A menos de una semana de terminar la campaña electoral del 4-M en Madrid, muchos usuarios de redes sociales han detectado decenas de perfiles en Twitter con el mismo contenido repetido. Estas cuentas lanzan diferentes mensajes que se van copiando unas a otras siempre bajo la misma premisa: son supuestos votantes de izquierdas desde hace años, pero en las próximas elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid votarán a Vox.
Aunque muchos usuarios han alertado de que se trata de bots, perfiles automatizados o semiautomatizados que pueden programarse, son usuarios reales que inician una cadena y son seguidos por otras cuentas ya sea con una intención política o de trolear.
No hay pruebas de que estas cuentas estén automatizadas ni haya nadie detrás controlándolas
“Soy funcionario de Correos y llevo votando al PSOE toda la vida pero después del montaje que están haciendo tomandonos a todos los españoles por tontos he decidido que en las próximas elecciones votaré a VOX”. Este es el mensaje con el que decenas de cuentas han colmado Twitter poniendo en duda las amenazas con balas recibidas por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y la directora de la Guardia Civil, María Gámez. También durante las últimas horas varias cuentas han comenzado a tuitear la siguiente publicación: “Soy jóven y tenía pensado votar a Más Madrid porque lo veo un partido bastante moderno pero pensando en el bien de mi futuro he decidido que votaré a VOX porque la izquierda siempre que gobierna nos endeuda de por vida”.
Varios usuarios han notificado el contenido repetido y han afirmado que “son bots”. Sin embargo, según explicó en un hilo de Twitter la investigadora de la Universidad Carlos III y especializada en el análisis de la conversación de Twitter Mariluz Congosto, es más exacto hablar de troleo.
En declaraciones a Maldita.es, Congosto explica que simplemente observando sus timelines se puede comprobar que no son cuentas automatizadas y es que las respuestas al propio hilo de la investigadora en Twitter son mensajes irónicos para trolear. Igualmente, el experto informático en análisis de redes, Marcelino Madrigal, afirmó en el programa Todo es Mentira [min 1:05:40] que no son bots, ya que en este caso no estaríamos hablando de cuentas totalmente automatizadas, sino que son acciones coordinadas entre varios usuarios. Es decir, son usuarios reales que con determinada intención inician una cadena y es seguida por varias cuentas. De hecho, uno de los perfiles que participó en la repetición de los mensajes del “funcionario de Correos” afirmó después en su Twitter que “lo peor es que se creen de verdad que somos bots”.
Además, en su análisis Congosto señala que el troleo organizado de “los funcionarios de Correos” tuvo una cadencia de 2-3 tweets por minuto y los perfiles involucrados fueron cerca de 200. Según explica la investigadora, estos perfiles, por lo general, tienen pocos seguidores (aunque sí existen algunos “líderes” que pueden llegar a los 20.000) y aunque sus cuentas suelen ser suspendidas con frecuencia, en esta ocasión Twitter no las ha detectado como spam.
En todo caso, la experta en análisis de la conversación de Twitter recuerda que estas acciones no son concretas de esta campaña electoral, sino que llevan años haciéndose y que, aunque tengan una marcada ideología, no se pueden asociar a un partido político concreto. Por su parte, Carmela Ríos, periodista experta en redes sociales, afirma a Maldita.es que en lugar de hablar de partidos políticos, es más exacto señalar a "órbitas ideológicas compuestas por actores distintos que empujan en la misma dirección con diferentes herramientas".
En Maldita Tecnología ya os explicamos un caso similar que ocurrió en abril del 2020 cuando cientos de cuentas publicaron el mensaje: "Pol/[automatic-post]19361488-Ya están los progres hablando, hay miedo #-GobiernoDimision-, Sánchez sepulturero/pol/10N52[automatic-post2]". En esta ocasión también se trató de un troleo que se viralizó y la conclusión fue que era una campaña iniciada por varios usuarios reales.
