bueno para todo el mundo: cada persona tiene unas características y patologías que hay que tener en cuenta, incluso para entrenar en casa. De esta forma, añade, velamos por su salud y por la nuestra. "Al coronavirus se le vence con acciones y con responsabilidad también al realizar ejercicio en casa", concluye.

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