Periódicamente circula un bulo que invita, tanto a mujeres como a hombres, a aplicarse dentífrico en los genitales. Mientras que a ellas, en teoría, esta técnica podría estrecharles los labios vaginales o fortalecer su musculatura, a ellos les ayudaría a retrasar la eyaculación (como sugiere el youtuber Jose the Barber en su canal). Sin embargo, no existe ninguna evidencia o estudio científico que demuestre estas supuestas propiedades, como ya han explicado aquí el New York Post y aquí el Daily Mail.
De hecho, aplicar pasta de dientes en los genitales podría irritar la piel e incluso causar infecciones o heridas superficiales, ya que se trata de una sustancia abrasiva que no está indicada para esa zona del cuerpo.
Riesgos importantes para la mucosa genital
"La aplicación de pasta dentífrica en las mucosas genitales con la finalidad de 'estrechar' los labios vaginales en las mujeres y retrasar la eyaculación en los hombres no sólo no tiene ninguna base científica que sustente su posible eficacia, sino que además conlleva riesgos importantes para la salud", subraya a Maldita Ciencia Rosa Taberner, dermatóloga en el Hospital Son Llàtzer, en Mallorca, y editora del blog Dermapixel. "Los componentes de cualquier pasta de dientes (compuestos mentolados, agentes blanqueantes y otras sustancias químicas) pueden actuar como potentes irritantes en la mucosa genital, tanto femenina como masculina", añade.
Por su parte, Sofía Fournier, ginecóloga en Gynaikos y maldita que nos ha prestado sus superpoderes, explica a Maldita Ciencia de dónde podría proceder esta desinformación. "Puede que el origen de este bulo sea que, al contener mentol, que tiene un ligero efecto vasoconstrictor (estrechamiento de los vasos sanguíneos), la gente puede pensar que las pastas de dientes podrían llegar a tersar o estrechar la vagina", apunta. "Pero no, no tiene ningún tipo de indicación médica y, de hecho, puede causar daños a las mujeres", resalta la ginecóloga.
Según Fourier, el tejido mucoso de la vagina y la vulva son muy sensibles y no están preparados para recibir según qué elementos abrasivos que puede haber en las pastas de dientes.
Además, muchos dentífricos contienen micropartículas que pueden mantenerse en la zona durante más tiempo (lo podemos notar cuando nos lavamos los dientes y la sensación de frescor en la boca permanece). "Todas esas micropartículas pueden permanecer unos minutos, provocando desde pequeñas micro abrasiones hasta alteraciones del pH y, sobre todo, se pueden 'cargar' la flora vaginal, la encargada de protegernos de infecciones vaginales. Con lo cual, utilizar la pasta de dientes para esto no tiene ningún beneficio", expone Fournier.
La eyaculación precoz tiene su propio tratamiento médico
En cuanto a la eyaculación, Miguel Jiménez Cidre, jefe de sección de Patología Vesical Funcional y Oncológica en el Hospital Ramón y Cajal, en Madrid, y maldito, también nos presta sus superpoderes y explica a Maldita Ciencia que "no hay evidencias de que aplicar pasta de dientes en el pene pueda retrasar la eyaculación y que, de hecho, las causas de eyaculación precoz requieren consulta médica, ya que hay tratamiento para ellas". Puedes echar un vistazo a este artículo de la Clínica Mayo sobre esta cuestión.
Además, en palabras de Taberner, tanto en hombres como en mujeres, si el cuadro se cronifica por aplicar reiteradamente este tipo de productos, podría tener como consecuencia la aparición de cicatrices, fibrosis y retracciones. "Nunca tendrán como consecuencia una mejoría en la experiencia sexual, sino todo lo contrario", recalca la dermatóloga.
En cuanto a su uso para fortalecer el suelo pélvico, tampoco es efectivo y sucede algo similar. "El único remedio para reforzar la zona es realizar fisioterapia del suelo pélvico, comentarlo con un profesional y hacer los ejercicios de Kegel, por ejemplo", concluye la experta.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes la maldita Sofía Fournier (@unamamiquesemima), ginecóloga en Gynaikos, y el maldito Miguel Jiménez Cidre, jefe de sección de Patología Vesical Funcional y Oncológica en el Hospital Ramón y Cajal (Madrid).
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