A principios de mayo de 2025, una frase recorre internet: en Jaén se van a arrancar 100.000 olivos para poner placas solares. Que se iban a talar árboles en tres pueblos jiennenses (Lopera, Arjona y Marmolejo) para instalar plantas fotovoltaicas era real, aunque la cifra estaba sobredimensionada –eran la mitad–. El caso se había dado a conocer en el programa de Antena 3 ‘Espejo Público’, que lo contó desde un punto de vista emocional, mostrando el arraigo de los agricultores con su tierra.
De algo real, se empezaron a difundir desinformaciones; que eran 500.000 olivos, que todos se habían expropiado forzosamente o que era cosa “de Pedro Sánchez”. A partir de entonces, una narrativa creció y evolucionó en pocos meses, pasando de señalar casos reales a inventarlos, a presentarlo como una dicotomía entre olivares y energía solar o a relacionar la tala de olivos en lugares puntuales con la producción de aceite en Túnez o Marruecos.
La realidad es que, si bien una porción de las nuevas plantas fotovoltaicas se asientan sobre terrenos agrarios productivos, el olivar español ha crecido pese al boom de la energía solar y la producción de aceite de oliva lleva tres años en aumento. España sigue siendo el principal exportador de la Unión Europea y la producción de aceite de oliva en Marruecos lleva años en descenso. Sin embargo, aún en septiembre de 2025, en algunas publicaciones se sigue difundiendo la misma cifra desinformadora que en mayo.
Mapa de proyectos solares en Lopera, Arjona y Marmolejo (Jaén), el caso real que se usó para difundir una narrativa
Lopera, Arjona y Marmolejo son tres pueblos olivareros de Jaén cercanos a la frontera con Córdoba. Son los tres pueblos donde en mayo de 2025 se difundió que se talarían 100.000 olivos para instalar plantas fotovoltaicas.
A fecha de publicación de esta investigación, en esos municipios hay aprobadas seis parques solares de la empresa energética Greenalia. Una séptima planta de Greenalia está modificándose y hay también un octavo proyecto de otra promotora, FRV Arroyadas, que está en fase inicial. Todos ellos se han tramitado por la Junta de Andalucía. Además, hay otras solicitudes de nuevos proyectos fotovoltaicos en la zona que no mostramos en el mapa por no estar relacionadas con este caso.

Lo que sabemos sobre la tala de olivos y los proyectos solares en Lopera, Arjona y Marmolejo
No eran 100.000 olivos. Desde al menos octubre de 2024, la Plataforma Campiña Norte dijo que “si se llevasen a cabo” los siete proyectos de Greenalia más del de FRV Arroyadas acabarían con “hasta 100.000 olivos” en Lopera, Arjona y Marmolejo. Su estimación era errónea porque partía de cifras incorrectas. El 30 de mayo de 2025, los agricultores redujeron su cifra inicial a 48.000 olivos tomando los 36.000 que días atrás había aportado Greenalia para las seis plantas aprobadas y sumándole la de FRV Arroyadas. La estimación de Maldita.es coincide: serían unos 50.000 árboles a eliminar por los siete proyectos. Por tanto, tampoco eran los 13.000 que dijo la Junta de Andalucía.
“Expropiaciones forzosas”. Según dijo Greenalia en mayo de 2025, en aproximadamente el 85% de la superficie de placas solares había acuerdos de arrendamiento con los propietarios y, en la línea de evacuación, en torno al 80%, es decir, esas tierras no cambiaba la titularidad. También explicó que los agricultores de Lopera expropiados estaban afectados por la línea, que al ser subterránea les permite seguir usando el terreno y volver a plantar olivos en esa franja. Preguntados al respecto, desde la plataforma indican a Maldita.es que no por ser acuerdos son necesariamente amistosos. En algunas publicaciones se dijo que se habían “expropiado” 100.000 olivos, aunque no es lo que publicó la plataforma.
Acusaciones de “fraccionamiento”. También se ha acusado a Greenalia de haber fragmentado una megaplanta solar en varias pequeñas para tramitarlas con mayor facilidad. La empresa asegura que los proyectos cumplen con la ley, “sin dividir instalaciones para eludir controles”. Según nuestra verificación, del total de siete plantas solares de Greenalia en la zona (la séptima, aún en trámite), cinco tienen 49,99 MW de potencia pico, justo por debajo de los 50 MW que le habrían obligado a tramitarlas con el Ministerio de Transición Ecológica y no con el Gobierno autonómico. El Tribunal Superior de Justicia andaluz anuló una autorización por un caso similar en Córdoba.
