Ya lo desmentimos en septiembre de 2018 y el bulo regresa. Mario López Fernández, un supuesto funcionario del Cuerpo Especial de Instituciones Penitenciarias, "denuncia" que Iñaki Urdangarin no está en la Prisión de Brieva (Ávila). Dice que a él le han trasladado allí y que ni rastro del cuñado del Rey.
Afirma tener pruebas que serán entregadas a Rubén López García, su representante legal, y que ha huido de España aunque no va decir en qué país está (aunque firma "en París"). Todo lo dijo hace un año. Todo es un bulo. Nunca entregó pruebas. Nada. Vayamos por partes para desmentir este "comunicado" que no es de ningún funcionario de prisiones.
No hay registro de que ningún funcionario de prisiones se llame así
Desde Instituciones Penitenciarias nos confirman que "no existe ningún funcionario de prisiones ni personal laboral que responda al nombre de "Mario López Fernández".
Rubén López García, el supuesto representante legal, es un viejo conocido de la desinformación
El falso funcionario del Cuerpo Especial de Instituciones Penitenciarias, "Mario López Fernández", se remite a Rubén López García: un supuesto familiar y supuesto representante legal que responderá en la cuenta de Twitter @assesorcatala. ¿Quién es este Rubén López?
Rubén López se presentaba como informático (al menos eso decía), ha tenido varias identidades en Twitter: ahora @assesorcatala y, antes, @AsesorCatala y @RulerLG y presumía de dirigir un supuesto grupo de hackers por la independencia (@CatInformatics) ¿Por qué decimos que es un viejo conocido de la desinformación?
1. Anunció pruebas de que el atentado de Barcelona fue un atentado de falsa bandera y que no murió nadie.
2. Afirmó que tenía pruebas y que un vídeo personal de Albert Rivera y Arrimadas que tendría "consecuencias penales".
Nada de lo que prometió salió a la luz porque también eran desinformaciones sin pruebas. Para salir al paso de la promesa de información sobre Rivera, publicó una supuesta carta de Puigdemont con errores de expresión en catalán y que estaba fechada a 2 de junio en Bruselas con Puigdemont viviendo en Berlín. En ella le decían que no era el momento.
Una carta sin firmar porque, de hacerlo, podría ser delito. Igual que en la supuesta carta del funcionario de prisiones en la que no consta número de DNI para cubrirse legalmente y que no se descubra rápido la falsedad.
Rubén López llegó a abrir una cuenta PayPal para intentar sacar dinero de la gente que creía sus "exclusivas".