Estos mismos usuarios han replicado otros mensajes repetidos en más ocasiones
No es la primera vez que en esta campaña electoral vemos a decenas de cuentas copiando y pegando un mismo mensaje entre ellas y difundiéndolo en Twitter. De hecho, Congosto explica en su hilo de Twitter que el 85% de los perfiles que se hicieron pasar por funcionarios de Correos se siguen entre sí. Una de las cuentas que dijo trabajar en la empresa postal, y que según el análisis de Congosto es quién inició la cadena, publicaba el 16 de abril “ser obrero” y “llevar votando a la izquierda desde 1978”. “En las próximas elecciones votaré a VOX porque son los únicos que defienden de verdad a los trabajadores, la izquierda ya solo se preocupa de los lgtbijk y de sus chiringuitos”, continuaba el mensaje. Este contenido también está replicado en Twitter por varias cuentas.
Igualmente, otras de las cuentas que participó en este troleo, compartió días antes que “su abuela de 76 años y afiliada del PSOE” le acababa de “llamar llorando” diciendo que “está harta de los menas y de como Carabanchel está llena de inmigración”. “Me ha dicho que va a votar a VOX en Madrid. No cabe ninguna duda, los de Abascal arrasaran en las próximas elecciones”, añadía el tuit. Si lo comprobamos, este mismo mensaje lleva compartiéndose en Twitter desde el pasado 11 de marzo.
También tras el debate en Telemadrid del 21 de abril entre los seis candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Twitter se llenó de mensajes copiados y pegados por cuentas trols que aseguraban que llevaban “votando a la izquierda” desde que tienen 18 años, pero tras ver el debate “votarán a VOX”. Otra muestra de que estas cuentas son perfiles trols que buscan la provocación en la red social es que algunos de los usuarios que replicaron este tuit tras el debate de Telemadrid, compartieron después que “su abuelo Paco [en referencia a Franco] siempre ha sido de derechas, pero votará a Podemos”.
Las cuentas trols pueden producir “daños, amenazas y desinformaciones”
Como ya os explicamos, las cuentas trols son “dañinas y nocivas” y “pueden atacar en todas direcciones o en una sola dirección”. Así lo indicaba a Maldita.es el experto informático Marcelino Madrigal asegurando que lo que pretenden estas cuentas es “producir daños y amenazas” y, en ocasiones, también generar desinformaciones. Por su parte, Carlos Sánchez Almeida, abogado de la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI), también aseguró que estos perfiles no persiguen un fin artístico o de parodia y, por tanto, no serían "perseguibles" por la justicia si no "comete un delito de ciberacoso, contra la integridad moral o un delito de odio, entre otros". También Carmela Ríos indica que estos perfiles "pueden afectar al discurso público" ya que las campañas que organizan "pueden ofrecer la sensación de que hay más gente hablando de una determinada cuestión que las que realmente hay".
Además, las cuentas trols ya se están investigando en estudios académicos como elementos desinformadores. Algunos de ellos es el realizado en la Universidad Politécnica de València junto a la la Universidad Sorbonne Paris Nord o el publicado por el American Journal of Public Healthel. En estos artículos se concluye que los trols “son una de las principales fuentes de mensajes en línea de odio, falsos y engañosos” o que pueden tener “un efecto significativo en las comunicaciones online sobre vacunación”.
Aunque los trols son más difíciles de identificar que las cuentas parodia o fake, ya os hemos alertado de algunos de estos perfiles. En declaraciones a Maldita.es, Carmela Ríos sostiene que "la buena noticia es que cada día son más identificables y hay más usuarios que están más preparados para detectarlos". Para identificarlos y que no te la cuelen con sus publicaciones se pueden seguir una serie de consejos como observar la fecha de creación del perfil, sospechar si tuitean constantemente y en el mismo horario, comprobar si interactúan entre ellos y utilizan fotos que no les corresponden o fijarse en las listas de Twitter así como a la comunidad a la que pertenecen.