“Pérdida de patrimonio ecológico”. Uno de los argumentos contra la sustitución de olivos por placas es la pérdida de entornos naturales o patrimonio ecológico. Preguntados por si un olivar es un entorno natural o patrimonio ecológico, los expertos tienen opiniones dispares, aunque todos dan importancia a cómo se gestione el cultivo. Un cultivo intensivo, que retire la vegetación que cubre el suelo entre los árboles o que use productos químicos, reduciría la biodiversidad del lugar; mientras que un olivar de cultivo ecológico sí sería muy biodiverso, más aún si los árboles son antiguos, pues en sus troncos más complejos pueden anidar aves, o si son cultivos de secano. Ningún experto cuestiona el valor cultural de los olivares. Puedes consultar sus opiniones completas al final del artículo.
Cómo se habló de los “100.000 olivos” de Lopera, Arjona y Marmolejo en medios y redes sociales
En Maldita.es hemos analizado, por un lado, la cronología del caso de Lopera, Arjona y Marmolejo y su repercusión en medios de comunicación y, por otro, los mensajes que relacionan la tala de olivos con la instalación de placas solares en redes sociales.
En el verano de 2024 se aprueban los documentos que permiten a Greenalia expropiar los terrenos donde instalar sus proyectos a aquellos propietarios con los que no haya acuerdo. Los agricultores afectados, asociados en la Plataforma Campiña Norte, comienzan una campaña de oposición. Otra promotora, FRV Arroyadas, había solicitado en abril instalar otro parque solar en la misma zona, que sale a información pública en los meses siguientes.
La cifra de “100.000 olivos” consta en medios de comunicación desde al menos el 8 de octubre, cuando varias cabeceras regionales de Prensa Ibérica publican a la vez: “Miles de olivos se expropian en Jaén y Córdoba para nuevas megaplantas fotovoltaicas”. En el texto se dice que en Lopera, Arjona y Marmolejo “se van a perder decenas de miles de olivos, hasta 100.000, según estimaciones de la plataforma”. Entonces la cifra ya era errónea porque los proyectos aprobados sumaban menos potencia y hectáreas de las que consideraba la plataforma.
En paralelo a las protestas de los olivareros, durante el otoño se va publicando un goteo de reportajes y el caso empieza a moverse en redes sociales, aunque aún de forma minoritaria. En noviembre, se publica que ya había comenzado la “expropiación forzosa de 100.000 olivos”, que tuvo cierta repercusión en redes. Pero la Plataforma Campiña Norte siempre se refirió a esa cifra como olivos afectados, no expropiados. En enero de 2025, la plataforma denuncia a la Junta de Andalucía por “posibles delitos de prevaricación ambiental y contra la flora y la fauna” y continúa su oposición con tractoradas, que empiezan a cubrir algunos programas de informativos en televisión.
No es hasta los días 6 y 7 de mayo de 2025 cuando el caso despunta y la conversación pública alrededor de la instalación de placas solares en olivares se dispara. Según nuestro análisis, este aumento del interés en redes sociales coincide con el momento en el que ‘Espejo Público’ convierte el tema en una historia personal con las declaraciones de uno de los agricultores afectados.
La conversación en redes sociales se dispara cuando un agricultor da su opinión, visiblemente emocionado, en ‘Espejo Público’
Según los análisis de Maldita.es, lo que parece introducir en la agenda la narrativa de los olivos y las placas es la cobertura del caso en un canal de televisión de gran audiencia desde un punto de vista emocional. Las opiniones de un agricultor y el arraigo por su tierra no son desinformación; sin embargo, la conexión con sus emociones (que no entramos a valorar si son o no legítimas) impulsa la conversación en redes sociales y, con ello, se abre un espacio que luego aprovecharán los desinformadores.

El 6 de mayo, el programa de Antena 3 ‘Espejo Público’ emite un reportaje que comienza diciendo: “Piensa Susana en el paisaje de la provincia de Jaén, en ese mar de olivos. Y ahora cambia el chip e imagina esa misma extensión cubierta de un inmenso espejo de placas solares hasta donde alcanza la vista”. El reportaje dice que “las renovables se comen el campo” y conecta en directo con los agricultores de Lopera afectados por las expropiaciones.
Después de que los olivareros hablen sobre la pérdida de ingresos que estiman que les supondrá perder los árboles, se entrevista a uno de ellos. “Estas vigas de hierro son lo que va a sustituir a tus olivos”, dice el reportero. “Exactamente”, contesta el agricultor, visiblemente emocionado: “Esto es una sinrazón, no es normal, yo no pensé que en los años que vivimos había dictadura… pues la hay”. Fragmentos de esta entrevista se compartieron en TikTok y en Twitter esos días con alcances de centenares de miles de visualizaciones.
