En Maldita Ciencia ya explicamos que las pruebas PCR no "causan daño en la barrera hematoencefálica" ni "crean una entrada directa al cerebro". Esta vez nos habéis preguntado por un vídeo que afirma que una mujer perdió líquido cerebral después de haberse realizado una prueba PCR por culpa del hisopo, el utensilio con forma de bastoncillo que se utiliza para tomar las muestras nasales.
"Lo que le pasó es que le perforaron el cerebro hasta tal punto de perder masa encefálica", dice el vídeo. Además, añade que, en teoría, si la persona que hace la prueba "se pasa un poco de la cuenta" o el paciente a quien se le realiza es un poco más sensible, "la barrera que separa el cerebro se rompe". "Y a esta mujer, se la rompieron", continúa el vídeo.
El caso al que se refiere es real y le ocurrió a una mujer de 40 años de Iowa (Estados Unidos), aunque no sucedió como se cuenta en el vídeo. Es cierto que, tras someterse a una PCR previa a una operación de hernia, empezó a salir líquido de su nariz y fue identificado como líquido cefalorraquídeo (que se encuentra alrededor del cerebro y la columna vertebral). Además, la mujer desarrolló dolor de cabeza y comenzó a vomitar. Sin embargo, esto ocurrió porque la paciente tenía un defecto previo en la base del cráneo. Os contamos lo que sabemos sobre el caso.
Los datos de los que habla el hombre de las imágenes proceden de este artículo, según muestra y lee en el propio vídeo (aunque otros medios también han publicado titulares similares). Ambos hacen referencia a la condición previa de la mujer pero más adelante, sin mencionarlo en el titular o en los primeros párrafos/minutos. El origen de la información es un estudio de caso, publicado en la revista JAMA Otolaryngol Head & Neck Surgery en octubre de 2020.
La mujer tenía un defecto previo en la base del cráneo
En realidad, la causa de que comenzase a salir líquido de la nariz de la paciente al realizar la toma de muestras para la PCR, según el estudio de caso, fue que la mujer tenía un defecto previo en la base del cráneo (el hueso en la parte superior de la nariz) y un saco de tejido cerebral había sobresalido hacia la cavidad nasal. "Esta es una condición poco común que vemos en neurocirugía y en clínicas de oído, nariz y garganta", explica en The Conversation Carl Philpott, profesor de rinología y olfatología, Universidad de East Anglia.
Philpott subraya que es extremadamente improbable que un hisopo cause algún daño en personas que no tengan este tipo de debilidades previas. Aun así, recuerda que un buen consejo al introducir el hisopo por la nariz para obtener las muestras es hacerlo hacia atrás (hacia la parte posterior de la cabeza), como si se dirigiera a la amígdala, en la parte de arriba de la garganta, y no hacia arriba.
Las pruebas PCR no "causan daño en la barrera hematoencefálica" ni "crean una entrada directa al cerebro"
Además, en Maldita Ciencia ya te explicamos que las PCR ni causan daño en la barrera hematoencefálica ni crean una entrada directa al cerebro: principalmente, según señalaba Jesús Pérez Gil, decano de la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid, porque "entre la cavidad nasal donde entra el hisopo y la cavidad donde se aloja el cerebro hay hueso bien duro (lámina cribosa del hueso etmoides)" y "haría falta un taladro".
Además, la barrera hematoencefálica, a pesar de su nombre, no es algo que envuelva el cerebro como un caparazón, sino que es una barrera celular que se encuentra en las paredes de todos los vasos sanguíneos que recorren el cerebro. Por ese motivo, en el hipotético caso de que un hisopo para una PCR alcanzase el cerebro (algo que no puede ocurrir) tampoco crearía "una entrada directa al cerebro".
Primera fecha de publicación de este artículo: 06/10/2020.