En periodismo es habitual que se muestren casos particulares para conectar con la audiencia. “Al personalizar generas más empatía e identificación. Cuando se construye una historia siempre funciona mejor si hay alguien, con nombre y apellidos, que la protagoniza”, explica David Vicente Torrico, periodista e investigador sobre cultura digital, innovación y participación social en la comunicación de la Universidad de Valladolid. En este punto, la emoción de un testimonio no desinformador que se había viralizado terminó de enraizar la narrativa que sembró aquel caso de Lopera, Arjona y Marmolejo y la desinformación se abrió paso.
En mayo se acentúa la desinformación: cifras exageradas, casos inventados y la idea de que se busca beneficiar el aceite de oliva de Marruecos
Este lanzamiento de la narrativa se observa en la muestra de mensajes de redes sociales analizados por Maldita.es. Se concentran a partir de octubre de 2024, coincidiendo con las primeras difusiones de la cifra de “100.000 olivos”, y llegan a su máximo en mayo de 2025, cuando se emite el reportaje de ‘Espejo Público’. Y es a partir de mayo cuando más se habla sobre el tema, incluyendo algunas desinformaciones.

Aunque el 30 de mayo los agricultores concretaron su estimación inicial de olivos afectados, la idea de que la energía solar arrasará con los olivos ya se había extendido. Junto a otros casos reales, como el de Aranjuez (Madrid), internet se llena de casos sobredimensionados o falsos y se llega a decir que España tendrá que importar aceite de oliva de otros países, como Túnez o Marruecos.

El 6 de mayo por la noche y el 7 de mayo, se difunde en X el vídeo de una gran planta fotovoltaica diciendo que se ha construido sobre un “enorme olivar” en Granada. Era un bulo: en realidad está en Cáceres y se construyó sobre pastizales, eliminando como mucho 16 olivos, según un conteo independiente de Maldita.es. El mismo mensaje se había difundido en inglés en noviembre de 2024, pero ahora encontraba las condiciones para tener mayor acogida.
En los días siguientes se difunde el vídeo de un olivo diciendo que tiene “1.500 años” y está “en peligro” por energías “verdes” en La Iruela, Jaén. Pero no había ningún proyecto de energías renovables en el municipio: un usuario había superpuesto ese rótulo al vídeo original. Se difunden fotos de montañas cubiertas de placas solares que Grok relaciona con España, aunque las imágenes pertenezcan a China. Más adelante se hablaría también de las viñas con cifras sobredimensionadas.
Además, se desinforma sobre el propio caso de Lopera, Arjona y Marmolejo. Se vuelve a decir que los agricultores se rebelan contra la “expropiación de 100.000 olivos”, con gran repercusión en redes sociales. De los titulares que hablaban de 100.000 olivos en Jaén se pasa a hablar de 500.000.
En las semanas siguientes, se relaciona el arranque de olivos en algunos puntos con la producción de aceite de oliva a nivel nacional y la de países como Túnez o Marruecos. Sin embargo, España sigue siendo el principal exportador de aceite de oliva de la Unión Europea. Esta tendencia continúa aún en septiembre de 2025, con titulares que dicen que “Marruecos duplica su producción de aceituna mientras España tala más de 100.000 olivos para poner placas solares”, cuando la producción marroquí de aceite de oliva lleva años en descenso.
Los principales difusores de que la energía solar es una amenaza para los olivares españoles
Los datos actuales (hay más olivar plantado y se produce más aceite) no indican que la energía solar esté sustituyendo al olivar español, aunque no estamos catalogando esta narrativa como una desinformación, porque no podemos valorar a futuro qué es una amenaza y qué no. Pero es una narrativa instalada en la conversación pública desde hace varios meses, así que hemos estudiado quién ayudó más a su difusión.
En la muestra de mensajes que hemos obtenido de las distintas redes sociales, SOS Rural es el principal difusor de mensajes diciendo que la energía solar es un peligro para el olivar español. La organización se define como una agrupación ciudadana “apartidista, pero no apolítica” que defiende al mundo rural frente a “la política actual” que lo “abandona”. SOS Rural fue creada en 2023 por la Fundación Ingenio, una organización integrada por empresas agroalimentarias y regantes del Campo de Cartagena, en Murcia.
La Fundación Ingenio se ha mostrado en contra de la instalación de fotovoltaica en tierras productivas. En octubre de 2024 promocionaron un post en Facebook e Instagram pidiendo apoyo para una petición de firmas de SOS Rural que rezaba: “NO a las macroplantas solares o eólicas ¡Nos estamos quedando sin campos de cultivo!”.
Sin embargo, tanto en España como en Andalucía y en Jaén la superficie de olivar ha aumentado desde 2018, cuando la fotovoltaica comenzó su crecimiento exponencial. Además, según un análisis de Maldita.es a partir de las densidades de olivos por hectárea que describe la Junta de Andalucía, en Andalucía hay más de 200 millones de olivos. Cifras que se han difundido, como la de 500.000 olivos, supondría que menos del 1% del olivar andaluz se habría visto afectado.
Además, la producción de aceite de oliva en España está aumentando y ya llega a niveles previos a los de la sequía de 2022, según los últimos datos disponibles del Consejo Oleícola Internacional. Por último, si toda la energía fotovoltaica proyectada para 2030 se instalase sobre suelo agrícola, ocuparía el 0,5% de la superficie agraria útil de España. Sin embargo, SOS Rural sigue diciendo en septiembre de 2025 que se eliminarán “más de 100.000 olivos” en Lopera, Arjona y Marmolejo.
En Telegram, al analizar canales que publican contenidos desinformadores verificados en el pasado por Maldita.es, encontramos que esta narrativa –que incluye desinformación pero también se entremezcla con opiniones (no verificables) y casos reales– la han compartido también los canales de El Palleter o Aguaiuris.

En nuestro análisis de redes sociales sobre la narrativa de que las placas solares son una amenaza para el olivar español también aparecen varias publicaciones del partido político Vox, que comparte principalmente mensajes sobre los casos de Lopera, Arjona y Marmolejo en Jaén y el de Aranjuez en Madrid. Figura entre los diez principales difusores de la narrativa a través de sus distintas cuentas autonómicas, nacionales e internacionales.
Nuestro análisis de publicaciones en redes sociales analiza una muestra de mensajes, pero indica que la narrativa no depende de un único emisor, una única cuenta o canal, sino que se reproduce en distintos niveles: desde difusores de desinformación habituales hasta organizaciones sectoriales y actores individuales que no necesariamente comparten falsedades. La combinación de estos dos tipos de emisores hace que el mensaje circule tanto en espacios especializados como entre audiencias más amplias, de forma que el público general lo recibe aún sin buscarlo.
Metodología
Metodología del análisis de publicaciones
Se ha revisado el contenido publicado por la Plataforma Campiña Norte en su perfil de Facebook, que incluye sus comunicaciones propias y varias apariciones en medios de comunicación. Además, se han revisado los contenidos que han llegado al chatbot de WhatsApp de Maldita.es con respecto a este caso y se han buscado otras publicaciones no recogidas en estas dos fuentes.
Metodología del análisis de redes sociales
Hemos extraído mensajes difundidos en cuatro redes sociales que contenían las palabras clave “olivos” y “placas”. Se ha acotado la búsqueda desde la aparición de la narrativa por primera vez en cada canal o plataforma analizada hasta el 31 de agosto de 2025. Si existen publicaciones posteriores a esa fecha, no se han incluido en el análisis. Para cada plataforma se ha utilizado una técnica de extracción diferentes según sus características:
Telegram: se han extraído mensajes de 20 canales, 15 de ellos difusores de desinformación habituales (de temas generalistas aprovechando la actualidad) y otros 5 añadidos a posteriori por ser canales generalistas de agricultura y ganadería.
X: se ha utilizado el buscador de la plataforma para encontrar los mensajes con las palabras clave y se han extraído todos los tweets que aparecían en la pestaña de destacados. Primero sin filtrar por fecha y luego se ha completado extrayendo también los “destacados” de 2024 y 2025.
Instagram y TikTok: se han extraído las publicaciones que aparecían en el buscador de google incluyendo las palabras clave y filtrando por el sitio web (instagram.com y tiktok.com)
Por tanto, la muestra se compone únicamente de mensajes en abierto, accesibles para cualquier usuario que entre en internet. Aunque en Telegram hemos analizado canales concretos y, por ende, su público es más localizado, no dejan de ser grupos abiertos a los que puede acceder cualquier persona.
Estimación de olivos
En cuanto al conteo de los olivos afectados por los proyectos de Greenalia y FRV Arroyadas, hemos multiplicado la superficie total que ocupará cada proyecto por la densidad de olivos que hay en esa zona.
La superficie de cada planta viene especificada en la documentación distribuida por Greenalia a los medios de comunicación.
Para saber la densidad de olivos, es necesario conocer las parcelas catastrales donde estará cada planta. Para ello hemos consultado las declaraciones de utilidad pública (DUP) de los seis proyectos de Greenalia (Guadame III, Guadame IV, Marmolejo Solar I, Marmolejo Solar II, Zumajo I y Zumajo II) y el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto de FRV Arroyadas, Marmolejo Solar, a falta de documentos oficiales disponibles puesto que aún está en tramitación. El Estudio de Impacto Ambiental sitúa en un mapa el proyecto de FRV Arroyadas y todos los de Greenalia según la información que le aporta la misma empresa, de modo que también ayuda a completar las parcelas de los proyectos de Greenalia si las DUP no recogían la todas.
Una vez obtenidas las parcelas donde estarán los proyectos, hemos calculado la densidad de olivos en cada una con el visor SIGPAC del Ministerio de Agricultura.
Por último, hemos multiplicado las hectáreas que ocupará cada planta fotovoltaica por el promedio de la densidad de las parcelas donde estará situada en esta hoja de cálculo.
Respuestas de expertos sobre la biodiversidad de los olivares
Ana Sanz Gaspar, consultora medioambiental: “Un olivar centenario es un ecosistema no natural, pero, por su larga existencia en el tiempo, ha podido llegar a desarrollar los servicios naturales equiparables a uno natural. Si se ha gestionado adecuadamente, puede tener una biodiversidad estructural y funcional completa. Por ello, deberían ser considerados parte del patrimonio ecológico. Eso sin tener en cuenta el gran valor cultural e histórico”.
Olivares Vivos, una organización formada por olivicultores e instituciones públicas para recuperar la biodiversidad del olivar: “Gran parte de los olivares giennenses no son centenarios, pero, independientemente de ello, son patrimonio ecológico. El olivo procede de una planta silvestre propia del mediterráneo, el acebuche, que fue “domesticada” hace milenios. Es, por tanto, propia de los ecosistemas mediterráneos (...) sí, el olivar de España, Andalucía y de Jaén es patrimonio ecológico”. “La biodiversidad va a depender de cómo se gestiona la cubierta herbácea en la finca y de la diversidad del paisaje en el que se integra el olivar”.
Francisco José García, biólogo y consultor sobre conservación y restauración de la biodiversidad. “Puede considerarse al olivar como "patrimonio cultural" en todo caso. Pero no como patrimonio ecológico”. “Los olivares tradicionales en valles y vegas (sean centenarios o no los olivos) suelen tener un laboreo intenso para eliminar la vegetación, y permitir la recolección de la aceituna y las labores agrícolas. Además, en las últimas décadas se ha intensificado el tratamiento con productos fitoquímicos y abonos químicos para prevenir o combatir parásitos o enfermedades, y para ayudar a la producción respectivamente. (...) Lo natural serían las manchas de acebuche (la especie silvestre del olivo) que aún sobreviven en muchos lugares de las sierras andaluzas. (...) Pero un olivar tradicional, con olivos centenarios o no, es un hábitat artificial”. Los olivares tradicionales de cultivo ecológico “mantienen una cubierta vegetal todo el año en el suelo evitando la erosión, que no se riegan, en los que no se utilizan abonos químicos ni pesticidas y que mantienen una rica biodiversidad” son más “respetuosos con el entorno”.
Carlos Martínez Núñez, investigador de la Estación biológica de Doñana. “Casi todo se va a reducir a cuál es el manejo. Porque en un olivar tradicional si tiene un manejo muy intensivo y echa mucho herbicida o aras muchísimo, entonces no tienes cubierta herbácea. Entonces solo tiene el árbol ahí pelado y mondado. Y en ese caso ese tipo de olivar hemos visto que tiene bastante poca biodiversidad comparado con el sitio donde deja dejar la cubierta herbácea. Esos olivares sí que son muy biodiversos (...) Si el árbol además es antiguo, mejor, porque tienen los troncos más complejos, con más cavidades y pueden anidar aves y ese tipo de olivar sí que son súper súper biodiversos”.
Carmen Martínez, ambientóloga experta del sureste ibérico. “Los antiguos olivares y el modo de cultivarlos podrían ser patrimonio, lo que no quiere decir que todos los olivares lo sean”. “En general, depende de cómo se gestione uno y otro”. “Por tanto, aunque un olivar centenario puede tener valor por la singularidad de los ejemplares de olivo, el modo de cultivo influirá más en el valor ambiental que la edad en sí del cultivo. Un campo solar de pequeño tamaño y con un diseño cuidado, donde se permita el crecimiento de vegetación espontánea, podría tener un determinado valor ambiental”.